Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

diariolibertad@gmail.com

.

·                 Como gorda en tobogán…

Como era de esperarse, las por demás ridículas manifestaciones copiadas de los “pañuelos verdes” fueron un reverendo y rotundo fracaso -segundas partes nunca fueron buenas-.  Los feminicidios; y en general las agresiones en contra de las mujeres no disminuyeron un ápice…

La violencia continua imparable. Las estadísticas así lo indican aunque “alguien” tenga otros datos.  No obstante, no deja de ser digno de mencionarse que en mucho, los responsables de ella, de la violencia hacia las mujeres, se atrevan a hacer declaraciones alegando la impunidad, como las que hicieron en su panfleto semanal “Desde la fe” los patéticos representantes de los curas…

Cuando las religiones, no solo la católica, sino absolutamente todas, según esto encargadas de la moral de los ciudadanos de los pueblos, son directamente las responsables de que a la mujer se le considere un ser de segunda, por debajo de los que a sí mismos se consideran hechos a imagen y semejanza de su inventado dios…

Que solo les ha servido para organizar guerras por todos lados y enriquecerse brutalmente a costillas de los ingenuos -lamentablemente todavía muchos- que todavía creen en sus absurdas creencias de cielos e infiernos con dioses “buenos” y dioses “malos”…

Cuando hace más de 2 mil quinientos años, Pitágoras (569 - 475) sin duda el más grande pensador de toda la Historia de la Humanidad.  Muy por encima de todos los profetas supuestamente enviados de parte del Creador,  sentenció: “El bien y el mal no existen, solo existe la salud y la enfermedad”…

Somos una humanidad enferma, gravemente enferma.  Y esa es precisamente la razón por la que la violencia, le hagan como le hagan, no tiene remedio, toda vez que no se ataca la raíz del problema…

Y esa raíz radica precisamente en la enfermedad que, apoyada en la terrible misoginia que han practicado los “religiosos” desde que a un evidentemente trasnochado se le ocurrió decir que dios era hombre…

Convirtiendo a la humanidad en vergonzosos seres idólatras, que lo mismo y le rinde culto a un becerro hecho de oro -al que siguen adorando más que a nada en el mundo- que a una botella de veneno, como lo es la Coca-Cola…

Por lo que da igual.  Mientras el hombre no se cure y se ame a sí mismo, se entregará por entero a cualquier cosa, por absurda que esta sea.  Pero como nadie puede amar lo que no conoce; pues se continúa en la creencia de que somos perfectos y nada podrá solucionarse…

El día que el hombre entienda que es vil un parásito de La Tierra; solo entonces podrá cambiar su arrogante actitud.  Pero eso no sucederá y la humanidad, con honrosas excepciones, seguirá siendo el depredador más grande que ha existido y por ende continuará destruyendo todo lo que por enfrente se le ponga, se llame como se llame…

Ya que este “valioso” ejemplar es el único animal que destruye su hábitat, se destruye a sí mismo.  Y luego todavía hay quienes aseguran que somos seres inteligentes, y hasta se atreven a medir su coeficiente intelectual…

Cuando la verdadera inteligencia radica en la adaptación al medio que le rodea, no en su capacidad para hacer portentosas armas e inventos que en nada han beneficiado a La Madre Tierra que, finalmente es la que nos da de comer a todos…

Y como infaliblemente todos somos el resultado de lo que hemos comido, la única forma de ser de otra manera y acabar con la violencia, no nada más en contra de las mujeres, sino en contra de nosotros mismos y por ende de La Naturaleza, será comer de otra manera…

De no ser así, ya podrán cambiar los pañuelos verdes por otros morados, azules o rojos, que absolutamente nada cambiará; y seguiremos siendo los mismos salvajes que hasta ahora hemos sido…

La humanidad no es mala; está enferma.  Y como los enfermos piensan como enfermos pues es imposible que piensen como sanos, seguiremos en caída libre, literalmente como gorda en tobogán.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

No sin antes permitirme recordarles que Air Bit Club es un fraude.