Editorial

La oligarquía en su apogeo.

Haciendo ver cada vez más clara la intromisión de los EEUU y la UE en Ucrania, los “opositores” al régimen, cada vez más parecidos a los “opositores sirios”, pues ya han salido a relucir las armas, rompieron el pacto que se había establecido, y en La Plaza de Maidan -La Independencia- volvieron a arremeter en contra de la policía, dejando como resultado un número aún no cuantificado de muertos y heridos por ambos bandos.

Y si se opina que hay una clara intromisión por parte de los pro-sionistas Halcones, es porque no tendrían porque reunirse los encargados de las Relaciones Exteriores de su vecina Polonia, de Francia y de Alemania, como representantes de la UE, con los “opositores” y el Presidente Viktor  Yanukovich, para “negociar” un acuerdo de paz.

Proponiendo crear un gobierno de transición, ¡¡reformar la Constitución!! -hecho que solo le corresponde hacer a los ciudadanos de cualquier país- y convocar elecciones presidenciales y legislativas dentro de un plazo máximo de tres meses.

Y si a esto se agrega, el que antes de que diera inicio la sesión se leyó un mensaje de Yulia Timoshenko, la ex primer ministro encarcelada y enemiga personal de Yanukovich -lo que implícitamente hace ver que no hay tanta represión como la prensa occidental difunde, pues hasta dentro de la cárcel la opositora continúa intentando desestabilizar al Gobierno- en el que pidió a los diputados ¡suspender cualquier negociación con el Presidente! Y que este debe ser destituido ¡de inmediato! y sometido a juicio como responsable de la muerte de gente inocente.

Mensaje que ocasionó que los diputados afines a ella, literalmente se agarraran a golpes con sus colegas partidarios del Presidente Yanukovich, y emitieran una resolución, sin la presencia de los diputados oficialistas ni los del Partido Comunista, para que los policías se retiraran de la Plaza.

Y para que los manifestantes ¡aun los que porten armas de fuego! pueden permanecer en la calle, mientras no se concreten otros puntos del arreglo político que tratarán de delinear en el Parlamento, se repite, sin la mayoría de la bancada oficialista ni la fracción del Partido Comunista.  Lo que sencillamente no podría ser admisible por ningún gobierno en ninguna parte del mundo.

Y más.  Porque los Cancilleres de la UE, se pusieron también de acuerdo en flexibilizar el régimen de visados para "las personas heridas y los disidentes". La UE está dispuesta a suministrar una ayuda médica y humanitaria en Ucrania.

Y por voz de Emma Bonino, la jefa de la diplomacia italiana, acordaron en Bruselas, muy al estilo yanqui, cancelar las visas y congelar los bienes de ucranianos ¡con las manos manchadas de sangre!

Y agregó: "La responsabilidad de la violencia incumbe al régimen. Pero no podemos ignorar que hay grupos extremistas e INFILTRADOS. Y apuntamos a todos aquellos que están manchados de sangre".

Lo que fue respaldado por las versiones de periodistas internacionales presentes, aún no confirmadas, que establecen que dentro de los muertos y heridos hay personas claramente extranjeras.

A todo esto, el Presidente Yanukovich ha anunciado que habrá elecciones anticipadas -que estaban programadas para el 2015- que integre a líderes de la oposición para así poder realizar elecciones en corto de tiempo.  Y aunque no precisó la fecha, según informaciones locales las elecciones podrían llevarse a cabo para finales de este año.

Pero se duda que la “oposición” lo vaya a aceptar y prosiga con las cada vez más violentas manifestaciones.  Lo que seguramente obligaría al Kremlin a intervenir, pues sin ambages ya ha denunciado la injerencia de Estados Unidos y la Unión Europea.

No obstante de una manera por demás diplomática, el Canciller ruso, Sergei Lavrov, desde Bagdad, donde se encuentra de visita, declaró: “Nuestros socios occidentales en Europa y Estados Unidos, hacen recaer toda la culpa en las autoridades ucranias y no califican como deberían las acciones de los extremistas”.

Y si se opina que el Kremlin podría intervenir de manera más directa, no es porque ya le ha entregado a Kiev 15 mil millones de dólares, además de haber ofrecido venderles el petróleo a un precio especialmente barato para ayudar a su recuperación económica.

Porque no se puede soslayar que gran parte de la poderosa flota naval rusa se encuentra precisamente en el Mar Negro; y para ser exactos, en Ucrania.  Y el Presidente ruso, Vladimir Putin, no puede permitir a ningún precio y de ninguna manera que la retiren.

Es una pena que los ucranianos no se acaben de dar cuenta de que agregarse a la UE les va a traer más perjuicios que beneficios; y solo bastaría con que voltearan a ver lo que les ha sucedido a los griegos, a los españoles y hasta los mismos franceses y alemanes a quienes, entre otras cosas, les han reducido los presupuestos de asistencia social y sus pensiones.

Por lo que no están nada conformes con sus "democráticos" gobiernos, que en vez de atender a sus candidatos solo obedecen instrucciones de los organismos financieros internacionales, en beneficios de unos cuantos. La oligarquía en su apogeo.