Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
¿David
contra Goliat?…
A menos que recobremos nuestra
soberanía; la que se logrará, no teniendo diplomáticos que sepan negociar; sino
invirtiendo en el campo y haciéndolo producir; con lo que casi de inmediato recuperaríamos
la soberanía alimentaria que tanto necesitamos y sin la cual ningún pueblo
puede hablar de Independencia. Y por
otro lado, construyendo refinerías que nos darían la autosuficiencia energética…
Es ya públicamente sabido que Washington
no va a permitir que en México se legalice ninguna droga -ellos quieren tener
el monopolio que les deja muchísimo dinero- por lo que se ve en extremo difícil
que vayan a permitir el proyecto de AMLO de unir por tierra a los dos Océanos en
el Istmo de Tehuantepec…
Dando por descartado, en el caso
de que la obra se llevara a cabo, que los oligarcas anglosajones no permitirían
que la llevaran a cabo los chinos, excelentes constructores de esas máquinas
hoy tan veloces…
Para así hacerles la competencia
a los panameños que finalmente dicen que se quedaron con el Canal. La portentosa obra de ingeniería que cobró
tantas vidas. Pero que al final de todas
las adversidades que encontraron durante Siglos para su construcción, dicen que
valió la pena…
Toda vez que así se evitaba a los
barcos dar la vuelta hasta la Patagonia, lo que les costaba mucho tiempo y
dinero -los perversos intereses bélicos por encima del respeto a la Madre
Naturaleza-…
Y se llevó a cabo con exclusas
que nivelaran el paso de las embarcaciones, debido a la diferencia de altura
entre los dos Océanos a causa de la rotación del Planeta, que al girar a unos
1670 Kms. por hora en el Ecuador, mueve las aguas…
Lo cierto es que el proyecto de
unir los dos Océanos con un ferrocarril viene desde el Siglo XIX entre 1850 y
1855, cuando se construyó el Ferrocarril de Panamá. 76 kms. desde Colón en la costa Atlántica,
hasta la ciudad de Panamá en el Pacífico; también con un alto costo de vidas,
principalmente por Malaria…
Desde luego que la actual
tecnología permitiría hacerlo con un mínimo costo de vidas y en un tiempo
record. Pero todo dependerá de que la
Cancillería mexicana logre imponerse a los intereses extranjeros; lo que
sinceramente se duda que pueda suceder; cuando menos a corto plazo…
Debido, como arriba se cita, a la
dependencia que se tiene con el vecino del Norte y las presiones que podría
ejercer para encausar el proyecto a su
favor. Ya que llevarlo a cabo para
que sea operado y usufructuado por extranjeros carece de sentido. La generación de empleos que siempre se ha
esgrimido como pretexto para entregar la soberanía del País, sería más de lo
mismo…
Lo cierto es que, ya en el
gobierno, la izquierda mexicana, de sostenerse en su posición, tendrá serios
problemas con el sionismo yanqui, representado por el momento por el habitante
de la Casa Blanca, tan propicio a proferir amenazas…
Como las que le ha hecho a
Venezuela; las que le hizo a Corea del Norte; y las que le acaba de hacer a
Irán, advirtiéndole que bloqueará su petróleo y a partir de los primeros días
de noviembre y ya nadie lo comprará…
Solo que Pekín no está dispuesto
a acatar sus unilaterales decisiones y le comprará todo lo que necesite y más,
para abastecerse de reservas; de las que curiosamente EE.UU. tendrá que
deshacerse si ya no le compra el energético a Irán…
Pero regresando con lo nuestro y
las relaciones con Washington…
A menos que el tabasqueño traiga
una muy buena onda y acierte darle entre las cejas al inestable Presidente
yanqui para dejarlo fuera de combate, el
asunto se ve difícil -pues así desde lejos, el pleito luce como el de David y
Goliat-…
Pero si ante el pelafustán del
peluquín rubio, el gobierno de Andrés
Manuel logra mantener la dignidad que como nación merecemos los mexicanos,
poniendo en su lugar al representante del Imperio del Consumismo…
Logrará, además del respeto y la
adhesión de muchas naciones del resto de Continente Americano -del que podemos
volver a ser el líder que otrora fuimos- y por supuesto el reconocimiento de
todos los que amamos a nuestra Patria…
Sin embargo, quien seguramente se
lo va a agradecer más que todos, por separado o juntos, va a ser la elegante Melania, cuyos ojos de gata siamesa, disimuladamente,
o para sus adentros, pero volverán a sonreír.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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