Editorial

Más tensión.

El que desde el Kremlin, en contra de lo que habitualmente se acostumbra, hayan hecho pública la detención del  agente de la CIA Ryan Fogle, e incluso expuesto la grabación del intento de reclutamiento de un oficial ruso, dice mucho entre líneas.

Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) fue porque la CIA “Ha cruzado la línea roja”.  Y lo hicieron públicamente “para castigar su inaceptable descaro”.

Durante mucho tiempo el contraespionaje ruso toleró numerosos intentos similares, y únicamente solicitaba a sus colegas estadounidenses el cese de las actividades. Pero en algún momento la audacia de los agentes de la CIA superó todos los límites posibles, explicaron en el FSB.

Toda vez que los intentos de los agentes de la CIA por cooptar a los agentes rusos no eran nada nuevo, ya se le habían advertido oficialmente al representante de la CIA en Moscú, Steven Hall, de que si seguían realizando actividades provocadoras de reclutamiento de empleados de los servicios secretos rusos, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia recurrirá a una respuesta proporcional contra los agentes de la CIA; y así lo hicieron.

Ya antes el tercer secretario de la sección económica de la Embajada de EEUU en Moscú, Benjamin Dillon, había intentado reclutar a un agente ruso, por lo que fue detenido, y declarándolo persona non grata, lo expulsaron de Rusia.

Lo inentendible del caso, es que si ya saben a lo que se dedican los servicios de inteligencia de todas las naciones, mejor llamados centros de espionaje; especialmente en este caso de la nefasta CIA, se pregunta uno: ¿cómo es posible que permitan que haya oficinas de ellos en otros países?

Pero independientemente, el hecho hace patente las pésimas relaciones que hay entre el Kremlin y Washington; no solo entre los dos mandatarios, pues Putin nunca ha disimulado que no soporta a Obama, aunque este último siempre se quiere hacer el gracioso.

Y todo, mientras, según opina Ben Shalom Bernanke, el ex Gobernador del banco privado sionista al que llaman Reserva Federal, “la economía de la Unión Americana se desploma.  Pues continúa sin avance en la productividad, y en su marasmo sin crear empleos”.

Empleos para humanos, cabe citar; pues ahora están siendo suplantados por los robots, que también han desplazando hasta los soldados; razón por la cual EEUU piensa disminuir el número de los elementos de su ejército. 

Lo que hace oportuno mencionar el libro “Stress test”, del ex secretario del Tesoro norteamericano, Tim Geithner, donde claramente menciona, con relación a la reciente crisis financiera en la que se suspendieron los sueldos de los empleados federales, hasta que hubo de ser rescatada por la oligarquía que maneja los Bancos, que “se salvó la economía, pero se perdió el país”.

La economía del mundo es ficticia.  Cualquiera podría pensar que los oligarcas están jugando con papelitos sin respaldo alguno.  Como cuando se jugaba al “Turista Mundial” donde se compraban países con dinero de juguete. 

Y algo de lo anterior debe de ser cierto; pues en menos de un mes se han suicidado (¿?) nueve prominentes banqueros de todo el mundo; tres de ellos de JP Morgan.

Sin embargo, Washington no se cansa de meterse donde no los llaman para propiciar guerras e invasiones donde los beneficiados no son los ciudadanos, sino las poderosas transnacionales que por lo visto no se llenan de ganar dinero, aunque este sea solo de papel.