Diario Libertad

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Don Sata

domingo, 27 de diciembre de 2020

 

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

·                   El mundo ya no soporta tanto parásito…

 

Corría el año 430 antes de esta Era, y algunas ciudades griegas, pero en especial en Atenas, se desató una pandemia que acabó con una tercera parte de la población.  A la fecha se ignora que la ocasionó…

 

Pero a  la luz de los hechos, relatados por Tucídides (490 – 396?) que la vivió y la plasmó en su libro “Historia de la Guerra del Peloponeso” -libro agotado “Editorial Gredos”…

 

Por cierto que si algún amable lector tuviera uno, le agradecería me permitiera sacar una copia, dado que el mío no lo encuentro…

 

Y me interesa porque en el relato describe la pandemia como una de las más impresionantes narraciones de la historia de la medicina, según dicen los que saben de epidemias -entre los que por supuesto no se encuentran ni Anthony Fauci, ni López-Gatell-…

 

Pues refiere cuáles eran las condiciones en que se presentó el mal, el cuadro clínico, su evolución y las consecuencias que repercutieron en la sociedad…

 

El caso es que probablemente la infección debe de haber sido del Tifus exantemático  ocasionado por la bacteria Rickettsia thypi; que entre el 1347 y el 1353 llevó a la muerte de entre 85 y 100 millones de personas de Europa, Asia y África

 

No confundir con el Tifus, conocido como Fiebre Tifoidea, que no es lo mismo, pues este  se transmite a través del agua o los alimentos contaminados; pero por otra bacteria llamada Salmonella…

 

Lo cierto es que los Bichos, hoy descubiertos por los científicos y sus modernos microscopios, dicen que han estado aquí desde hace miles de años.  Lo que es inexacto, ya que han vivido aquí desde siempre; y están por todos lados…    

 

Ya que en aquel entonces -regresando a Grecia con la pandemia- transcurrido el 2° año de La Guerra del Peloponeso, mucha gente de ciudades vecinas del Ática que habían participado  en la Guerra, se habían refugiado en Atenas…

 

Y el hacinamiento que se presentó, pues la Ciudad no estaba preparada para recibir a tantas personas, debe de haber facilitado el contagio por las pulgas de las ratas…

 

Aunque también pudo haberse tratado de La Peste -palabra derivada de pestilencia-ocasionada por la bacteria pestis de yersinia que también infecta a los humanos a través de las pulgas de los animales- y que seguida de la gripe española de 1918 arrasó con más de 100 millones de personas; pero hay quienes opinan que fueron muchas más…

 

Interesante citar que la Guerra del Peloponeso, “Aunque Usted, no lo crea” enfrentó a fifís y chairos.  Tucídides, que padeció la infección y la libró, según él mismo nos cuenta, llegó a ser líder de la facción aristócrata o conservadora; opositora al grupo popular o democrático de Pericles (495 - 429) quien sí murió por causa de la pandemia…

 

Pero aunque la descripción de Tucídides del contagio, desde el aspecto salud, es extraordinario cómo arriba se cita, no iguala la acuciosidad de Hipócrates (460 – 394) quien era llamado y acudió a varias epidemias…

 

Mismas que describió en dos de sus libros que, con toda seguridad los “expertos” infectólogos y epidemiólogos de 4T, como ya sabrán quienes, ni siquiera han de saber de su existencia…

 

Y resulta que es precisamente ahí, en la sabiduría de esos Libros, donde está la clave para acabar con esta pandemia de inútiles; que tendrán muchos diplomas y medallas, pero no saben lo que dicen.  Y la prueba está en que cada vez estamos peor…

 

Por cierto que los que tampoco tienen ni la más remota idea de cómo controlar el contagio y curar a los pocos pacientes que realmente mueren por el Bicho -la mayoría muere de otras cosas, ese ya es un secreto a voces- son los curas…

 

Que en un acto heroico, pues, de no resultarles como lo piden, lo único que lograrán es darse a conocer como charlatanes.  Desde la mismísima Basílica de Guadalupe, le  pidieron a la Virgen que termine con la pandemia; cuando menos en México, donde es su Patrona y tanto y tanto que se le quiere…

 

Si no les resulta y la pandemia, aún con las vacunas, que es en las que se quieren apoyar para decir después que fue un milagro, sigue sin aplanar la curva, sin ver la luz al fondo del túnel, rompiendo los creyentes corazones y la esperanza -como dice ya saben quién que hay que tener-…

 

La poderosa Industria de los Dioses y las estampitas puede sufrir un golpe todavía más serio que cuando se pusieron al descubierto sus cochinadas sexuales y financieras.  Las mismas que criticaba el fraile dominico Martín Lutero (1486. – 1593) ¡Estos no cambian!

 

De hecho, el cambio de Era hará que el hombre, por sobradas experiencias, abandone las religiones y se enfoque más al cuidado del medio ambiente.  De no hacerlo, se estarán condenando a la extinción.  El mundo ya no soporta tanto parásito.

 

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

 

 

 

 

   

 

 

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