Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 26 de diciembre de 2016

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                       Entre la guerra y el hambre…

Mientras acatando instrucciones sionistas el señor Trump -quien ya había dicho que no invadiría otras naciones- declara formalmente inaugurada la nueva guerra fría y la consiguiente carrera armamentista…

Esta vez entre las potencias emergentes y la decadente.  Tan decadente que su servicio de inteligencia no pudo detectar el autoatentado terrorista de las Torres Gemelas; aunque hay quienes dicen que ya todo estaba arreglado…

Gélido conflicto que resultará más productivo que la guerra abierta; pues las armas que van siendo obsoletas dado los avances tecnológicos, se las venden a los tercer mundistas para que se maten ente ellos.   Negocio redondo, nada se desperdicia…

Además de que con los presupuestos que se destinan al bienestar social son dedicados a la fabricación y adquisición de armas, cientos de millones de personas por todo el mundo se tornarán cada vez más pobres; y muchos seguramente morirán de hambre o de desnutrición…

Lo que deja en claro, por un lado, el desprecio por la vida que tienen los fabricantes de armas.  Y desde luego la inutilidad que es el costosísimo elefante blanco al que llaman la ONU, o sea, el otro traspatio de los EEUU; que a su vez lo viene siendo de los sionistas israelíes.  De hecho, hay quien asegura que los EEUU son el brazo armado de los sionistas…

Toda vez que las resoluciones del Consejo de Seguridad solo son aplicables cuando a los sionistas les conviene.  Pero cuando son contrarias a sus intereses, no solo las desacatan, sino que todavía se dan el lujo de aplicar sanciones en contra de quienes proponen y votan esas Resoluciones adversas; cuando los sancionados por no cumplirlas debieran ser ellos…

Pero así funciona el mundo.  Como ejemplo está la Resolución 242 del 22 de noviembre de 1967, que ordenó a Israel el retiro de sus tropas de los territorios ocupados durante la guerra de los seis días.  Lo que nunca sucedió…

Y el pasado viernes, el Consejo de Seguridad aprobó -por 14 votos a favor y una abstención, la de EEUU- una resolución que le exige a Israel poner fin a los asentamientos en Palestina…

Como respuesta, no solo el Embajador israelí ante el Organismo, airado declaró que “Ni el Consejo de seguridad ni la UNESCO pueden romper el vínculo entre el pueblo de Israel y la tierra de Israel”…

Falso argumento que han esgrimido los sionistas para apoderarse de esas tierras, que fueron de los palestinos desde mucho antes de que fueran invadidos por Josué al frente de los israelitas -personaje que según la $agrada Biblia detuvo el Sol con un dedo (¿?) ¡Para poder seguir matando gente!-…

Jericó, hoy un importante balneario para millonarios en el Mediterráneo, existía como parte de las tierras de Canaán -el nombre de Palestina fue impuesto por los romanos- hasta que sus murallas fueron derribadas por el sonido de trompetas divinas proporcionadas por el “pacifista” de don Jehová…
 
El caso es que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, no se conformó con decir que no acataría la resolución emitida; mandó llamar a los embajadores de las naciones que aprobaron la resolución y ante ellos corroboró que Obama fue quien cabildeó para que la Resolución fuese presentada y aprobada…

Como la maestra que mandó llamar a los niños para averiguar quién fue el osado que se atrevió a poner un chicle en su asiento; o sea: ¿Cómo fue que se atrevieron a aprobar esa resolución sin pensar que el asunto tendría sus consecuencias?...

El hecho de que Washington no haya ejercido su derecho a veto y solo se haya abstenido de votar; ha hecho que algunos piensen en una división entre los dos Estados singularmente unidos…

Pero en el fondo más parece ser un problema personal entre Obama y Netanyahu.  Lo más seguro que con la llegada de Trump a la Casa Blanca, el proteccionismo regrese a la “normalidad” y todo quede en el anecdotario…

Sin soslayar que cuando Netanyahu por primera vez ocupó el cargo de Primer Ministro, se le calificó como mesiánico.  Término que bien a bien no se explica; pues para los judíos, el Mesías -que aún no ha llegado- va a ser un hombre que va a traer la paz al mundo…

En cambio, para los creyentes en Jesús, consideran que será el Anticristo el que traerá a paz al mundo.  Solo que los cristianos se opondrán argumentando que el único que puede traer la paz al mundo es Jesús….

Y en vez de civilizadamente debatir la encontrada posición, se organiza la batalla final: El Armagedón, la batalla final entre Dios y los seres humanos que se niegan a someterse a sus mandatos…

Y después de que “los buenos” han matado a todos “los malos” que creyeron que el Anticristo traería la paz al mundo, sentenciarán: Ya vieron que el único que puede traer la paz al mundo, es Jesús…

Y claro, matando a todos los opositores.  Ya hasta parecen políticos….

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.



        





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