Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

diariolibertad@gmail.com

• Sobre el aborto y los extraterrestres…

En el entendido de que las creencias y las religiones no son lo mismo.  La creencia es un estado mental en el que el individuo cree que algo es absolutamente verdadero aunque no pueda demostrarlo…

Y las religiones, son un conjunto de cuestiones culturales que tienen una visión del mundo que los relaciona con los dioses estableciendo valores que para ellos son morales, pero que para otros no lo son…

Incluyendo valores universales que por lo general pocos respetan, como el no mentir y el no matar, entre otros.  Por cierto que Eolo, el dios griego de todos los vientos.  Ehécatl de los aztecas, Kukulkán para los mayas, le mandó un mensaje a Trump haciéndole saber que no estaba de acuerdo con su muro…

Pero en todas las creencias y religiones, las deidades a las que los hombres veneran siempre han bajado del cielo -El Nirvana, El Olimpo, El Paraíso, etc.- o sea, aunque parezca una frase de Perogrullo, han bajado de arriba.  Descienden y ascienden…

Sin embargo el cuento es el mismo.  El mañoso inmortal se las ingenia para dejar embarazada a una mortal, ciertamente que no de malos bigotes.  Y se dice que es un mañoso, porque en ningún caso se hace referencia que el acto y el embarazo hubieran sido concensuados…

Lo que quiere decir, que la jurídicamente víctima, ni cuenta se dio; y lo peor, que cuando se descubrió el embarazo fue maltratada porque lógicamente, pues no le creyeron…

José la quiso dejar Mateo (1,19) pero un ángel le dijo que no podían regresar los regalos de boda, o algo así.  El caso es que aguantó vara y reconoció al chiquillo sin saber quien llegaría a ser.  Pero como le salió guerito y de ojos azules, no muchos se la creyeron…

Sn embargo, el Padre Tiempo es sabio y hace ver las cosas de otra manera.  Solo que en veces un poco tardado, porque tres Siglos después de ocurridos los hechos, el caso llegó a manos del Baltazar Garzón de aquel entonces; y mediante un juicio justo, desprestigió a todos los involucrados; e hizo ver los acontecimientos desde otro ángulo…

Y de haber sido violada por el marrullero, se convirtió en la escogida de los dioses; y era un honor para ella tener en su vientre un ser divino.  Pero…

¿Qué hubiera pasado si esas mujeres que resultaron escogidas por los dioses para traer súper hombres al mundo, María, Maia, hubieran abortado?  ¿Qué hubiera pasado si sus hijos no nos hubieran salvado?...

¿Salvado?  ¡Ah caray! ¿Pues qué ya nos salvaron?  ¿Estaríamos peor si no hubieran nacido?  ¿Seríamos mejores antes de que llegaran los extraterrestres y se llevaran a nuestras chicas?  ¿Estábamos mejor antes de la llegada de los españoles y los ingleses?...

“El hombre que actualmente puebla el Planeta, vino de las estrellas; por eso siempre querrá regresar a ellas”.  Pitágoras (569 - 475)

Y esa es precisamente la razón de fondo; ya que al llegar de fuera no encajamos como eslabón de ninguna cadena ecológica de La Tierra, por lo que el hombre “disque sapiens” no se adapta a vivir bajo las Leyes de La Madre Naturaleza…

En pocas palabras, no somos hijos de La Tierra; la hemos parasitado.  Como los conejos y los gatos que llevaron a Australia; y que al reproducirse han ocasionado verdaderos desastres. Por lo que decidieron matarlos y han hecho campañas para deshacerse de los hermosos animalitos, pero que en Australia son parásitos y hacen daño…

Así nosotros, los Homo disque Sapiens; lo mismo y del Planeta de donde venimos éramos útiles; pero aquí más bien como que salimos sobrando.  Y ahí está el ejemplo en la enjaulada que nos dieron con el pretexto del bicho, como que todo medio quería regresar a la normalidad…

Pues igual, nos hemos reproducido como conejos y gatos en Australia, infectando todos los ecosistemas de todos los climas.  Tenemos presencia en todo el Planeta.  Somos como septicemia humana…

¿Y todavía se ponen a discutir acerca de si el aborto está bien o no?  ¡Por favor! estamos en el Siglo XXI.  Ningún ser humano, ninguno; ni siquiera toda la humanidad entera y junta, valemos más que una sola abeja, o que un halcón, o una ballena…

Aunque en el fondo, lo quieran manejar como el crimen de una criatura que está viva y se mueve y no puede defenderse; la cruda realidad es que el aborto es un parásito menos que ya no va a fastidiar a La Madre Tierra...

Además ¿Traer a este mundo a un hijo que va a crecer enjaulado y sin contacto con otros seres de su especie más que virtualmente?  Y teniendo que pagar una deuda con los agiotistas Bancos, cuando ellos no la contrajeron ni la han disfrutado…

Oponerse a la interrupción del embarazo no es cosa de hombres, compañeros; es asunto de mujeres.  Primero hay que construir un mundo decente para las próximas generaciones…

Nunca podremos dejar de ser parásitos, pues seguiremos viviendo de La Madre Tierra sin aportar nada positivo; pero podemos dejar de ser dañinos y cambiar nuestra relación con Ella.  De no ser así, traer hijos a este asco de mundo, es ser irresponsable.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.