Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
*
“Quien por otro pide, por si aboga”…
Faltos de identidad, los jóvenes
andan a la moda para tratar de diferenciarse de sus ancestros; pero no se dan
cuenta que al andar a la moda pierden su identidad; si es que algún día la
encontraron…
Lo que nos lleva al “Conócete
a ti mismo y conocerás El Universo”. La famosa sentencia que
estaba inscrita a la entrada del Oráculo en Delfos, la colonia griega en la
Península de la Anatolia, lo que hoy es Turquía…
Un ejemplo: a algún trasnochado
famoso de esos que tienen muchos seguidores, es a quien debe de habérsele
ocurrido -aunque lo mismo y fue un accidente- el salir al escenario con los
pantalones rotos…
Pero lo que antaño hubiese sido
no solo un improperio, sino indecoroso, pues los pantalones rotos eran para
indigentes, hoy ha sido copiado por los jóvenes. Y no pocos viejos ridículos que creen que
vistiéndose como jóvenes se quitan los años…
Algo parecido a los que se pintan
el pelo o el bigote para que no se les vean las canas. Pero los únicos que no se dan cuenta del
ridículo que hacen, son preciadamente ellos mismos…
Salvo contadas excepciones,
sucede lo mismo con quienes se someten a cirugías plásticas para verse bien; o para
verse de otra manera, ya que como son, no se aceptan y hasta llegan a querer
parecerse a sus ídolos. Verdaderamente
patético…
El caso es que ahora todos andan
con los pantalones rotos; y mientras más rotos, mejor. Como los pantalones Lee, que originalmente
tenían remaches porque eran para gente de trabajo rudo; y hoy los pantalones
“vaqueros” se usan en todas partes…
Al no tener identidad propia, es
decir, al no saber a qué vinieron a La Tierra, creen que pareciéndose o
imitando a alguien, ya la hicieron. Sin
darse cuenta que se masifican, se funden entre la muchedumbre. ¿Quién era?
¡Ah!; uno que traía los pantalones rotos…
Cabe aquí citar una sentencia
pitagórica de esas que lo hacen a uno pensar -bueno, no a todos; muchos ni lo
entienden- decía: “Quien sigue el camino de otro, nunca encontrará el suyo”…
Solo trascienden los que han
hecho algo importante, algo diferente; los demás, si no encuentran el objeto de su propia vida, se pierden en
la masa humana que deambula sin sentido…
Todo esto viene a cuento, porque en la
inhabitable CDMX, a algún personaje se le ocurrió que los niños podían ir a la
escuela con falda y las niñas con pantalones; lo que podría ponerse de moda
ante la indiferencia, preferentemente de las madres…
Porque para los padres, digan lo que digan, es
una ofensa tener un hijo homosexual -o desviado, para ser más genérico- y leyes
o no leyes, se tiene que entender que ese gremio son hijos no deseados…
Nadie que tenga un ápice de consciencia puede
desear que su hijo que esté por nacer sea homosexual. Ninguna mujer engendra un hijo esperando que
sea de gustos torcidos. Ni los mismos
homosexuales y lesbianas quieren que sus hijos sean como ellos…
Algunos dicen que en Oaxaca hay una comunidad
donde eso sí sucede, y no es mal visto.
Les llaman “mampos” y se encargan de los quehaceres de la casa. Y en la India; aunque no son aceptados por la
sociedad para mezclarse, son requeridos para las bodas; que por aquellos
lugares tampoco son muy normales que digamos, pues se casan siendo niños, a
gusto y conveniencia de los padres…
No obstante, no se registra el hecho de que a
unos futuros padres en espera de un hijo, se les pregunte lo clásico: que
quieren: ¿niño o niña? Y ellos contesten
que quieren que su hijo sea homosexual; o que su hija sea lesbiana…
Ignoro quién fue el de la peregrina idea de que
los niños pudieran ir de falda a la escuela; pero que Esteban Moctezuma lo promueva recuerda que “quien por otro pide, por si
aboga”…
No vaya siendo que un día de estos se anime a
cumplir su sueño de toda la vida; y como Toledo,
que ya se descaró, se presente de faldita a su oficina en la Secretaría de
Educación Pública; porque hay que predicar con el ejemplo…
Aurelio Nuño, el anterior Secretario decía “ler”;
y una niña lo corrigió en público; por cierto que el muy baquetón ni se
inmutó. Y Esteban Moctezuma sale con que confía en que dicha disposición -la
de los niños de faldita- sea tomada por los 31 Estados del País…
Y luego nos preguntamos por qué la educación y
consecuentemente México, anda de cabeza…
Aunque por otro lado, aún sabiendo que quien
utiliza palabras altisonantes es porque carece de vocabulario para expresar lo
que piensa; no encuentro otra forma de decirlo: PERO YA BASTA DE
ESTUPIDECES. Pónganse a trabajar…
Que los “ninis” reciban más dinero de parte del
Estado, que los médicos que ya terminaron su carrera y están en su servicio a
quienes les paguen $935.00 a la quincena creí que solo podía suceder en una
novela de Televisa. Pero es de la vida
real.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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