Opiniones y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
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A ver si aprenden algo…
En este caótico mundo, la información que fluye
día con día, con videos y toda la cosa, es como para deprimir al más pintado;
sobre todo si se avienta completas las mañaneras del señor Presidente…
Por cierto que un personaje asiduo a ellas por
razones de trabajo ¡claro! acabó yendo a clases de yoga con el fin de adquirir
el control suficiente para que no le afectaran emocionalmente…
Pero le diagnosticaron que no se quedaba
dormido a las primeras de cambio, sino porque le había picado la mosca del
sueño llamada Tsetsé; pero no. Pero como
tenía fiebre, dolor de cabeza, cambios de estado de ánimo -que los tienen todos
los enfermos- ya querían internarlo diagnosticado como Coronabichus Apanicatum…
Pero finalmente logró escapar de las garras de
los epidemiólogos-vacunólogos y ha seguido yendo a las mañaneras no sin antes
tomarse un cafecito bien cargado y el churro de motita que le compartió el que
va a la yoga. Y dice que sí funcionan…
Cuentan que otro “mañanero” tuvo que ir a ver
al médico acusando una cirrosis hepática, pero no por tomar, es abstemio, sino
por los corajes que hace al escucharlas y no poder explotar. Los entripados contenidos luego repercuten y
hacen mucho daño…
Otros, también hay que decirlo, están muy
contentos; no la pasan mal. Ya sacaron a
la familia de Don Gato en la pantallota de las estadísticas y al rato seguro
van a repartir palomitas para que la función sea completa…
Pero por lo pronto, si alguien tiene palancas
con la T de 4ª, no es mala idea que solicite el permiso para que en la entrada puedan
vender churros con chocolate, o cafecito cargado. Con estos fríos, sería un éxito. La clave secreta para que se lo autoricen
desde Palacio, es “Pío my friend”…
Lo cierto es que en la villa del Señor de
Palacio, hay de todo, pero la mayoría están contentos, la paga no es mucha -ya
saben la austeridad juarista- pero la chamba termina temprano y les queda todo
el día para hacer lo que quieran…
El caso es que, como casi todas son noticias desastrosas,
es decir, que no han seguido el trazo adecuado, les voy a contar una verdaderamente
sorprendente, en buena onda. Va…
Un migrante llegado a los EE.UU. literalmente en
calidad de esclavo. Como suele suceder,
en un amorío de esos que se presentan pocas veces en la vida, tuvo un hijo que
quedó huérfano a la edad de dos años…
Lejos de su casa, en un mundo por demás extraño
y hostil para él y sin entender bien a bien el idioma, Berani “N” que así se llama, a pesar del evidente dolor que le
causó la pérdida de la mamá de su hijo, se hizo cargo de él. Con una acuciosidad y una ternura asombrosamente
conmovedoras…
Pero resulta que, indagando un poco para
conocer la desconcertante reacción paternal del ahora viudo, se supo que antes
de caer en manos de la trata -ilegal, pero frecuente en su tierra- fue ¡durante
siete años! cuidado por su madre...
Donde nació no había escuelas ni maestros; y
viviendo apartado de la sociedad, de la “civilización” para ser más explícito,
recibió de su madre todo ese amor y dedicación que ahora él le entrega a su
pequeño hijo…
Lo sorprendente del caso, es que Berani se crió sin padre, su madre era
madre soltera y NUNCA recibió un solo apoyo por parte de nadie. Podría decirse que se las arregló sola en la
vida, pues tampoco tenía familia a quien recurrir…
Los hijos aprendemos de nuestros padres; y en
general de nuestros mayores con el ejemplo que nos dan; no con las palabras que
nos dicen, pues tatuados tenemos a fuego el no robarás, el no matarás y el no
mentirás. Pero no hacemos caso, pues nos
dan los ejemplos contrarios…
Con respecto al no mentirás; propio recordar a Francisco IV señor de la Roché, más
conocido como La Rochefoucauld (1613 -
1680) “Los hombres no vivirían mucho
tiempo en sociedad si no se engañaran los unos a los otros”…
Referente a los otros dos, el no robarás y el
no matarás, no hace falta apuntillar mucho; vemos todos los días que más parece que dicen lo contrario. Pero lo todavía más sorprendente del caso,
siguiendo con Berani y su pequeño de
dos años…
Es que Berani
es un enorme orangután macho cautivo en el zoológico de Denver y obligado a
vivir en sociedad, en familia; cuando los orangutanes, originarios de Borneo,
son animales solitarios y solo se unen para procrear…
Los nativos les llaman los hombres rojos de los
bosques y cada siete años se unen a las hembras para reproducirse. Por lo que la actitud del enorme macho no es
instintiva, sino aprendida…
Deberíamos encerrar a todos los políticos del
mundo en una jaula con Don Pepe Múgica,
a ver si aprenden algo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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