Diario Libertad

Diario Libertad
Don Sata

miércoles, 28 de febrero de 2018


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

·              Ya ni en la paz de los sepulcros se puede creer…

Independientemente de que el mundo es muy distinto al de hace unos pocos años; y no parece ser que haya cambiado para bien.  Auque reconocer que las lógicas diferencias generacionales siempre han existido y concuerdan en sus opiniones de que antes estaba mejor…

Algo deben de haberse hecho mal, porque quienes tienen hijos jóvenes -o adultos jóvenes- andan en el desquicio total.  Van por la vida según se les atraviesa el camino.  Más o menos como si un actor de teatro no supiera el papel que va a representar en la obra que ya empezó y tiene que salir a escena… 

Un claro ejemplo del cambio generacional se ve en la medicina, los tratamientos de las enfermedades y las técnicas quirúrgicas, son muy diferentes a las de antes.  Ahora hasta operan a larga distancia…

El cirujano está en filipinas y el paciente en Boston.  Los coches y los aviones sin piloto, que ocasionarán la inutilidad de miles de gentes, son un ejemplo de cómo piensan sustituirnos con la robótica…

Los médicos de antes, cabe mencionarlo, hacían medicina; y amaban lo que hacían.  Los de hoy hacen dinero con los enfermos y tienen horarios para atenderlos.  Si no se paga por adelantado, no atienden…

Cuando antes iban a la casa; y sin grandes estudios y análisis, sabían lo que el paciente tenía y cómo debía de curarse.  Generalmente con purgas o lavativas, más una dieta blanda…

Hoy los expertos en nutrición, los nutriologos, recomiendan que se ingieran alimentos hasta cinco veces al día.  Desconociendo un muy importante principio hipocrático que claramente establece: “Alimentar un enfermo es alimentar la enfermedad”…

Y desde luego obviando que La Madre Naturaleza dicta que el metabolismo de los animales diurnos tiene un horario y el de los animales nocturnos tiene otro.  Los animales diurnos no comen de noche y los nocturnos no comen de día.  Y los seres inhumanos somos animales diurnos…

Y en eso me detengo.  Qué clase de animales somos cuando el sexo y el dinero mueven al mundo.  El enterarnos de que empleados de la ONU les entregaban alimentos a las mujeres y a las niñas sirias, a cambio de sexo…

Y sabemos que los gloriosos Cascos Azules de la misma ONU enviados para supervisar la paz, han sido señalados reiteradamente de llevar a cabo las mismas deleznables prácticas; lo que fue reconocido por la propia ONU…

¿Cómo se puede ser tan ruin?  Cabe preguntar.  Si eso hacen quienes llevan la ayuda humanitaria

Pero la degradación de la especie humana ha llegado a puntos inauditos de matar a alguien por robarle un celular.  Se ha perdido completamente el respeto por la persona, y en consecuencia el respeto por toda forma de vida.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.   







No hay comentarios.:

Publicar un comentario