Diario Libertad

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Don Sata

martes, 17 de marzo de 2020


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz

·                                                  ¡No se miden!…

El coronavirus es menos peligroso que la influenza, también conocida anteriormente en el mundo de la medicina como grippe  o trancazo.  Y cuando alguien se contagiaba, el médico prescribía reposo, higiene, una lavativa y agua -por supuesto que no había esas porquerías que venden embotelladas, como Ciel y similares- y si acaso dieta blanda…

En las epidemias se moría la gente que seguía comiendo; la que se negaba a comer se curaba.  Y no lo digo yo, sino “El Padre de la Medicina” Hipócrates (470 – 360) cuyos libros han de ser muy pocos quienes los han leído; y menos entendido y practicado…

Y también es lo que dicta La Madre Naturaleza.  Todos los animales, cuando están enfermos dejan de comer, se purgan y solo toman agua.  Los niños pequeños actúan de la misma manera; no quieren comer cuando están enfermos…

En mi caso, no solo practico el ayuno como parte esencial de mi vida, sino que lo he puesto en práctica en dos clínicas que dirigí; a las que la gente acudía y solo tomaban agua para curarse…

Sin embargo, los médicos dicen que hay que comer para resistir a la enfermedad.  ¡Ignorantes!  Ni siquiera saben cómo hacer un antígeno; y menos diagnosticar una enfermedad…

Necesitan que el Laboratorio de análisis les diga de qué están enfermos sus pacientes y que los laboratorios químico-farmacéuticos les indiquen que deben de tomar.  A eso se reduce el conocimiento médico actual…

Por eso no saben que hacer en una epidemia y se van con el alarmante cuento mediático que persigue otros intereses muy distintos a la salud.  Hablan de inmunología y ni siquiera toman en cuenta que somos animales diurnos.  No he escuchado a ningún “experto” que hable de eso.  Y es vital entenderlo para hablar del sistema inmunológico…

Como tampoco he escuchado a nadie que habla de la Homeopatía, que no es una alternativa, es la única medicina que es efectiva contra las enfermedades virales.  Aunque ciertamente, “Camino, solo hay uno: el ayuno”.  Pero eso no es negocio…

Nunca más oportuno para desmentir al mundo “científico” y creyente.  “El bien y el mal no existen, solo existe la salud y la enfermedad”.  Pitágoras (569 – 475)

El que ya cerró hasta el Vaticano y han suspendido las misas, prueba que Dios es un invento que no sirve ni para combatir una grippe; menos una pandemia.  Como la que ahora trae vueltos locos a los gobiernos y la gente.  Sin que falte un “religioso” que cura la enfermedad por Internet…

Están provocando un caos económico de consecuencias impredecibles; y del que solo saldrán beneficiados los más ricos entre los ricos, como los fabricantes de medicinas y similares.  El toque de queda sanitario va a causar más muertes que el vilipendiado bicho…

Afortunadamente el presidente de Francia Emmanuel Macro, ya entendió cual es la perversa jugada y decidió proteger a los negocios ya la industria.  Afortunado él que tienen los recursos para hacerlo…

Por cierto que ahora China, Venezuela y Cuba se han convertido en los salvadores del mundo, pues ¡ya tienen una vacuna para evitar el contagio y un tratamiento para combatir la enfermedad!...

Vacuna, en caso de que la tengan -pero se duda que sea cierto- que desde luego no ha pasado los protocolos necesarios, es decir, no se ha probado lo suficiente, ni en animales ni en humanos…

No obstante, si en verdad es cierto que son tan efectivos sus tratamientos, debiera ser una obligación compartirlos.  China tiene conocimientos médicos ancestrales y muy eficaces…

Y las otras dos, por su situación económica han tenido que recurrir a métodos aparentemente arcaicos, que ciertamente también son muy efectivos.  Pero no los dan a conocer porque se acabaría el negocio…

Al caso, el impresentable Trump ofreció comprar a una empresa alemana en 1,000 millones de de dólares la vacuna que están desarrollando contra el bicho; pero le dijeron que no estaba en venta… 

Sin embargo, dados los hechos, me viene a la mente el diabólico Club de Bilderberg y su aviesa intención de “desaparecer a 4,000 millones de estómagos inútiles” -Información al alcance de cualquiera que tenga Internet a la mano-…

Da la impresión de que ya no quieren gente en las calles que proteste por las draconianas políticas que han esclavizado a la mayor parte de la humanidad.  La gente no hace lo que quiere, trabaja para subsistir…

“Quien sigue el camino de otro nunca encuentra el suyo”.  Pitágoras.

Y resulta que ahora ya la gente no puede salir a las calles, solo los servicios de emergencia y los policías, que por la fuerza obligan al resto de los ciudadanos a recluirse en sus casas.  Y todo por una grippe que solo afecta gravemente a los organismos debilitados…

Cuando es mucho más peligroso el sarampión, también ocasionado por un virus, y ya hay 16 casos en la CDMX.  Pero en eso nadie le da importancia, ni los medios dicen nada de su peligrosidad…

Pero los cómplices medios llevan a tal grado su irresponsabilidad, que dieron a conocer que ya hubo el primer fallecimiento por el bicho; y hasta el momento de escribir el presente, la noticia es falsa…

El día de ayer en este mismo espacio lo mencioné por enésima vez.  Muere más gente por la diabetes, por el cáncer, por el tabaco, por lo problemas cardio-circulatorios y por los balazos, que por el bicho; pero eso no alarma a nadie…      

Salve o Joseph Goebbels (1897 - 1945) cuánta gente sigue tus enseñanzas para manejar a las masas.  Y así, todo lo que se diga ¡es por demás!...

Cabe citar que, referente a la pandemia y el Presidente López Obrador, si no se contagia a pesar de ignorar los consejos de su equipo de inútiles, su aceptación se irá por las nubes; ya que fue en contra de todos y demostraría que tuvo razón…

Pero si por el contario, llega a contagiarse, la oposición lo hará responsable de los casos que se presenten y de las defunciones que pueda haber; y será su debacle.  ¿Como será la manipulación mediática, que por besar a una pequeña ya lo califican de pederasta?  De verdad que ¡No se miden!

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.






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