Diario Libertad

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Don Sata

jueves, 14 de mayo de 2020


Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·                                       Su última carta…

Si ya había tenido que tragar camote y reconocer ante el mundo -no solamente ante todos los mexicanos- que eso de darse de abrazos y de salir a comer a las calles; pues que ya no era así -aunque medio disculpando que era “otra etapa”- que ahora no había que salir a las calles y que se debía de guardar distancia entre los ciudadanos…

AMLO no podía decir que internacionalmente los habían presionado para que se siguiera la corriente a las indicaciones de la OMS; y que por eso se vio forzado a decir todo lo contrario a lo que él siempre opinó; y que en su fuero interno de viejo mañoso debe de seguir creyendo…

Como también debe de creerlo ese otro viejo mañoso que es Trump, solo que él debe verlo desde el punto de vista económico -el daño es incalculable; y lo que todavía falta- pero ciertamente que él tampoco es el que manda…

El mando por el momento lo tienen los ofendidos científicos de la medicina y su evidente interé$ por la $alud.  En el México de mis recuerdos, tres eran los personajes más importantes en la sociedad, el maestro, el cura y el médico…

Hoy los tres han pasado a ser responsables de la degradación de la sociedad en que vivimos y se han ganado a pulso la desconfianza de los ciudadanos; pues sus profesiones, otrora apostolados, pasaron a ser negocios…

La medicina es un negocio y un sucio negocio; y los médicos son comerciantes de la salud.  Los maestros dan pena; solo hay que ver la clase de profesionistas que aportan a la sociedad, donde el 80 % de las personas que estudian una carrera, se dedican a otra cosa.  Y la malformación viene desde los primeros años; y desde luego, desde casa…

Lo que atañe a los curas.  Mejor ni comentamos nada; pues pasaron de ser un refugio para los angustiados; a convertirse en personas a las que no se les puede dejar solos ni por un instante…

Referente a que la medicina y los médicos se han convertido en comerciantes del dolor, no lo digo yo; ni tampoco fue lo que dijo López Obrador -lo que pasa es que no pierden oportunidad para atizarle-…

Pero si afuera de los hospitales hay gente que muere sin ser atendidos, no hace falta tener mucha suspicacia para entender que la medicina y médicos van mal.  No atender a un paciente porque no tiene dinero, es un hecho que habla por sí solo…

Por no comentar de los viajes de primer mundo que los Laboratorios Químico-Farmacéuticos les regalan a los médicos que más recetas dan para sus productos.  O las comisiones que tienen que darles los Laboratorios de Análisis Clínicos a los médicos para que les envíen pacientes…

Si la medicina y los médicos transitaran por el camino de la salud no habría tantos enfermos; pero caminan por el trazo de las medicinas y las consecuencias son a la vista de todos, cada vez hay más enfermos…

Es como la seguridad.  Si se requieren los miles de policías -y luego hasta que regresen los que nunca se han ido- es porque la delincuencia está incontrolable; y el Presidente tendrá que volver a tragar grueso…

Porque si algo prometió durante sus largos años de campaña hacia la Presidencia, fue precisamente que regresaría a los soldados a los cuarteles -como también la de meter al bote a los ex presidentes-…

Y miren ustedes amables lectores, el tamaño de la desconfianza que generan semejantes incumplimientos.  Pero ciertamente que al Presidente no le quedaba de otra más que pedirle apoyo a los militares y marinos.  Y lo peor, es que con esto se juega su última carta…

Porque si la delincuencia no disminuye, habrá perdido definitivamente y se las verá difíciles para seguir dominando la Cámara Baja el año entrante.  Y mucho me temo que no se reducirán los índices de violencia.  A menos que pacte con ellos; que es algo que también dijo que nunca haría; pero que todos han hecho…

Referente a la militarización de la Patria, o sea al regreso abierto de quienes nunca se fueron, es pertinente establecer que quienes verdaderamente mandan en el mundo entero, son los militares…

Ningún mandatario del mundo, ni de antes, ni de ahora, ni de mañana, se puede o se podrá sostener si los soldados no lo apoyan.  El Golpe en Bolivia que derrocó a Evo escribí al respecto.  Los más altos presupuestos son siempre para ellos; por algo será…

Por mi  parte, bienvenidos los militares, siguen dando confianza al Pueblo.  Pero me da vueltas en la cabeza las palabras del Gran duque  Constantino Nikoláyevich de Rusia (1827 - 1892) “Detesto las guerras, porque echan a perder a los Ejércitos”.

Y nos vemos mañana, si el Sol me  presta vida.

  



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