Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Iluso…
Como el día de ayer quedé de comentarles sobre los orangutanes. Esos maravillosos animales que están en serio
peligro de extinción, gracias a la desmedida e inentendible ambición del que a
sí mismo se dice ser “humano”…
Cuando en estricto sentido, el calificarse como ser “humano” implica, o
debiera implicar, una actitud que definitivamente nada tiene que ver con las maneras
del último sobreviviente de la especie Homo, es decir, nosotros…
A todos los demás de la especie Homos -erectus; neandertales; australopithecos;
cromagnones, habilis; gautegensis; etc.- el propio sapiens los eliminó cuando llegó
de las estrellas a parasitar a este hermoso Planeta. Para unos, un auténtico paraíso; para otros, un
botín…
Considerando oportuno recordar las palabras de Pitágoras (569 – 475) “El hombre
que actualmente puebla el Planeta, vino de las estrellas; por eso siempre
querrá regresar a ellas”…
Y supongo que llegamos aquí, dada la similitud que se tenía con el resto de
los seres vivos que habitaban el Planeta, como los arriba citados. Las condiciones eran propicias para habitarlo…
Además, de que genéticamente hablando somos grandemente parecidos con los
primates mayores, es decir, con los gorilas, los orangutanes, los chimpancés y muy
especialmente con los bonobos…
Los gorilas son los más grandes y fuertes de todos; y como todos los seres
de la Creación, son individuos, o sea, que todos son distintos. Se caracterizan por vivir en núcleos
familiares con un orden patriarcal; y son pacíficos…
Los orangutanes son un poco más pequeños.
Les llaman “los hombres rojos de las selvas” -en Sumatra y Borneo- pero
ellos son solitarios, se unen solo para procrear; y las madres podrían
considerarse las mejores de La Naturaleza -que todas lo son; bueno, no
todas. Hay unas que-…
Durante siete años no se despegan de su hijo un segundo; preparándolo para enfrentar
la vida cuando se vaya a vivir solo. Deben saber qué comer, cómo curarse y todo lo
relacionado con la supervivencia. Y también son pacíficos…
Un poco más pequeños, pero también extraordinariamente fuertes -un
chimpancé adulto tiene la fuerza de 6 ó 7 hombres- viven en comunidades; pero a diferencia de
los dos anteriores, de los gorilas y los orangutanes, los chimpancés son
tremendamente violentos…
Hacen la guerra a otros grupos de primates, violan, secuestran, asesinan,
descuartizan a los vencidos y hasta se los comen. Y ese es precisamente el hecho más
significativo de su conducta. Los dos
primeros no comen carne…
Por último. Recientemente
descubiertos (1929) están los bonobos, un poco más pequeños, por eso son
llamados “chimpancés pigmeos”; pero podrían ser discípulos de Epicuro (341 - 270) aunque
distorsionando un poco su filosofía del hedonismo…
Que si bien para el célebre filósofo griego la felicidad consistía en hacer
todo lo que produce placer; pues éste es el principio y el fin de la vida; ser
feliz. Solo que el placer debe ser
moderado, controlado y racional…
Pero parece ser que la segunda parte no la estudiaron o no la entendieron
los bonobos; porque siendo menos violentos que los chimpancés, pues desfogan
sus tenciones perteneciendo a la sociedad de colores, que incluye tener sexo
con el que esté más cerca, se llame como se llame -excepto entre madre e hijos-
también comen carne; aunque no lo hacen frecuentemente. Pareciera ser parte de algún ritual…
Pero se dice que son muy imaginativos, lo que muchos lo atribuyen a su tan
frecuente actividad sexual. Cabiendo
destacar, como algo verdaderamente característico, que su sociedad es
matriarcal a diferencia de los chimpancés…
Pero junto con ellos, son los parientes más cercanos de los sapiens. Los bonobos se parecen más a los humanos que
a los gorilas; pues su ADN es idéntico en un 98 % al nuestro. O mejor dicho el nuestro es igual al de ellos
en un 98 %. Llegaron primero…
Y si eso lo traslapamos al comportamiento humano -no la sociedad matriarcal,
sino a los que no comen carne- quienes no la comen, no parece que anden metidos
en guerras. Y por cierto que tampoco han
sido visitados por el 19 y su nefasta parentela. ¿Tendrá algo que ver lo que comen?
Ya de salida…
Con relación al Informe número 1095 del señor Presidente -porque todos los
días se avienta uno- solo una palabra: Iluso.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida
No hay comentarios.:
Publicar un comentario