Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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El sueño perfecto…
Si las hermosas antófilas -del griego
antophilia=amante de las flores- no hubieran existido, el mundo no existiría. Cuando el Creador del Cielo y de La Tierra
terminó su trabajo…
Vale decir que fue sencillamente Perfecto y lo
pongo con mayúscula porque efectivamente no podía faltarle nada, ni sobrarle
nada. Habiéndolo hecho El, no podía
esperarse que fuera de otra manera…
Sin embargo, como era un tanto cuanto engorroso
crear la materia para luego hacer El Universo, además de que primero tendría
que tener la materia; y como nada puede salir de la nada, se ahorró problemas y
todo lo creó en su pensamiento…
Hoy los “científicos” dicen que nada de lo que
vemos realmente existe, que todos vivimos dentro de una computadora. Pero lo que no dicen es quien la maneja. Porque sin duda debe de ser un hijo de allá
del rancho de López Obrador; porque
hay que ver que tiene de cabeza la pantalla del ordenador…
Pero lo cierto es que los científicos se
aprovechan pues quien dijo eso ya está muerto y no los puede demandar por
plagio. Solo que cuando Hermes lo dijo no había computadoras…
Y como nada puede salir de la nada, dedujo que El
Universo vive en la mente del Creador.
Que es como un sueño; y cuando se despierte, ¡Paff! todo se acabará…
Pero regresemos con el sueño perfecto del
Creador, obvio decir que todavía no llegábamos los Sápiens, que quién sabe de
dónde deben de habernos corrido por prejuiciosos. Pero en fin, ese no es el tema…
El caso es que sus cuates, los cuates del
Creador, ni modo que ande solito, admirados por su trabajo, para El tan fácil
como quien hace un castillo en la arena, le preguntaron: ¿Y cómo le vas a hacer
para que todo se conserve así de bonito, de perfecto, porque vaya que te quedó
bien?...
¡Ahhh! Jijos debe de haber dicho El Creador. Ahorita lo arreglo. Y lejos de contratar los servicios de
mantenimiento con alguna empresa, que luego ni se los dan y nomás cobran con
facturas falsas…
Creó; sí, a las hermosas antófilas. A las abejas para que mantuvieran flamante su
Creación. Sin duda el ser vivo más
importante de todos; incluyendo por supuesto a los Sápiens, que venimos siendo
la antítesis…
Ni siquiera somos los menos importantes, eso
sería algo; la realidad es que ¡salimos sobrando! Claro que podemos ser útiles, pero parece que
no queremos…
Somos tan infelices, o inconscientes, para que
no se ofendan, que estamos aniquilando esos animales a los que todo les debemos
y no les damos importancia…
Lo mismo pasa con los caballos esos no menos hermosos
animales que hoy solo nos sirven para diversión, o son explotados en el
trabajo. Cuando a lomos del caballo se
construyo el mundo. La agricultura se
desarrolló…
El hombre pudo transportar cosas muy pesadas
mucho más rápido de lo que podía hacerlo a pié y recorrer distancias que sin
ellos no podría. Acercó a la gente y nos
ha acompañado desde hace miles de años…
Los Imperios se hicieron arriba de un
caballo. Los jinetes escitas inspiraron
a los centauros y acomodaron constelaciones de estrellas. En el lomo de un caballo Alejandro el Grande (356 – 323) conquistó el mundo de su tiempo. Y Gengis
Kan (1162 - 1227) hizo lo mismo. No
se diga los españoles que aterrorizaron a los americanos con sus caballos…
Como sea,
el mundo de hoy se debe a los caballos.
Las estatuas de grandes próceres del mundo son montados sobre uno de
esos animales tan nobles e inteligentes con los que existe la telepatía, ellos saben,
como también los perros, y casi todos los animales, lo que uno piensa, siente o
necesita. No en balde hacen milagros con
los autistas. Y sin que nadie se ofenda,
quien ha tenido la fortuna de convivir con ellos, son más que hermanos.
Y nos vemos mañana si el Sol me presta vida.
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