Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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De la solución…
¿Qué clase de coronahumanos somos? cuando entre
nosotros hay personas capaces ¡por dinero! de asesinar a alguien a quien ni
siquiera conocen. Ancianos pervertidos
que están tan enfermos que son capaces de violar a pequeños que les dejan a su
cuidado…
O como el jugador de fútbol que confesó a la
policía que había matado a su hijo de 5 años, porque nunca lo quiso; que no es
que estuviera mal de la cabeza, lo que sucede es que desde que nació nunca lo
quiso…
Enumerar aquí las bajezas de las que somos
capaces los coronahumanos haría una lista interminable. Por una acción positiva que llegamos a hacer,
hay millones que no lo son. Está claro
que La Madre Naturaleza es perfecta y no necesita nada; pero nunca el hombre ha
creado algo en su beneficio…
¿Es muy difícil aceptar que los seres humanos somos
una porquería? ¿Que valemos menos que
una cucaracha? Y ya no se diga de las
abejas, consideradas como el animal más importante del Planeta…
Si pudiéramos preguntarle a La Madre Tierra lo
que piensa de nosotros, su respuesta no nos agradaría. Somos sus parásitos que, a la par del
coronavirus, dañamos todo lo que tocamos…
Nosotros parasitamos al Planeta y los
coronavirus nos parasitan a nosotros. No
somos ni remotamente mejores que cualesquiera de los seres que existen. Pero…
¿Así nos crearon? Porque es irrebatible que alguien nos creó;
no salimos de la nada. Nada aparece de
manera espontánea. ¿Y así nos hizo? ¡Tan
estúpidos! ¿O cómo es que se pueda
calificar a quien destruye su hábitat.
Lo que equivale a destruirse a sí mismo?...
Ahora bien.
Si su Poder es infinito ¿por qué no nos hizo de otra manera? ¿Y luego para qué? ¿Para qué nos hizo? ¿Cuál fue
el objeto de haber creado al Hombre? ¿Qué tenía en mente cuando se le ocurrió? ¿Andaba haciendo ensayos y le salieron mal?...
Porque eso de que estamos hechos a su imagen y
semejanza; y de que somos los Reyes de la Creación, como que más suena a
demagógico discurso político. Y luego los
mismos salen que el amor es lo que mueve al mundo; cuando al mundo lo mueve el
amor, pero al dinero…
Los 15 millones de dólares que ofreció
Washington por la cabeza del Presidente de la hermana República Bolivariana de
Venezuela, fueron los que motivaron la intentona de los mercenarios para asesinar a Maduro…
Aunque según aclaró el Jefe de ellos, el canadiense
ex boina verde del Ejército norteamericano Jordan
Goudreau, quien reconoció ser el responsable de la fallida incursión, el magnicidio
-pues se duda que hubieran podido sacarlo vivo y llevarlo a EE.UU. para que lo
juzgaran- se pactó en 221 millones de dólares…
¿Este es el mundo que con su infinita sabiduría
planeó el Creador? No lo creo. Porque de que somos parásitos de La Madre
Tierra, ni quien lo dude. No encajamos como
eslabón de ninguna cadena ecológica…
Y toda vez que es forzoso y necesario que los
parásitos lleguen de fuera. No hay
parásitos propios, se confirman las palabras de Pitágoras (569 – 475) “El hombre que actualmente puebla el
Planeta, vino de las estrellas. Por eso
siempre querrá regresar a ellas”…
Dicho de otra manera, no solo salimos sobrando;
somos indeseables. Todo lo destruimos en
aras de nuestra comodidad. Y lo peor es
que sabemos que lo que hacemos no está bien; pero no estamos conscientes de
ello y lo continuamos haciendo…
Ejemplo: la gente que fuma sabe que hacerlo es
dañino, que le provocará enfermedades, tal vez letales; pero no está consciente
de ello…
Afortunadamente el mismo Pitágoras nos dio la explicación de nuestro aberrante comportamiento
al sentenciar que “El bien y el mal no existen; solo existe la salud y la enfermedad”…
O sea, que no nos hicieron mal, que no somos
una porquería; sino que nos hemos convertido en eso, en una basura…
Pero como también dijo que “Todos somos el resultado de lo
que hemos comido”, pues nos dio la solución a todos nuestros
problemas. Lo único que tenemos que
hacer para dejar de actuar de manera tan absurda, es comer de otra manera.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida
Siempre e pensado que el hombre sin estudios ni cultura es sometido por sus bajos instintos y su carencia de valores y escrupulos. Mientras no busquemos como un fin la instrucción, cultura y conocimiento sobre todo de si mismos. Estamos condenados a repetir actos de depredacion y pillaje como humanidad somos una masa amorfa. La guerra es un ejemplo nítido de nuestra capacidad de dañar.
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