Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Hasta un
ciego puede verlo…
Lo sucedido en Nuevo Laredo, donde el Presidente López Obrador, contrario a
lo habitual, se aventó un incendiario discurso de unos cuantos minutos; cuando
en otras circunstancias, cuatro minutos y con la parsimonia de su hablar, se
los lleva en el saludo…
Pero fue el repudio por parte de los presentes,
que hubo de suspender. Dijo que cortaba
el discurso por la pandemia y cuestiones
de contagio que debía respetarse la sana distancia…
Sin embargo, como las manifestaciones en su
contra no paraban, dijo: “Hay mucha
pasión” “se movilizaron mucho” y agregó
“es público y notorio que tenemos diferencias con el Gobierno del Estado; y con
ustedes”…
Y se despidió gritando ¡Viva Tamaulipas! Al no obtener
de regreso ni un solo ¡viva! Que es lo
que se acostumbra. Perdiendo la
compostura, gritó tres veces ¡Viva México! con tal énfasis que lo mismo y creyó
que era el 15 de septiembre en el Balcón de Palacio…
Pero igual, nadie lo tomó en cuenta. Por lo que levantó el brazo y visiblemente
molesto se retiró. Y si a esas actitudes
se le suman las declaraciones del Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, quien se auto
llama “El Bronco”…
“Si AMLO sigue sin
escuchar a la Alianza Federalista, ocasionará un rompimiento que va a acabar
con la República” “Se está generando una
confrontación innecesaria”. Que es el verdadero peligro que
en este espacio se ha venido advirtiendo no en pocas ocasiones…
Y aunque al
Presidente no se le escuchó mascullar “estos ya no aplauden”, como en su momento dijera Enrique Peña Nieto, debería conformarse
con que el asunto, salvo algunos recordatorios que se escucharon por ahí, no
pasó a mayores…
Pero algo no está bien, cuando el que antes andaba
en un Tsuru, hoy viaja en caravanas de vehículos que transitan por caminos súper
vigilados. Y si antes, cuando era
candidato lo recibían con manifestaciones de afecto y esperanza; hoy,
tristemente, son todo lo contrario. Hasta
un ciego puede verlo.
Cambiando de tema…
Los inversionistas son todo, menos madres de la
caridad; y por eso el dinero, entiéndase, las fábricas, las empresas, lo llevan
donde obtienen mejores condiciones y les sale más barato producir…
A nadie se le ocurre ir a Alemania a fabricar
lo que sea; a los del dinero les importa más el precio que la calidad; y las
dos cosas difícilmente se llevan. La
gente no busca trabajo en Japón, la competencia es durísima y el ritmo de vida
no es para cualquiera…
La riqueza económico-financiera de México es
ficticia. Somos una maquiladora. Países como Corea del Sur, que hace 70 años
salía de una guerra fratricida, hoy en México les armamos sus buenos coches. Aquí si acaso hacemos patinetas…
Y Corea del Norte tiene hasta bombas nucleares;
aquí lo más, son las explosiones de cuetes en pirotecnia. Y nunca faltan las no programadas que cada
año cobran vidas en Tultepec…
Vienen a invertir su dinero aquí, porque las
Autoridades les ofrecen condiciones que no les dan a los inversionistas
mexicanos. Y pagan sueldos que, para su
nivel en sus lugares de origen, son de miseria…
Por eso estoy completamente de acuerdo en que
se invierta en PEMEX y en la CFE para deshacernos de gandallas contratos que la
anterior administración pactó con empresas fantasma, entre otras, que nosotros
importamos gas de ¡España! a través de Perú; y el que tenemos lo
desperdiciamos…
Y los que dicen que las refinerías ya no son
negocio, que la Era del petróleo se acaba; vale preguntarse, entonces por qué
insisten en venir. Y no defiendo Dos
Bocas; de eso no entiendo nada. Pero de
que necesitamos producir la gasolina que consumimos, no puede discutirse…
Como también debemos producir los alimentos que
comemos. El tener que importarlos se
traduce en dependencia y pérdida de soberanía.
El campo es la mayor riqueza que tenemos los mexicanos; y está
abandonado. A pesar de que en el
discurso las Autoridades digan todo lo contrario.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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