Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
De la
patología social…
Desde que se supo del asesinato
del joven Leonardo a quien en un
principio se señaló como seminarista y hasta se publicó una fotografía de él
vestido a la usanza y en un entorno religioso…
Los mal pensados sospecharon que
ahí había mano negra, por decirlo de la mejor manera. Porque estando las religiones de por medio,
nada bueno puede esperarse. Bien decía Friedrich Nietzsche (1844 - 1900) “No se debe de ir a la Iglesia si se quiere
respirar aire puro”…
Hace unos días el escándalo del “Apóstol
de Jesucristo”, que resultó ser discípulo psicológico-patético del
Fundador de los “Legionarios de Cristo”.
Quien a su vez debe de haberse inspirado en el rosario de papas,
cardenales y obispos homosexuales, degenerados, chantajistas, depravados,
malévolos, asesinos; y en una palabra, pervertidos…
Que desde su fundación han
presidido al grupo de accionistas -el llamado Colegio Cardenalicio- dueños de
la exitosa empresa que se llama Vaticano.
Como todo el mundo, convulsionado desde dentro; como caen todos los
Imperios…
Hoy nos enteramos que las
sospechas de amores entre el supuesto seminarista y su presunto asesino, el
sacerdote Francisco Javier, fueron
ciertas. Y el hecho se hace público
precisamente el día de la marcha del orgullo gay…
Lo que en este mundo de cabeza no
debe de extrañar a nadie. Si les dan el
Nobel de la Paz a Obama, a Yasser Arafat y a Yitzac Rabin; pero no se lo dan al
Mahatma Gandhi; no hace falta decir
más…
Por lo que si alguien se siente
orgulloso de ser gay, puede considerarse como parte de la patología social que
estamos viviendo…
Pero regresemos con el difunto Leonardo. Como era lo suficientemente tonto como para
guardar evidencias de sus andanzas románticas-financieras en su equipo de
cómputo portátil, se supo que no solo era amante del cura Francisco Javier que supuestamente lo asesinó…
Sino que también tenía relaciones
sexuales con cuando menos otros dos sacerdotes.
Todo grabado de manera explícita.
No cabía duda. Sexo entre
hombres. Por lo que unos, los que no
creen en el amor puro entre personas del mismo sexo, dicen que Leonardo los extorsionaba y con la lana
se daba buna vida y que su mamá, como todas las madres, lo sabía y lo solapaba…
O se hacía de la vista gorda,
pues también gozaba de los beneficios económicos que le dejaban las actividades
sexuales de su hijo; del que en su momento se dijo, era brillante estudiante de
teología. Teo=dios; logos=tratado. Vaya forma de estudiar a Dios. Pero en fin.
Nada nuevo…
Los que si creen en el amor puro
entre hombres, dicen que no se los andaba chantajeando con dar a conocer sus
preferencias tan criticadas por sus superiores, que los andaba “padroteando
-palabras textuales- que era “chulo” ¡vaya!...
Que tenía dinero porque Francisco Javier estaba enamorado de
él; y como la parroquia deja buen dinero y el trabajaba de Sol haciendo el
bien, le daba su dinerito para que estuviera contento…
Pero cuando el mismo Francisco Javier Bautista vio el celular de su amado y se enteró de que también “les
daba servicio” a otros dos curas -por decirlo de alguna manera- o sea, que le
ponía los cuernos…
Y luego cuando lo vio así en
vivo, como si fuera película pornográfica.
Enterándose de golpe que su amado seminarista lo engañaba con otros, o
sea, que era un prostituto -de seminarista a prostituto- como ya no pudo montar
en él, entonces montó en cólera. Y en
uno de esos arrebatos de celos propios de ellos, lo mató.
Al respecto, interesante lo que
declaró desde Osaka el presidente ruso Vladimir
Putin:
“La prohibición rusa de la propaganda de la cultura gay entre los
niños, tiene como objetivo el protegerlos
del proselitismo agresivo de esa comunidad”
“Hay que dejar a los niños en paz; la persona debe de crecer primero
antes de tomar decisiones”…
Y dijo más. “Nuestra
actitud hacia esa comunidad gay es absolutamente tranquila e imparcial. Ellos son los que quieren imponer su punto de
vista sobre los demás”…
Para terminar…
Las tomas de video y las
fotografías de la marcha gay, quieren aparecer más personas de los que
realmente fueron. Afortunadamente
todavía son minoría.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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