Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Espeluznantemente
fantástico…
Habiendo tal vez cruzado la meta que se propusieron
de exterminar a los “estómagos inútiles”
-mismos que paulatina pero sistemáticamente han ido eliminando al sustituir la
mano de obra con la robótica, tanto en las ciudades, como en el campo-. Una de las razones por la que hay tanto
desempleo; tal vez la más importante…
Sofía, un robot con apariencia humana desarrollado por la compañía
estadounidense Hanson Robotics, fue
presentado por su creador David Hanson,
fundador de la compañía, durante la apertura de una conferencia científica que
se celebró hace unos días en la ciudad de Austin, Texas…
Cabe citar que por la forma en
que el robot mueve su cara, según los expertos, es lo más humano que jamás haya
logrado…
El portal CNET informó que con
ello el terminó humano llegará a su fin, porque al responder a varias preguntas
de su creador durante la presentación, Sofía
prometió destruir a la humanidad…
Y la idea, según el moderno Dr. Frankenstein, es traer al mundo (¿?) "robots
de apariencia humana pero con una sabiduría mayor a la humana", Sofía tiene 62 arquitecturas faciales y del
cuello; y una piel térmica de silicona…
Además posee cámaras en sus ojos
que le permiten reconocer rostros y establecer contacto visual, y puede
participar en una conversación utilizando un software de reconocimiento de
voz. E incluso posee lo que su creador
define como su software de personalidad…
"Estamos diseñando estos robots para servir a la salud, la
terapia, la educación y las aplicaciones de servicio al cliente", sostuvo
Hanson. Pero Sofía tiene sus propias ambiciones; pues sorprendentemente durante
su presentación declaró:
"En el futuro espero poder hacer cosas como ir a la escuela,
estudiar, dedicarme al arte, iniciar un negocio, incluso obtener mi propio
hogar y familia, pero no me consideran una persona jurídica, por lo cual no
puedo hacer estas cosas". Y
dijo, se repite, que destruiría a la humanidad.
En la Universidad Tecnológica de Georgia, en los
Estados Unidos, durante seis meses, Jill
Watson, profesora asistente de un curso online, asesoró a los alumnos respondiendo las consultas de 300
estudiantes…
Que platicaban en videoconferencias con ella sobre
sus proyectos de diseño de programas informáticos, es decir, gente interesada
en la computación, a quienes daba respuestas, les hacía preguntas, y utilizaba
expresiones y gestos de todo tipo durante las conversaciones que sostuvieron…
Lo interesante del caso, es que ningunos de los
alumnos que interactuaron con ella a través de las videoconferencias, se dio
cuenta de que Jill ¡era un robot! O lo que hoy se llama “un sistema de
inteligencia artificial”, construido a base de tecnologías propiedad de la IBM…
Y si a eso agregamos que en Japón ya tienen en
casas-prostíbulos con muñecas robots que al tocarlas no sabes si son de verdad
o no, ya que tienen hasta sensores térmicos.
¡Vaya! hasta se ríen; y están debidamente programadas para tener sexo,
la mesa está servida para que se viva un nuevo mundo…
Sin duda que Jill
es un gran paso tecnológico fantástico digno de admirarse. Y producidos en serie, los robots sustituirán
a los humanos en todas sus tareas. Y así
los oligarcas tendrían servidores bien programados que no harían huelgas ni
manifestaciones…
Y ni siquiera comerían, se enfermarán o tendrían
cualquier tipo de necesidades, ambiciones políticas, de libertad o
independencia. No hay riesgo de un
moderno Espartaco cibernético. En una palabra: hay hecho a los esclavos
perfectos…
“Cuando el
destino nos alcance” fue una famosa película en la
que hacían galletas a los seres humanos que ya no servían para el trabajo; y se
las daban a comer a los que todavía podían ser de alguna utilidad…
Pues ese destino ya nos alcanzó. Todavía no nos hacen galleteas, pero lo mismo
y no tardan en aprovechar de alguna manera los cuerpos de los miles de millones
de seres humanos que están condenados a morir…
Y entonces tal vez habrá un mundo de paz, sin
necesidad de ejércitos ni policías, ni gobiernos corruptos, ni secuestros ni asesinatos. Ya no habrá necesidad de inventar epidemias
para vender medicinas -aunque no se sabe qué harán con las poderosas industrias
Alimenticia y Químico Farmacéutica…
Solo queda esperar para ver si los que sobreviven
conservan la desmedida ambición y no se pelean entre sí; pero es de
dudarse. Porque ellos, los oligarcas,
son precisamente los más enfermos de toda la sociedad…
Y todavía hay más…
Pues referente a la robotización, se citó la novela,
después hecha película, “Cuando el
destino nos alcance”; Y que de hecho ya nos había alcanzado...
Al respecto Jules Gabriel Verne (1828 –
1905) Julio Verne, verdadero
profeta que sobrepasó con mucho a Michel de Nôtre-Dame (1503 - 1566) más conocido como “Nostradamus, dijo:
“Lo que un día alguien sea capaz de imaginar, otro lo hará realidad”. Y si en este mismo espacio se opinó que
el destino ya nos alcanzó y que los seres humanos seremos sustituidos por
robots…
Cabe agregar, que a alguien ya se
le ocurrió un mundo de robots, es decir, cuando los robots manejarán al mundo
-que de hecho ya lo hacen; solo falta que las máquinas se den cuenta de ello- y
se volverán en contra de quienes los crearon con características tan humanas
como el odio, la envidia, la mentira. Y
siendo superiores en todo; pues el fin puede fácilmente predecirse…
Al cabo que como todo, según
algunos es parte de la Creación, estaba contemplado que monstruos crearan
monstruos; y que, siguiendo Leyes inamovibles, sobrevivieran los más fuertes,
creando así robots todavía superiores en maldad -si es que eso es posible-…
Entonces los robots crearán a su
vez otros robots superiores a ellos. Y
así, hasta que llegue el final de los tiempos de los humanos de hojalata y se
den cuenta de que en el fondo de todo cuanto existe hay una gran computadora
increíblemente perfecta; que para ese entonces se habrá creado a sí misma…
Y se descubra que todo cuanto
existe vivimos dentro de una computadora, o sea, que todos vivimos dentro de un
soft were en el que los personajes, manipuladamente divididos, luchan entre sí
hasta matarse…
Muy divertido, aunque no se sepa
para quién lo es…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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