Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Explicación
no pedida…
Por si no fuera poco anteponer la
“rifa” del mentado avioncito al asunto de los feminicidios; lo que con justa
razón tuvo como consecuencia que las mujeres le gritaran ¡cobarde! al tiempo
que lo retaban a salir de Palacio para que diera la cara. Lo que evidentemente no hizo…
Semejante posición representó un
hecho inédito e incalificable, que solo se le pudo ocurrir a una persona que
está mal de la cabeza. Pero ni aún
disculpando su estulticia por razones de salud mental, solo se puede decir que fue
más que merecido…
Por supuesto que la honorable
encuestadora en cuyo nombre lleva la consigna “Mito Sky” seguirá insistiendo en
que la popularidad del Presidente se mantiene en niveles que en ninguna otra
nación se ve…
Sin embargo pasa por alto que, en
ninguna otra nación se observa que al Presidente le llamen ¡Cobarde! y que lo
reten a salir de su escondite para que de la cara y que no lo haga, ni mande a
alguno de sus achichincles…
Pero qué otra cosa puede
esperarse de la gente que ha vivido del Gobierno en turno, sin importar la
ideología, con tal de que les paguen…
Pero el peligro verdaderamente
grave, no fue lo sucedido, sino lo que va a suceder de ahora en adelante. Empezando porque el Ejecutivo, que decía que
no necesitaba que lo cuidaran, tendrá que rodearse de más guardaespaldas…
Pero si en casa lo peor que puede
hacer una persona, es pelearse con la cocinara -por “algo” siempre hay gente
que prueba lo que se comen- lo peor que
puede hacer un gobernante es pelearse con las mujeres…
No solo porque son mayoría; sino
porque las mujeres son más valientes que nosotros los hombres. Además de que en los pocos hogares que aún
quedan, ellas son las que mandan…
Basta con recordar a Lisístrata -la que disuelve el
Ejército- famosa comedia de Aristófanes
(444 – 385) que acabó con la guerra mediante una huelga sexual que doblegó
a los hombres que, como todos los machos en La Naturaleza, su principal objetivo
en la vida es la reproducción…
El hecho de que miles de mujeres
se hayan apostado en las afueras del oficialista periódico La Prensa
-impidiendo toda presencia masculina en su manifestación- exigiendo justicia y
que salga el Director a quien le reclaman la parcialidad en la información
sobre las agresiones a las mujeres y los feminicidios…
Cabe citar que el edificio estuvo
resguardado por policías, al parecer todas mujeres; y que siguiendo el ejemplo
mañanero de Palacio, nadie salió a dar la cara...
Y todo apenas la misma tarde en
que otras se presentaron en el “Mañanero” y se hicieron escuchar de manera
bastante clara. Lamentablemente, el
hecho de que en su marcha hayan aceptado solapar actos vandálicos, descalifica
sus más que justas demandas…
Que deberían, desde mi muy
personal punto de vista, dirigirlas primeramente hacia quienes las representan,
tanto dentro del gobierno como en el Congreso; y desde luego con los institutos
“autónomos” que supuestamente las “defienden”…
No obstante que lo difícil es que
entre ellas se entiendan y se pongan de acuerdo; lo que en este día el mundo ha
presenciado, parece ser el inicio de un movimiento que será un parte aguas en
la Historia de México…
Pero si eso fuera poco, el
Inquisidor Mañanero todavía salió con que los empresarios compraron cachitos de
la “rifa” “fue de buena fe, nada obligatorio”; ignorando, no solo que quien
mucho habla, mucho yerra; sino que hay un axioma al parecer jurídico, que reza:
“explicación
no pedida, culpabilidad manifiesta”. Y
se puede llegar a pensar que en la presidencia tenemos a un hampón que vende
protección con cachitos pa la rifa.
Para terminar…
Me permito informarles que el
pillo de Mauricio Larios, quien por
medio de Air Bit Club ha robado a
tantísima gente, al parecer ya huyó del País.
Pero aún así, la demanda se presentará para que esté donde esté, pague
junto con sus socios por los fraudes que él y sus socios cometieron.
Y nos vemos mañana, si
el Sol me presta vida.
Demandas justas las que exigen las mujeres y ya tiene tiempo que se manifiestan ante las autoridades y los gobernantes del país, sin que siquiera exista la posibilidad de debatir su ideología y puntos de vista.
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