Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

DiarioLibertad@gmail.com

 

·         ¡Bendito sea Dios! again...

Luego me dicen mis amables lectores que si no tengo miedo de Dios; que me paso.  Pero las que se pasan son ellas, las religiones.  El grado de estulticia al que llevan a la gente, es imperdonable….

Por su marcada misoginia, debiera ser un delito en el caso de los feminicidios.  Y no se vale. Primero.  Porque nadie que medio razone, puede tener miedo de su Dios, cualquiera que este sea…

Pensar que Dios castiga, es tanto como levantarle un falso, porque en esta vida todo se regresa.  Y culparlo a él con el consabido: “Dios” así lo quiso”, no solo es injusto, es casi una blasfemia, una imprecación…

Por no decir, ya de pasada, que es contrario del Libre Albedrío; toda vez que reduce a la persona a la esclavitud.  Y lo pongo con mayúsculas lo del Libre Albedrío, porque quien no es capaz de decidir su propia vida, su propio destino, merece que cualquiera lo dirija…

Y lo traigo a cuento, porque acabo de leer una nota en RT, que viene de Brasil.  Y relata que un pastor de nombre Huber Carlos Rodrigues -así se escribe- desde el 2008 había escrito que cuando muriera iba a resucitar al tercer día…

¡Y que se acaba de morir!  Por lo que sus feligreses, miles de feligreses, como si fuera influencer, se apersonaron para ver su cadáver y cerciorarse que había fallecido.  Y todo para estar pendientes de su resurrección…

El problema fueron las Autoridades sanitarias, que no permiten que un cadáver quede insepulto durante tres días.  Pero la multitud impidió que se cumpliera con la Ley; y lo más que pudieron hacer, fue que el cuerpo lo llevaran a un frigorífico para que no se descompusiera…

Lo que convenció a la hasta ese entonces reacia muchedumbre, fue el irrebatible argumento de que no era conveniente que don Huber regresara del más allá al mismo cuerpo, si este ya estaba medio apestoso…

Por lo que la gente durante tres días y tres noches, esperó sin moverse afuera del frigorífico de la funeraria. Y…¡Nada!   El plazo se cumplió.  Porque todavía había dado hasta la hora en que eso reviviría; pero no regresó del más allá…

Consecuentemente lo llevaron a enterrar.  Pero, aun así, la multitud que lo acompañó hasta la que sería su última morada; ya al borde de la fosa, pidió que abrieran el ataúd para cerciorarse que su cuerpo estaba dentro.  Y ahí estaba.  Bien tieso, eso sí…

Pero por no creer que en esta vida todo se regresa, que nada es porque Dios así lo quiere; que todo tiene sus consecuencias, pues todo obedece a la 3ª Ley de Isaac Newton (1643 - 1727) no entendieron -pues todavía hicieron guardia muchas horas ante el sepulcro- que si no regresó, fue porque no siguieron bien sus instrucciones…

Porque si regresó, solo que estaba tieso como paleta por el frigorífico y como no pudo ni pestañar.  Que lo entierran…

El que sí también ya no se mide, es el Presidente López Obrador, que en pleno ejercicio de su egolatría, conmemorando su tercer año en la Presidencia, ha mandado a hacer, o autorizado, que salgan ¡¡unas monedas con su esfinge!!  Está grueso el endiosamiento.

Cambiando de tema…     

No puedo dejar de comentar el video que circula por la Red, de dibujos animados que, con relación a los llamados días $antos; una familia va al panteón a “visitar” al abuelito y le llevan ofrendas.  O sea, de lo más primitivo ¡vaya!…

En el mazdeísmo, los cadáveres no los entierran, porque contaminan la tierra; y no los creman, porque contaminan el aire.  Los llevan a la planicie de un cerro para que se los coman los buitres.  De otro modo se los comen los gusanos.  Usted qué prefiere…

El caso es que cuando están ahí frente a la tumba; que se aparece el abuelo, feliz y sonriente, ante la algarabía de toda la familia y -espérenme un momento, amables lectores, esto es un atentado, y tengo que verlo de nuevo para no falsear- parece que lo patrocina “Doritos”…

Continúo.  En eso están, diciéndole al abuelo lo mucho que lo extrañan; cuando también de la nada -entre penumbras, ya saben cómo es eso- aparece junto a él otro viejo, solo que alto y flaco, también en fantasma, o espíritu, como quieran ¡claro! y cuando le preguntan quién es él…

El abuelo cariñosamente lo toma de la mano y les dice: él es Mario ¡mi pareja! Acto seguido, los fantasmas se voltean a ver y tiernamente se acurrucan uno contra el otro; mientras alguno dice “Pensé que estarías muy solo”…

O sea, que el abuelo era puñalón y el otro viejo cochino también.  Espíritus jotos ¡qué horror! Pero según esto, el cielo es también para ellos -Don Sata, guárdame mi espacio por favor-... 

Hasta en caricaturas para niños anunciando porquerías “Doritos”; y situaciones contra natura, homosexuales.  Pues sí que vamos mal…

El segundo mandato de La Madre Naturaleza es el instinto de la conservación de la especie; y dos individuos del mismo sexo no se pueden reproducir.  Bueno; mejor. ¡Bendito sea Dios! again.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.