Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 7 de octubre de 2018


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

·                       En aras del “progreso”...

Mientras por el mundo diferentes grupos ambientalistas luchan denodadamente en favor de la conservación del ecosistema; lo cierto es que el Planeta continúa sufriendo la agresión del hombre…

Aquí en México, vergonzoso ejemplo de inconsciencia, todavía se sigue anteponiendo el interés económico, a la vida de animales y plantas, que serán desplazados -en el mejor de los casos- o de plano extinguidos, por la “conveniente y favorable” construcción de un aeropuerto.  Siempre en aras del progreso…

Sin soslayar que sobre la hoy CDMX y sus populosas zonas conurbanas, pende no la seria amenaza, sino la terrible realidad de la escasez de agua que ya muchos millones de ciudadanos padecen…

Y que el problema se agudizará con la construcción y la demanda del “vital líquido”; pero ni así entienden que el agua es la vida.  Lo han escuchado y hasta lo repiten; pero no lo entienden, es decir, que no son conscientes de lo que oyen y dicen. La humanidad está enferma.  Y está enferma por lo que come…

Si todos, sin excepción, somos el resultado de lo que hemos comido, cabe recordar las palabras de Alberto Isaac (11923 - 1998) hay una lúcida, implacable lógica, comemos porquerías, almacenamos porquerías dentro de nuestro organismo, luego entonces pensamos y actuamos puercamente. De ahí que la raza humana sea contumazmente cruel, codiciosa, egoísta, capaz de vilezas sin límite”…

Y aunque no es ningún consuelo el que los mexicanos no seamos los únicos inconscientes, pues Brasil y los EE.UU. tienen también altos índices de población enferma de obesidad, con hipertensión arterial, niveles alterados de colesterol y sus consecuencias, como la diabetes, los problemas renales y circulatorios…

La gravedad del problema es algo que prácticamente no se ve que les preocupe mucho a las Autoridades -ni a las de allá, ni a las de aquí- a pesar de que los costos en la atención de los enfermos son altísimos…

A tal grado que superan por mucho los ingresos que por impuestos pagan las empresas chatarreras causantes de los citados padecimientos. ¡Inentendible!  Sobre todo porque no es económicamente rentable…

Y todo esto, a pesar de que según el Rector de la Academia Interamericana de Ciencias Médicas de Brasil, José Caetano Tavares, orador en el Simposio Mundial de Ciencias de la Salud, celebrado en días pasados en la ciudad de Orizaba, Ver. Se calcula que 5 de cada 10 habitantes del Planeta enfrentan alguno de los citados padecimientos…

Sin embargo, estamos tan enfermos los seres humanos -supuestamente hechos a imagen y semejanza de ya saben quién- que en Japón, donde empezaron con el desorden de los juguetes sexuales con formas de muñecas, todas jovencitas que se pueden vestir de colegialas, hay que señalarlo, la producción apenas si alcanza a surtir la demanda...

Por cierto que en México ya se pueden adquirir, pero como todavía somos una nación tercermundista, solo nos llegan los saldos de los primeros modelos; pero los modernas y más avanzadas muñecas son auténticos robots con los que se puede interactuar hasta intelectualmente…

Lo que no se aconseja, pues son máquinas que en muchos sentidos son superiores al hombre, pues su capacidad en RAM no es siquiera comparable a la humana y saldrían perdiendo…

Pero independientemente de que son prácticamente unas computadoras avanzadas e independientes, pueden ser programadas para hacer los quehaceres domésticos y secretariales…

Amén de cumplir con los “deberes” maritales, con gritos, pugidos y toda la cosa; y dicen quienes ya han adquirido una -o unas, porque las hay de todos los colores y formas- que el problema es el baño y los cortocircuitos que pueden provocarse si pretendes chapotear con ellas en la tina, el jacuzzi o la alberca…

Y aunque tienen ciertas desventajas, son compensadas con que no se tiene familia política, no gastan en tintes ni salones de belleza.  Además de que ni se quejan ni se enferman…

Si pueden llegar a descomponerse, pero todas tienen garantía de reparación o reposición por caso de daño irreparable.  Habrá que adquirir una dicen algunos; todo en aras del progreso.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.






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