Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Y luego se preguntan por qué hay
revoluciones…
Si el falaz “estrellita” supiera algo de epidemias -aunque lo mismo y sí
sabe, lo que pasa es que quiere conservar la chamba; y contradecir al
Presidente se la jugaba- sabría que las epidemias no se pronostican…
En esos casos se suele decir “que el pronóstico es reservado”. De lo contario, por andar haciéndole al
adivino, lo más probable es que se equivoque y haga que se pierda la confianza
en lo que dice. Lo que es muy importante
entre la relación del paciente y su médico…
Aunque lo mismo y solo les da a los que creen en el Bicho, a los que le
temen. En cuyo caso, el contagio es por
el miedo. Lo que también tiene sus
asegunes, pues lo contrario, el confiar, tampoco funciona…
Y lo vemos con los creyentes, que estando enfermos confían en que su fe
los sanará; y resulta que nada. Don
Sata, que la mayoría de las veces, la inmensa mayoría de las veces le gana la
partida a su contraparte, se lo lleva a sus terrenos…
Bien decía Platón (427 - 347) “Si Dios es bueno, entonces no es el autor
de todas las cosas; cuando menos de la mayoría de las que a los hombres le
suceden”. Pero regresemos…
Ya bastante ridículo hizo la
estrellita López-Gatell, al decir
que serían como 6,000 las defunciones a causa del Bicho discriminador. Se
aclara que lo de discriminador es porque a los grandes, como Andrés Manuel, Donald Trump y Jair
Bolsonaro que andan para arriba y para abajo sin bozal; y nomás no les pasa
nada…
Como para que ahora salga que por culpa de no acatar las instrucciones
de confinamiento, el Bicho ha regresado.
Pero resulta que precisamente los que no ha acatado las instrucciones,
son a los que menos les ha dado…
Las “Marías” se pasaron la cuarentena más larga de la Historia sentadas
en los camellones -en los parques estaba prohibido- vendiendo sus mercancías y
siempre con chiquillos que juegan en la tierra y que aprenden a no cruzar la calle;
pues ellos no se contagiaron…
Ni tampoco los que limpian parabrisas en las esquinas de este país
tercermundista y discriminador, donde las oportunidades de soñar son
suplantadas por las oportunidades de trabajo…
El caso es que el “Estrellita” nos echa la culpa a nosotros de “El regreso del Bicho”, del que no
tardan en hacer libros y películas con ese título que alguien debe de registrar,
pues está de lo más publicitario, pues todo lo que signifique regreso, llama la
atención…
Como ahora, que ya no sabemos quien va a regresar en las próximas
elecciones en las que la T de 4ª se
juega el todo por el todo; porque si pierde la mayoría en la Cámara Baja, su
proyecto de Nación caerá por los suelos como estatua de colonizador y su paso
por Palacio Nacional habrá terminado…
El video que circula por las redes recopilando sus declaraciones
referentes al caso de Ovidio, lo
exhibe como un embustero cínico que todavía se atreve a decir que no mentir es
uno de sus principios de gobierno…
Y aunque mentir es una forma de sobrevivencia para la clase política, es
bueno el recordarles a Marco Tulio Cicerón (106 - 43) cuando dijo que “Al
embustero no se le da crédito, ni cuando dice la verdad”. Y con esas actitudes el Presidente se
está echando solo la soga al cuello.
De salida…
Díganme por favor mis tres amables lectores, si el mundo no está como
para reunir a la clase política -salvo dos que tres- y ponerlos tras las rejas. Han llegado a extremos tan enfermizos como
acumular riqueza mal habida y vivir en ofensivas mansiones…
Y si bien es cierto que eso ha sucedido a través de los tiempos; y ahí
está el Taj Mahal, el más grande
monumento al amor que alguien puede entregar.
Pero el concepto social en que hoy vivimos es distinto -aunque no lo
suficiente porque lo disfrazan de democracia- porque ellos no robaban a nadie,
eran dueños de todo…
Sin omitir, que construir algo así, sería la tumba, cuando menos
política, de quien mandara hacer. Además
no hay dinero para hacer una obra de esa majestuosidad, que allá por mediados
del Siglo XVII requirió de más de 20,000 obreros que durante 23 años trabajaron
en su construcción…
Y todo esto se trae a cuento, porque en uno de los países más
civilizados y paradójicamente con mayor desigualdad social en Iberoamérica, o
sea, en Chile, su Presidente, el ínclito Sebastián
Piñera, electo por segunda ocasión para el cargo…
Haciendo pensar que allá también están igual de atarantados que aquí en
Nayarit, como cuando el que fuese Presidente Municipal de San Blas reconoció
que robó, pero poquito. La culpa no es
del indio…
Pues el Presidente, en medio de la crisis de salud por la pandemia que
ha azotado fuertemente a su País, le cargó al Erario la cantidad de 122,000 dólares
para su alacena…
Y pidió paté de jabalí, queso mozzarella de búfalo, mousse de pato, caviar de
salmón y hueva de trucha, entre otras cosas. Aquí no llegamos a tanto, pero del Tsuru, al
Jetta y ahora con vehículos blindados, como que las cosas están cambiando. Pero lo mejor de todo, es que luego se
preguntan por qué hay revoluciones.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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