Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 7 de agosto de 2017

Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
  • A punto de tocar fondo…
Las Leyes del Planeta Tierra -el mismo al que los hommo sápiens, sápiens hemos parasitado- son diferentes a las de cualquier otro Planeta del Sistema Solar al que pertenecemos…
Y esas Leyes las dicta sin preguntar a nadie, son propias de La Tierra, como son propias las de los otros Planetas.  Lo que quiere decir que La Tierra, ni ninguno de los otros Astros, son partidarios de la democracia; pues no le preguntan a nadie si acepta las condiciones que se imponen para vivir ahí…
Por consiguiente, sus Leyes son a querer o no.  Consecuentemente, aquí todo lo que nace, se muere.  Y nadie se escapa.  Aunque la ilusión y el cuento hablan de resucitados y de reencarnaciones, tan fácilmente como hoy se habla de los zombis…
Por cierto que es in entendible que la gente se pueda entretener con esa clase de películas por demás absurdas, aberrantes y hasta paguen por verlas.  Pero si pagan por ir a las igle$ias, donde también cuentan cuentos inverosímiles, algo debe de andar mal en las cabezas de los humanos…
La Gravedad es otra de sus Leyes inviolables.  Y el que todos los animales diurnos funcionen de manera opuesta a como funcionan los animales nocturnos, es otra más…
Cabiendo citar, que pese a lo que digan los honorables científicos, en La Naturaleza no existe la homosexualidad.  Por lo que, diría Perogrullo, lo que no va acorde con la Madre Naturaleza, es por consecuencia, anti-natural…
Y quien lo dude que en La Naturaleza la homosexualidad no existe, que ponga a dos machos y una hembra, de la especie que quiera; y luego que nos cuente de la homosexualidad en los animales…
Porque todavía no se ha dado el caso de que los machos se apareen y las hembras se queden solas y apartadas.  Uno de los dos machos es el que se queda con la hembra, el otro se va, se somete o se muere…
Nadie puede ir en contra de sus instintos -mandatos de la Madre Naturaleza; pues son inherentes a cada una de las especies-…
Pero hay instintos que son comunes a todos los seres vivos.  El primero es el instinto de sobrevivencia.  Todos reaccionamos de una u otra manera a las agresiones externas; nadie se queda inmóvil cuando ve venir un golpe, o una colisión.  Es natural el que trate de evitarlo…
El segundo instinto común a todos los seres vivos, es de la conservación de la especie.  Y para conservar las especies se requiere de una hembra y un macho que lleven a cabo actividades sexuales…
Por lo que adoptar como forma de vida el celibato, es totalmente contrario a los dictámenes de La Madre Naturaleza.  En pocas palabras, es anti-natural.  Y en este Planeta, quien va en contra de las Leyes de la Naturaleza, va mal…
Y si la aberrante decisión la toman desde antes de entrar al seminario -o sea que ya saben a lo que van- se puede deducir que todos los que quieren ordenarse como sacerdotes y hacer votos de castidad, ya de entrada están mal, muy mal…
Luego entonces, no es de extrañarse que los curas, o son homosexuales, o son pederastas, o son unos mujeriegos, drogadictos y estafadores, como lo es Onésimo Cepeda, quien fue arzobi$po de Ecatepec; pero buenos -ingenuos, diríase- deben ser muy pocos…
Incluyendo a los que llegan a ser papas; y hasta santos, como el polaco Wojtyla, hoy de facto ya san Juan Pablo II, que nombró a Marcial Maciel -fundador de los Legionario$ de Cri$to- ¡como ejemplo de las juventudes! cuando el pervertido michoacano fue capaz de violar hasta sus propios hijos…
La más antigua de las transnacionales, o sea, el Vaticano, es una cloaca; o mejor dicho, siempre ha sido una cloaca…
Lo lamentable del caso, es que gracias a nuestro sacro santo Gobierno entreguista, ya hemos perdido la Libertad. Y la independencia es solo palabra de discursos.  Estamos en manos de los yanquis por un lado; de los curas por otro y de los políticos en medio de todo…
Creo que estamos a punto de tocar fondo.  Porque peor ya no se puede estar.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.


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