Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Los
milagros no existen …
Las fotografías que con motivo
del día del Ejército Nacional, el señor Presidente recibió la Bandera Nacional
de manos de una escolta militar; hicieron evidente el por qué el Mandatario está
literalmente desatado…
En términos que el señor
Presidente entiende perfectamente bien, se puede decir que ya se sabe el por
qué actúa así; pues “le tira hasta las de base
por bola”, que ex profeso van muy afuera de plato de bateo…
Para todo tiene una respuesta; se
las sabe todas; o cuando menos cree saberlas, y supone que todos tenemos que
verlas así como él las ve
Diríase, que más que 4o bat -le
gusta fotografiarse con la franela, la cachucha y el bat- más bien parece
“piñatero”. Esos que con los ojos
vendados le tiran de palos a la piñata…
Pues en vez de gallardamente poner
el pecho por delante, pues la fecha bien que lo ameritaba -estábamos con las
fotografías tomadas en el evento- dejando ver que las ya frecuentes
invitaciones a comer tamales de chipilín están haciendo lo suyo, el Presidente
inquisidor, o el inquisidor Presidente, como se prefiera -aquí el orden de los
factores no nos favorece en nada- ¡sacó la panza por delante!…
El saco, ya a fuerza y
desfiguros, pero casi no le cierra -“botoneava” podría decirse si la expresión
lo permite-. Y está bien eso de la
austeridad republicana; pero si no quiere gastar caro, pero cuando menos de su
talla, pues rife la ropita que ya no le queda y le va a sobrar hasta para
pagarle a un sastre…
Pero estábamos en la panza que ya
porta el Presidente. Lo que nos lleva a
recordar que no se piensa igual con la panza llena, que con la panza
vacía. Y que el sobre peso y la obesidad
son la madre de muchos padecimientos…
Y todos y cada uno se manifiesta
con diferentes alteraciones mentales. Los
que están mal del hígado tienen un humor de los mil demonios; los que tienen
hemorroides son explosivos; los que tienen artritis son muy sufridos y
reclamantes, etc…
Pero la característica en común
de todos los enfermos, aunque ellos no muy se dan cuenta, es que son muy
pesados. No cualquiera puede lidiar con
ellos, acaban agotando a todos…
Y las “mañaneras” son un claro
ejemplo de lo citado. De seguir así
tendrán que llevar acarreados para que llenen el recinto y lo escuchen…
Conozco a un amigo que es el
encargado de escuchar las “mañaneras”; y pide que ya, de cuates, que la
comisión que le fue encomendada sea rotatoria entre el grupo. “Es demasiado desgastante escuchar tantas
barbaridades y mentiras y no poder hacer nada” dice. Pero nadie del grupo quiere agarrar la
estafeta. Nadie quiere sacrificarse…
Y si digo que de seguir así, lo
que nos espera, porque además nada va a cambiar, es todavía peor de lo que hoy
tenemos. Y no es porque sea fatalista
-pues de hecho soy muy optimista, pienso que todo esto ya no tarda mucho en
estallar- ni porque tenga una bola de cristal y vea un negro futuro…
Pero si veo lo que hoy se está sembrando,
no es nada difícil saber lo que mañana se va a cosechar. Y si lo que se está sembrando no es nada
bueno; lo que se va a recoger tampoco lo será…
Pero no nada más aquí en nuestro
México -ya los amables lectores saben que lo de “nuestro México” es un
eufemismo- donde los crímenes contra las mujeres y los menores siguen y
seguirán imparables…
De hecho medio mundo anda de
cabeza. Las naciones, como cárteles de
la delincuencia se amenazan y se pelean entre sí por los negocios, por las
riquezas que solo benefician unos cuantos; y sin que les importen las vidas y
el daño ecológico…
Donde las intimidaciones entre
ellos han arrastrado al mundo a gastar más en armas que en el bienestar de la
gente. Donde un orate como el
astrofísico !Uy! ¡Astrofísico! Stephen Hawking
(1942 – 2018) decía que para salvar a la humanidad ¡tenemos que irnos de
aquí a otro planeta!...
Y donde otros tantos orates le
siguieron su locura y gastan lo incontable en cohetes y naves espaciales que
nunca llegarán a otro lugar donde los humanos puedan vivir; mientras tanto aquí
la gente sigue muriendo de hambre y enfermedades…
Y a menos que las Leyes hayan
cambiado y ya se siembre una cosa y se coseche otra; si esto y mucho más, es lo
que se está sembrando, por favor díganme los amables lectores, qué otra cosa
nos espera. Porque los milagros no existen.
Por cierto: ¿Qué quiso decir el
Presidente López Obrador con eso de
que les dio las gracias a las Fuerzas Armadas “por no escuchar el canto de las
sirenas y dar la espalda al golpismo”…
¿Se habrá enterado de que dentro
de las Fuerzas Armadas hay mucha inconformidad?
¿Ya le habrá caído el 20 de lo que dijo el General Carlos Gaytán? ¿O él tiene otros datos?
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
Las mañaneras son un maratón de resistencia para escuchar lo que tendría que informar el vocero de la presidencia, y los respectivos secretarios. Porque de esta manera se práctica el culto al ego.
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