Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Fracaso
tras fracaso…
Aunque la H. Cámara de diputados
haya aumentado la pena de tres a siete años de prisión por el delito de violencia
intrafamiliar, eso no se va a evitar el hecho; que es una realidad muy
frecuente, pero callada y hasta sufrida…
Lo que lleva a considerar, que si
no han podido disminuir la violencia social y ahora creen que la que se
presenta en las familias si se va a abolir con solo modificar una Ley, por
cierto totalmente contraría a la ideología sexenal de “abrazos y no balazos”,
están totalmente equivocados…
Aunque ciertamente la violencia
en las calles se aprende en la familia; por lo que es lógico atacarla desde
ahí. El combatirla con divanes de
psicología no es el camino. Y no es el
camino porque la violencia es una enfermedad que afecta la mente…
Pero en fin, eso es pecata minuta
para una administración especialista en violar la Constitución. Y que además de
mentir -que eso lo han hecho todas las anteriores, es el oficio de los
políticos- de una incongruencia digna de éxito como guión de una “comedia de
suspenso”, que no de una administración seria…
Nadie en su sano juicio es capaz
de agredir a una mujer; o viceversa -que también se da- quien pierde el control
es porque está enfermo. Y si la agresión
es premeditada, estonces está todavía más enfermo…
Y no son los sicólogos quienes
harán que los violentos dominen sus impulsos; pues es tanto como si un
dermatólogo le dijera a su paciente que no se rasque, cuando tiene sarpullido;
o un neumólogo le dijera al infectado que no tosiera, cuando le cayó encima el tan
de moda coronavirus…
La violencia intrafamiliar, la
peor de las escuelas, ya que el trauma se traduce en ejemplo y por ende el
comportamiento generalmente se repite -aunque hay excepciones- pero quienes
llegan a esos extremos ya son casos patológicos…
Sin soslayar, que la violencia no
se presenta de un día para otro, comienza por elevar el tono de voz y gritar;
por empujones e insultos, hasta llegar a verdaderas golpizas, pasando por las bofetadas
y el aventarse y destruir cosas…
El privar de su libertad a una
persona que muchas veces es el sustento de esa familia -a todos los niveles
sociales y económicos- puede agravar más las cosas. En su lugar, sería mejor proporcionar
asesoría médica oportuna; y para ello hacer ágil el apoyo a quienes lo soliciten…
Lo mejor del caso, es que la
modificación a la Ley que aprobaron lo hicieron por unanimidad y sin
abstenciones; como para que los ciudadanos nos demos cuenta que si trabajan y
cuanto sirven a sus conciudadanos…
Hablan de democracia, pero el
asunto de la interrupción del embarazo no lo han podido resolver por aviesos
intereses que literalmente les ordenan -indican, para que no se oiga tan feo- lo
que tienen que hacer…
En detrimento de la voluntad de
miles y miles de mujeres que luchan por tener la libertad de decidir sobre su
cuerpo. Lo discordante del asunto, es
que esas mismas mujeres que tan justamente llevan a cabo su bandera -Católicas por el Derecho a Decidir- continúan
sometidas al yugo religioso…
Cuando lo sabio sería darle la
espalda a una religión que es, como se ha citado en múltiples ocasiones, la
responsable del desprecio a las mujeres.
Y nos vemos mañana, si El Sol me
presta vida.
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