Opiniones
y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
- Entre el fervor y el fanatismo…
La pasión exacerbada de creencias, ideologías u
opiniones es lo que lleva al fanatismo; cuya naturaleza reside en cambiar a los
demás. En forzar o despreciar a quienes
piensan de otra manera…
Y las religiones han llevado a los hombres a la
estulticia de rendirle culto a los ídolos; a tal grado de sacrificarse por
ellos y hasta martirizarse, hasta torturarse por mano propia; lo que es
inconcebible para una mente sana…
Los festejos del 12 de diciembre en México son
el ejemplo más claro de la perversidad de quienes manejan la religión. Enriquecerse engañando a los demás debiera
ser penado por las leyes…
Sin soslayar que la gente enfurece cuando los
maestros bloquean calles o avenidas; o cuando un grupo de ciclistas se apoderan
de la carretera y quieren que los autos motorizados vayan a su paso y no los
rebasen…
Hay quienes piensan que son peores que los
motociclistas que cuando menos van a la misma velocidad o los adelantan; sin
soslayar que muchos quisieran ser como ellos y recorrer los caminos con la cara
al viento y con una chica que te abraza por la espalda…
Pero cuando te topas con una procesión de
guadalupanos custodiados por patrullas, no se puede pensar en otra cosa que entender
por qué México está como está. Pues
pensar que con una intervención divina nos va a ir mejor, es tan iluso como
pensar que el cambio viene después de una elección y el consecuente cambio del
gobierno…
Los milagros no existen; y nada ni nadie va a
cambiar si se le pide a la Virgencita de Guadalupe, ni tampoco nada va a
cambiar si vamos a sufragar en las elecciones, mientras no hagamos nada por
vivir de otra manera…
Los enfermos no sanarán, ni los ingresos
familiares se van a incrementar por el simple hecho de desearlo o de
encomendárselo a una deidad. Tenemos que
hacer algo para que el cambio se dé…
Y responsabilizar a los demás de nuestras
desventuras solo da a entender que dependemos de los demás para lograr las
metas. El problema es que muy pocos son
los que tienen metas que perseguir en la vida, y solo sobreviven de la mejor
manera posible…
Los que no tienen metas en la vida son
utilizados y generalmente trabajan para los que si la tienen, para los que
saben por donde van y a dónde quieren llegar.
Unos viven la vida y otros la sobreviven…
Como ejemplo: mientras Norberto Rivera ora por los migrantes y por los pobres en los EEUU,
y le pide a la Virgen que toque el corazón endurecido de Trump para que no los deporten;
la Arquidiócesis dice que debe revisarse y redistribuirse la riqueza…
Lo segundo es una burla, pues la igle$ia deberían
empezar por distribuir su propia y mal habida fortuna. Y en cuanto orar para que la Virgen de
Guadalupe toque el corazón del presidente electo…
Mientras los miembros de la otrora respetable
institución que representa al Senado de la República, se “divierten” mentándole
la madre, haciendo mofa y dándole de palos a una piñata con la esfinge de Trump…
Hecho que si lo hubiera llevado a cabo algún
sindicato, aún frente a la Embajada yanqui; o por el Pueblo, no pasaría de ser
un acto sin trascendencia; pero el que los integrantes del Senado lo hayan
hecho, fue algo absolutamente indebido…
El insultar directamente al Presidente Electo de
los EEUU y al mismo tiempo manifestarse y actuar para atemperar sus intenciones
antimigrantes, es incoherente y no puede esperarse que el hecho no tenga
repercusiones…
Y máxime cuando las elecciones presidenciales
están a la vuelta de la esquina; y mucho les dificultará el llevar a cabo otro
fraude: pues en los anteriores, cuando le robaron a Cárdenas el triunfo; y las dos veces en que López Obrador le hicieron lo mismo…
Pues en todas las ocasiones, al darse a conocer
el triunfo, el primero que reconoció a los ilegales Salinas de Gortari, Calderón y Peña Nieto, fue el gobierno de
Washington, lo que fue suficiente para legitimar a los usurpadores…
Y con el simple hecho de que en el 2018 no lo
hagan, es decir, que no lo reconozcan, será suficiente para que, le hagan como
le hagan, el problema sería mayúsculo y de desastrosas consecuencias para la
clase gobernante, de oficio y de facto…
Somos tan peligrosamente dependientes de lo que
sucede en el vecino del Norte, que no hace falta que nos invadan con marines y portaaviones
para someternos a sus condiciones, basta con que no nos vendan maíz o no
reconozcan el triunfo de un candidato.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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