Diario Libertad

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Don Sata

jueves, 2 de septiembre de 2021

 

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

DiarioLibertad@gmail.com

 

·           Iluso…

Como el día de ayer quedé de comentarles sobre los orangutanes.  Esos maravillosos animales que están en serio peligro de extinción, gracias a la desmedida e inentendible ambición del que a sí mismo se dice ser “humano”…

Cuando en estricto sentido, el calificarse como ser “humano” implica, o debiera implicar, una actitud que definitivamente nada tiene que ver con las maneras del último sobreviviente de la especie Homo, es decir, nosotros…

A todos los demás de la especie Homos -erectus; neandertales; australopithecos; cromagnones, habilis; gautegensis; etc.- el propio sapiens los eliminó cuando llegó de las estrellas a parasitar a este hermoso Planeta.  Para unos, un auténtico paraíso; para otros, un botín…

Considerando oportuno recordar las palabras de Pitágoras (569 – 475) “El hombre que actualmente puebla el Planeta, vino de las estrellas; por eso siempre querrá regresar a ellas”

Y supongo que llegamos aquí, dada la similitud que se tenía con el resto de los seres vivos que habitaban el Planeta, como los arriba citados.  Las condiciones eran propicias para habitarlo…

Además, de que genéticamente hablando somos grandemente parecidos con los primates mayores, es decir, con los gorilas, los orangutanes, los chimpancés y muy especialmente con los bonobos…

Los gorilas son los más grandes y fuertes de todos; y como todos los seres de la Creación, son individuos, o sea, que todos son distintos.  Se caracterizan por vivir en núcleos familiares con un orden patriarcal; y son pacíficos…

Los orangutanes son un poco más pequeños.  Les llaman “los hombres rojos de las selvas” -en Sumatra y Borneo- pero ellos son solitarios, se unen solo para procrear; y las madres podrían considerarse las mejores de La Naturaleza -que todas lo son; bueno, no todas.  Hay unas que-…

Durante siete años no se despegan de su hijo un segundo; preparándolo para enfrentar la vida cuando se vaya a vivir solo.  Deben saber qué comer, cómo curarse y todo lo relacionado con la supervivencia. Y también son pacíficos…

Un poco más pequeños, pero también extraordinariamente fuertes -un chimpancé adulto tiene la fuerza de 6 ó 7 hombres-  viven en comunidades; pero a diferencia de los dos anteriores, de los gorilas y los orangutanes, los chimpancés son tremendamente violentos…

Hacen la guerra a otros grupos de primates, violan, secuestran, asesinan, descuartizan a los vencidos y hasta se los comen.  Y ese es precisamente el hecho más significativo de su conducta.  Los dos primeros no comen carne…

Por último.  Recientemente descubiertos (1929) están los bonobos, un poco más pequeños, por eso son llamados “chimpancés pigmeos”; pero podrían ser discípulos de Epicuro (341 - 270) aunque distorsionando un poco su filosofía del hedonismo…

Que si bien para el célebre filósofo griego la felicidad consistía en hacer todo lo que produce placer; pues éste es el principio y el fin de la vida; ser feliz.  Solo que el placer debe ser moderado, controlado y racional…

Pero parece ser que la segunda parte no la estudiaron o no la entendieron los bonobos; porque siendo menos violentos que los chimpancés, pues desfogan sus tenciones perteneciendo a la sociedad de colores, que incluye tener sexo con el que esté más cerca, se llame como se llame -excepto entre madre e hijos- también comen carne; aunque no lo hacen frecuentemente.  Pareciera ser parte de algún ritual…

Pero se dice que son muy imaginativos, lo que muchos lo atribuyen a su tan frecuente actividad sexual.  Cabiendo destacar, como algo verdaderamente característico, que su sociedad es matriarcal a diferencia de los chimpancés…

Pero junto con ellos, son los parientes más cercanos de los sapiens.  Los bonobos se parecen más a los humanos que a los gorilas; pues su ADN es idéntico en un 98 % al nuestro.  O mejor dicho el nuestro es igual al de ellos en un 98 %.  Llegaron primero…

Y si eso lo traslapamos al comportamiento humano -no la sociedad matriarcal, sino a los que no comen carne- quienes no la comen, no parece que anden metidos en guerras.  Y por cierto que tampoco han sido visitados por el 19 y su nefasta parentela. ¿Tendrá algo que ver lo que comen?

Ya de salida…

Con relación al Informe número 1095 del señor Presidente -porque todos los días se avienta uno- solo una palabra:  Iluso.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida     

 

 

 

 

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