Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
AMLO y
sus invitados…
Se entiende por pandemia, cuando un
diabólico bicho que, habiendo “nacido” en un lugar, se extiende por todo el
mundo haciendo daño y matando todo lo que toca donde llega…
Cualquier semejanza con los “homo
inhumanus”, es deducción personal del amable lector; y que este espacio
periodístico no se hace responsable de nada…
Lo que le pasa al Presidente
López Obrador, es que no escucha; no sabe escuchar; es lo que dicen sus
detractores con más que justificada razón.
Y lo dicen como aquél que veía la paja en el ojo ajeno y no veía la viga
que tenía en el suyo…
Pues no toman en cuenta que la
inmensa mayoría de los citados “homo inhumanus”. Una categoría que, sin ser
antropólogo o cosa por el estilo, me he permitido clasificar en base a la evidente
lógica…
Categoría que va más allá del “homo
sapiens”, al que habrá que cambiarlo de clasificación, porque de
sapiens no tenemos más que el apodo…
Estamos destruyendo la nave
espacial en la que viajamos todos, La Madre Naturaleza, y eso es lo más
estúpido que se puede hacer. Ni los
animales ¡vaya! -por no decir que los animales no son estúpidos-…
En cuanto a la tan decantada inteligencia
que muchos creen que tenemos, pongan en un laberinto al hombre más inteligente
del mundo y a un ratón; y luego me preguntan quien va a salir primero…
Somos patéticamente arrogantes al
considerarnos superiores a los animales; y en lugar de aprender de ellos, los
matamos y nos los comemos…
Los inhumanus, dicho sea con
el debido respeto, somos una verdadera
pandemia, todavía mucho más peligrosa que el coronavirus; y lo más probable es
que el hombre desaparezca de la faz de La Tierra y los ratones sobrevivirán a
los virus
inhumanus…
Como hoy nosotros seguramente
sobreviviremos a los coronavirus que están haciendo más daño a la economía que
si se hubiera declarado una guerra mundial…
Quien lo planeó debe de ser
discípulo de Joseph Goebbels (1897 -
1945) han logrado que todo el mundo hable de lo mismo ya al grado de
terror. Cuando tres mil muertos a
balazos se contabilizan en México cada mes…
Pero el mundo entero está unido
para hacer algo y exterminar al coronavirus, dirían los enterados. También en México se está haciendo algo para
combatir la violencia, pero nada se avanza…
Abrazos y no balazos no es una
mala táctica. Que se maten entre ellos,
ha de pensar cristianamente López
Obrador, lavándose las manos como Poncio
Pilatos (12 antes de esta Era – 39) y librándose de la sangre de esos
justos, que también son seres humanos…
Pero en fin. Estábamos en que el susodicho no escucha y
que la casi totalidad de los virus inhumanus tampoco
escucha. En una conversación la gente
toma un tema y solo espera la oportunidad para expresar lo que piensa…
En un diálogo rara vez permiten
terminar una idea sin interrumpir. La
gente no escucha. La mente trabaja todo
el tiempo aprobando, rechazando o abundando en una plática; pero no es fácil
escuchar…
Para escuchar a los demás,
primero tiene uno que aprender a escucharse a sí mismo; no puede ser de otra
manera. El dominio de la mente son
palabras mayores. Es todavía más difícil
que la meditación; que consiste en fijar una idea en la mente sin despegarse de
ella…
El dominio de la mente es
establecer un diálogo con uno mismo de manera voluntaria, es decir, sin
necesidad de acudir a drogas, porque entonces la plática se establece con
terceras personas o entes ¿? y en determinados estados de consciencia que son
alterados; por lo que todo queda en una experiencia que generalmente no tiene
continuidad…
Esperar que el Presidente López Obrador escuche, y por
consiguiente rectifique y todo vaya mejor; denlo por descartado. Solo se oye a sí mismo. Está enfermo y cada vez va a estar peor; es
lógico, el problema del corazón es un problema crono-degenerativo…
Una de esas enfermedades que
quienes las padecen tienen que pagar de su bolsillo el tratamiento porque el
Estado ya no los va a costear; aunque la gente se muera. Lo que desde luego no será aplicable al
Presidente…
Que en su sordera, ceguera y
tozudez, no se da cuenta de lo que el mundo va a pensar de su gobierno, cuando los
padres de los niños con cáncer fueron ayer por la mañana a Amnistía Internacional
solicitando ayuda por el desabasto de medicamentos; y tienen planeado ir a
diferentes embajadas…
Sin soslayar que es inaceptable
que piense destinar créditos sin intereses bancarios a los “Jóvenes
construyendo el futuro”; pero no tiene dinero para las medicinas…
Se me ocurre, inspirado en lo del
día nueve ¿que pasaría si nadie fuera a las mañaneras del Inquisidor; ya no las
transmitieran por todos los medios y se promoviera como un México sin mañaneras? O cuando mucho que fueran los fines de semana. Lo veríamos como “Siempre en domingo AMLO y
sus invitados”...
Pero eso son sueños de opio. Queremos que las cosas cambien, pero seguimos
haciendo lo mismo.
Mejor nos vemos mañana, si el Sol
me presta vida.
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