Opiniones
y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
* Por
poner unos ejemplos…
Para el próximo día 27, el Reino Unido de la Gran Bretaña, anunciado por el
Primer Ministro Boris Johnson, se pone
el fin de las restricciones sanitarias; ya no habrá que llevar el pasaporte, ni
el cubrebocas, ni observar la “sana distancia”; toda vez que la presencia del
ómicron no ha sido peor que una gripe estacional…
Pero el problema no ha terminado.
Todo indica que los mafiosos ya les han tomado el modo a los ciudadanos
y ahora saben bien cómo controlarlos; o más propiamente dicho, sería decir,
someterlos…
No obstante, cuando menos dos cosas quedaron evidenciadas. Una, que la pandemia no fue tan grave como la
hicieron aparecer; sobre todo si la comparamos con otras que han atacado. No en pocas ocasiones se comparó con la de
hace un Siglo a la que llamaron gripe española; y nada que ver…
Y dos.- Los científicos no supieron, ni saben lo que se debe de hacer en
una epidemia -o en una pandemia, que finalmente es lo mismo- ni tampoco saben
cómo reforzar el sistema inmunológico.
Pues finalmente las infecciones se desarrollan en los organismos
enfermos o debilitados; pero no en los sanos…
Seguramente habrá muchos que con justificada razón se incomoden con lo
escrito; y dirán que así opino porque ningún ser querido falleció o se
infectó. Pero déjenme decirles que sí. Personas muy queridas se contagiaron y
enfermaron gravemente, a tal grado que a uno de ellos le dieron hasta los
$antos oleos…
Pero fue con Homeopatía como finalmente salió adelante; al igual que los
que también fueron tratados con esa medicina, que los “científicos” dicen que
no es ni medicina; o en el mejor de los casos, que es un placebo y que la
sugestión hace el resto…
Ignorando que la Homeopatía se utiliza en los animales, a los que
difícilmente se les puede hacer un lavado de cerebro. Y no se diga a los bebés, en los que actúa a
pesar de que no entienden lo que es un placebo…
En lo personal, amante del reino animal, he sacado adelante a perros que se
han contagiado de parvovirus. Infección
que los veterinarios no tienen ni idea de cómo curarla y se limitan a lo de
siempre, antibióticos e inflamatorios; pero con pocas probabilidades de
éxito. Su repertorio no da para más…
Y entre otras anécdotas, puedo decirles que un perrito que tenía ataques de
epilepsia, ocasionados por un traumatismo, había sido tratado con los
medicamentos de “patente”; carísimos, cabe decirlo, su dueña gastaba al mes mucho
dinero sin que los ataques se le retiraran completamente, ni se observara una
clara mejoría; pero con homeopatía va saliendo adelante…
Pero claro, los Laboratorios químico-farmacéuticos han llevado desde hace años
una campaña de desprestigio en contra de esa medicina a la que en el mejor de
los casos llaman alternativa -cuando la Homeopatía es anterior- pues no les
conviene que se curen…
Como bien dijo el doctor Richard J.
Roberts, Premio Nobel de medicina a quien hace unos días cité. “Hacen
medicamentos para vender, no para curar”. Por cierto, que después de
declararlo abiertamente, lo han boicoteado y ya nada se sabe de él. Nada raro…
No obstante, es posible que en un futuro alguien podría demandar a los
fabricantes de píldoras e inyecciones por el delito de lesa humanidad; pues
mucha gente ha muerto por culpa de la desmedida ambición de ellos…
Y es natural que los médicos alópatas descalifiquen a la Homeopatía; pues lo
único que conocen es la “ciencia” que aprendieron y desde siempre han sido
programados al escuchar que es la única medicina; aunque también se les puede
calificar como poco interesados en la profesión que escogieron…
Todo esto también lo cité hace unos días; pero nunca está por demás repetirlo. Tal vez uno se interese en ampliar sus
conocimientos y adquirir nuevos. Y si
nadie pone atención, tampoco importa, cada quien tiene que hacer lo suyo; y yo
hago lo mío…
Y por eso me permito advertir que, con el cambio climático -lo que ya nadie
puede negar que está sucediendo- y ya sensibilizados de hasta dónde pueden
manipular a la gente, volverán a las andadas…
Y debo decir que no nada más son los Gobiernos los perversos, ya que han
tenido que pagar miles de millones de dólares para adquirir las vacunas que no
se necesitan. Sino los dueños de la
poderosísima industria químico-farmacéutica.
Dueños también de medios de comunicación, con los que cierran la pinza
para inculcar pánico a la gente…
Pero finalmente, en las epidemias se mueren los que se tienen que morir. Así siempre ha sido y lo seguirá siendo. Y nadie, ni puede, ni podrá evitarlo, pues
obedece a la ley del más fuerte; y los enfermos son los débiles…
Entiendo que es difícil cambiar los hábitos alimenticios tan arraigados en
la cultura; pero todos somos el resultado de lo que hemos comido. Querer estar mejor o escapar de la
posibilidad del contagio ¡comiendo lo mismo! va más allá de creer en milagros…
Como el de que se acabó la corrupción; que ya ha disminuido la
delincuencia; que ya hay medicinas y que todo está bien. Por
poner unos ejemplos.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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