Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
- Desde La
Razón. Lectura de domingo…
Así como nadie puede odiar,
aborrecer, o despreciar lo que no conoce; de igual forma sucede con el
amor. No se puede amar, querer, o desear
lo que tampoco se conoce…
Hace muchos años, el Lic. Jacobo Zabludovsky Kravesky (1928 – 2015) conducía
el noticiero nocturno más importante de la TV; y un día le informó a su
auditorio que en Italia, un niño había caído en un profundo pozo de donde no lo
podían sacar…
Metieron cámaras para ver las
condiciones en que se encontraba el menor y se procedió de inmediato al
rescate. Durante cuatro días, cada noche
el Lic. Zabludovsky daba el parte de
la situación allá en Italia…
Entrevistas con las Autoridades,
con los padres de Alfredo Rampino, con
sus maestros, con los compañeros de Alfredino,
como le llamaban, se fueron sucediendo al transcurrir de los días,
abrillantadas con numerosas fotografías familiares y escolares, que fueron
impactando a la sociedad. Que sobrecogida,
seguía paso a paso los esfuerzos que se hacían para rescatarlo…
Por el estrecho del ducto de 30
centímetros por el que cayó, mineros hacían un túnel paralelo para poder llegar
hasta él, sin que se derrumbaran las paredes del pozo y le cayeran encima…
El menor de seis años se había
quedado atorado a unos 36 metros de profundidad; y desde ahí se escuchaban los
desesperados llantos de la criatura pidiéndole a su mamá que lo sacaran…
Cuando los mineros llegaron a esa
profundidad, al cavar transversalmente hacia él y llegar, se dieron cuenta de
que Alfredino había resbalado hasta
el fondo del pozo, a poco más de 60 metros.
Pero aún estaba vivo; por lo que prosiguieron lo más rápido que pidieron
Mientras tanto, le bajaban
alimentos y mantas por el estrecho agujero por donde se ofreció bajar atado de
los pies un hombre que padecía acondroplasia -era enano- sin lograr el objetivo,
pues el tiro era muy estrecho, …
No se sabía cuales gritos eran
más desgarradores; si los de Alfredino o
los de su madre, que no se separó un momento de la boca del pozo desde que fue
notificada de lo sucedido…
Finalmente, después de cuatro
angustiosos días en que el mundo entero contenía el aliento esperando el
desenlace. La fatal noticia llegó: Alfredino no resistió; a pesar de que
los rescatistas todavía lo encontraron con vida pidiendo a su mamá, todo fue
inútil…
El relato del espeleólogo Alfredo Licheri, que fue el primero que
contactó con él, fue desgarrador. Pero
hasta un mes después de que cayera en el poco, lograron rescatar su cuerpo…
El duelo fue general. Ya lo conocíamos. Ya sabíamos quién era. Conocíamos a sus papás, a sus maestros, a sus
amigos, qué le gustaba hacer y dónde jugaba…
Pero ese aún no es el caso de Julen, un pequeño de dos años de edad,
que allá en Málaga cayó en un pozo de 100 metros de profundidad y hoy en día
están tratando de salvarlo…
Los gritos de su madre no deben
de ser distintos a los de la madre de Alfredino.
Pero no lo conocemos. No sentimos la misma empatía…
A algunos les puede llegar el
consuelo de que todo lo que sucede es porque su Dios así lo dispone. Aunque a fuerza de ser sinceros, la forma en
que su Dios se entretiene es verdaderamente patética…
Por cierto. ¿Se puede amar no solo lo que no se conoce;
sino lo que nunca nadie ha visto?...
Si por esa línea de pensamiento razonado
seguimos. En el entendido de que nadie
puede dar lo que no tiene; se llega a la conclusión de que no se puede amar a
nadie, sí antes no se ama uno a sí mismo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
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