Opiniones y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
* Pero poquito…
A cierta edad, la ingenuidad ya se llama de
otra manera. Y no se dice por el
Presidente López Obrador, que de
ingenuo no tiene ya nada. A su edad, y
después de tantos años en la brega, sería un pecado ver las cosas color de
rosa…
Con la ingenuidad se hace referencia a sus
seguidores, a sus fans. Que está muy
bien eso de que le crean a ciegas todo lo que dice -aunque pueden haber serias
dudas de que no lo sigan con los ojos vendados; sino por conveniencia-…
Aunque haya evidencias terriblemente
contradictorias a su discurso de honestidad, que solo siendo invidente no se
pueden ver. Una de ellas es el caso de su
hermano Pío. Pero hay muchas más igualmente
evidentes. La diputada por Veracruz, Eva Cadena, recibió fajos de billetes
para él…
Por lo que hablar de honestidad, como que ya no
le queda; y tarde que temprano se lo achacarán.
Además de que hay un refrán que dice “Dime
de qué hablas y te digo de lo que careces”…
Y sin embargo lo siguen; tal vez pensando que
un día con otro les toca a ellos dar la cara y algo les queda. Como aquél Juanito de Iztapalapa que tuvo sus cinco minutos de gloria. O lo mismo y ya no lo siguen como él cree, ahí
están las elecciones de Coahuila e Hidalgo…
Lo que sí ya es imposible que le crean, es que
si desaparece el Instituto Nacional de Acceso a la Información, se compromete -como
si su “compromiso” sirviera de algo; ahí está la termoeléctrica de Morelos- a
que su Gobierno responderá en 72 horas a las solicitudes de información. Ajá…
De recordar que entre sus primeras promesas fue
la descentralización de las Dependencias; empezando por la SEP en Puebla. Y ahora salen con que será para este año -si
lo permite el coronavirus- que cumple un centenario de haber sido fundada...
El Presidente quiere que los Organismos
Independientes desaparezcan. Y no para
mejorarlos, sino para controlarlos.
Porque si fuera para mejorarlos podría aportar sus ideas y que se
aplicaran…
Y qué decir de regresar a los soldados a los
cuarteles. Evaluando su trayectoria, ya
no muy se le puede creer. Aunque eso de
que no son iguales, hay que concederle que ciertamente en eso sí tiene toda la
razón. ¡Son los mismos!
Cambiando de tema…
Si alguien quisiera decirle al señor Presidente
cómo es que acabaron con la corrupción en China; pues a Lai Xiaomin, de 58 años de edad, un funcionario de alto rango, fue
sentenciado a muerte por el delito de corrupción...
O mejor no le digan nada; no vaya a ser que nos
quedemos casi sin políticos. ¡Y luego en
época de elecciones!...
También en China sucedió, que en una biblioteca
dos robots de esos que andan sobre rueditas y dan información al público. Que son como un tubo parado con una pantalla
y un micrófono para dar y recibir información…
¡Discutieron! porque uno le había pedido a un
cliente su Código QR y el otro le hizo ver que había cometido un error, que
todavía no era tiempo para pedirlo; que se le habían cuatropeado los cables. O algo así.
Uno no le entiende al mandarín, pero el tonito y las interrupciones de
uno y otro indicaban que era una discusión…
El caso es que se hicieron de palabras “Aunque Usted, no lo crea”. Hasta que uno, audiblemente enfadado, se
dio la media vuelta y dejó al otro hablando solo…
Cualquier ciudadano dirá que con esos ejemplos
que ponemos sus creadores, no debería sorprendernos que ellos actuaran
así. Pero el asunto va más a fondo. Se están creando robots con sentimientos -se
molestó- que ya ¡¡razonan!! y actúan fuera de lo programado…
Lo que es una pésima noticia, sobre todo para todos
aquellos que han adquirido una de esas robot sexuales, pensando que ya no le
van a hacer la plé plé si se van con sus cuates; y peor si van a estar otras
robotas y que seguramente por eso no la quiere llevar…
Pero a como van los adelantos tecnológicos -y
luego que aprenden tan rápido, pues recién “nacen” ya saben hablar y caminar-
no solo se la hará de pleito. Lo mismo y
a falta de progenitora -libre de suegra- al no poder invitarla a casa a que se
pase unas vacaciones; lo amenace con suicidarse si se va…
Y que cuando regrese de su sano convivio, la
encuentre tirada en el suelo a media sala, con el cable de la corriente en la
mano, con el pelo enmarañado y en una
posición ciertamente provocativa. Como
diciendo “mira de lo que te pediste”…
Pero lo mejor del pleito robótico, es que le
había pedido al cliente su Código QR, lo que quiere decir que
si no te has vacunado, no podrás ir a ninguna parte; y que ya lo tenían
programado…
Lo que no se entiende es cómo es que van a
vacunar a todos. Pues cuando vayan
terminando de vacunar a los últimos, los primeros ya se habrán muerto y habrán
nacido otros tantos, o más…
Por lo que; o se vacunan a todos el mismo día;
o los contagios seguirán. Y como eso no
se puede hacer, la humanidad se extinguirá a manos del Coronavichus Apanicatun, sin
que apareciera el Anticristo que iba a salvarnos a todos…
Solo sobrevivirán los robots. Y habrá que esperar que todo esto sea pronto,
para que los metálicos no vayan a aprender nuestras mañas. Porque es pertinente informar, que ¡ya hay
vacunas falsificadas! Que son las que dan reacciones. Las otras también; pero poquito.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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