Opiniones
y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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En aras del “progreso”...
Mientras por el mundo diferentes grupos
ambientalistas luchan denodadamente en favor de la conservación del ecosistema;
lo cierto es que el Planeta continúa sufriendo la agresión del hombre…
Aquí en México, vergonzoso ejemplo de
inconsciencia, todavía se sigue anteponiendo el interés económico, a la vida de
animales y plantas, que serán desplazados -en el mejor de los casos- o de plano
extinguidos, por la “conveniente y favorable” construcción de un aeropuerto. Siempre en aras del progreso…
Sin soslayar que sobre la hoy CDMX y sus
populosas zonas conurbanas, pende no la seria amenaza, sino la terrible realidad
de la escasez de agua que ya muchos millones de ciudadanos padecen…
Y que el problema se agudizará con la
construcción y la demanda del “vital líquido”; pero ni así entienden que el
agua es la vida. Lo han escuchado y
hasta lo repiten; pero no lo entienden, es decir, que no son conscientes de lo
que oyen y dicen. La humanidad está enferma.
Y está enferma por lo que come…
Si todos, sin excepción, somos el resultado de
lo que hemos comido, cabe recordar las palabras de Alberto Isaac (11923 - 1998) “hay una lúcida, implacable
lógica, comemos porquerías, almacenamos porquerías dentro de nuestro organismo,
luego entonces pensamos y actuamos puercamente. De ahí que la raza humana sea
contumazmente cruel, codiciosa, egoísta, capaz de vilezas sin límite”…
Y aunque no es ningún consuelo el que los
mexicanos no seamos los únicos inconscientes, pues Brasil y los EE.UU. tienen también
altos índices de población enferma de obesidad, con hipertensión arterial,
niveles alterados de colesterol y sus consecuencias, como la diabetes, los
problemas renales y circulatorios…
La gravedad del problema es algo que
prácticamente no se ve que les preocupe mucho a las Autoridades -ni a las de
allá, ni a las de aquí- a pesar de que los costos en la atención de los
enfermos son altísimos…
A tal grado que superan por mucho los ingresos
que por impuestos pagan las empresas chatarreras causantes de los citados
padecimientos. ¡Inentendible! Sobre todo
porque no es económicamente rentable…
Y todo esto, a pesar de que según el Rector de
la Academia Interamericana de Ciencias Médicas de Brasil, José Caetano Tavares, orador en
el Simposio Mundial de Ciencias de la Salud, celebrado en días pasados en la
ciudad de Orizaba, Ver. Se calcula que 5 de cada 10 habitantes del Planeta
enfrentan alguno de los citados padecimientos…
Sin embargo, estamos tan enfermos los seres humanos
-supuestamente hechos a imagen y semejanza de ya saben quién- que en Japón,
donde empezaron con el desorden de los juguetes sexuales con formas de muñecas,
todas jovencitas que se pueden vestir de colegialas, hay que señalarlo, la
producción apenas si alcanza a surtir la demanda...
Por cierto que en México ya se pueden adquirir,
pero como todavía somos una nación tercermundista, solo nos llegan los saldos
de los primeros modelos; pero los modernas y más avanzadas muñecas son
auténticos robots con los que se puede interactuar hasta intelectualmente…
Lo que no se aconseja, pues son máquinas que en
muchos sentidos son superiores al hombre, pues su capacidad en RAM no es
siquiera comparable a la humana y saldrían perdiendo…
Pero independientemente de que son
prácticamente unas computadoras avanzadas e independientes, pueden ser
programadas para hacer los quehaceres domésticos y secretariales…
Amén de cumplir con los “deberes” maritales,
con gritos, pugidos y toda la cosa; y dicen quienes ya han adquirido una -o
unas, porque las hay de todos los colores y formas- que el problema es el baño
y los cortocircuitos que pueden provocarse si pretendes chapotear con ellas en
la tina, el jacuzzi o la alberca…
Y aunque tienen ciertas desventajas, son
compensadas con que no se tiene familia política, no gastan en tintes ni
salones de belleza. Además de que ni se quejan
ni se enferman…
Si pueden llegar a descomponerse, pero todas
tienen garantía de reparación o reposición por caso de daño irreparable. Habrá que adquirir una dicen algunos; todo en
aras del progreso.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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