Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
¡Los Dioses nos han abandonado!…
Mientras Trump
dijo tener las pruebas para demostrar que fue China el origen de la pandemia
del coronavirus; y volvió sobre el tema tocado hace unos días de que si eso se
confirmaba, demandaría a Pekín por daños y subiría los aranceles a sus
productos…
Los Servicios de Inteligencia de los mismos
EE.UU. conformado por diferentes Agencias, oficiales y particulares de
espionaje -digámoslo así-. Llegaron a la
conclusión de que el nuevo coronavirus se originó en China. Pero que no fue creado por el hombre, ni
modificado genéticamente…
Lo que hubo de ser ratificado por los propios
Servicios de Inteligencia, toda vez que el NYT publicó que altos funcionarios
del Gobierno habían presionado a algunas agencias para que señalaran a la
milenaria nación como la responsable…
Lo cierto es que ya no saben ni qué inventar;
porque “Aunque Usted, no lo crea” ahora
salen con que el contagio puede adquirirse a través del aire, pues el Bicho
puede sobrevolar por horas. También
puede contagiarse por las eses fecales y ¡hasta por los gases Intestinales!...
A como van, al rato descargar un gas en público
pasará de ser una nota de mal gusto, a una acusación por intento de homicidio,
contaminación peligrosa del medio ambiente y por formar parte del Brazo Armado
de la Fundación internacional de los defensores de los virus…
Y todo esto; bueno, no todo, lo último es
cosecha de la casa fue “publicado en la
biblia de las enfermedades del aparato digestivo, Gastroenterólogy. Y lo
confirmó el doctor Ramón Tormo, especialista en enfermedades del Aparato
Digestivo y Pediatría; y miembro del Top Doctors…
No obstante, todo parece indicar que el
Presidente yanqui está muy presionado por quienes aprobaron los préstamos que
solicitó para enfrentar al Bicho, o sea, los de la lana; a quienes les urge
reactivar la economía y responsabilizar a alguien, para demandarlo y recuperar
activos, cuando menos en el papel…
Pero creo que no les salió exactamente como
querían, porque todos hemos resultado perjudicados. Pero el daño ya es un hecho y no pueden ir
más allá. La gente comienza a no
obedecer. La misma desesperación los
obliga a salir a las calles…
No pueden morir de hambre. Y los gobiernos lo saben, los comercios están
resguardados por policías y militares previniendo saqueos; y se supone que la
pandemia dejará 300 millones de personas sin trabajo…
En todo esto, el ejemplo de Suecia ante la
pandemia, está en la mente de muchos que ya necesitan reactivar sus vidas. Morirán los que tengan que morir. Es lo que siempre sucede y ha sucedido en todas
las epidemias; y los que sobrevivan serán más fuertes. Es una Ley…
A ciencia cierta aún no se sabe quien soltó al
virus y con que intenciones. Pero también
pudo haber sido un accidente. O tal vez así lo dispuso el sistema inmuno de La
Madre Naturaleza para deshacerse de los parásitos que la dañan…
Y resulta que los virus, que los “sabios” dicen
que no están vivos, pero que tampoco están muertos, que son proteínas. En realidad no son otra cosa que los glóbulos
blancos de La Tierra y la defienden de los parásitos que la agreden…
Lo mismo y sí.
Todo puede ser. Porque todos los
posibles involucrados que mutuamente se acusaron de ser los responsables, han
salido perjudicados; y los que no, también…
No voy a defender a Jair Bolsonaro, el controvertido Presidente de Brasil -que bastante
tiene con todo lo que le está pasando como para echarle más leña al fuego- Pero
tuvo razón cuando hace un par de días aclaró su posición sobre los muertos por
la pandemia…
“Y yo qué puedo
hacer. Soy Messias, pero no hago
milagros. La vida es así”; y no mintió. Ni siquiera exageró un poco -aunque es propio
de los hermanos argentinos, ponerle mucha crema a sus tacos- así se llama, Jair Messias Bolsonaro. Desconocía
que alguien pudiera llamarse Messias…
Pero independientemente de que los milagros no
existen; y visto está que ninguno de los Dioses oficialmente reconocido$ se ha
dignado “aparecer” para ordenarles a los bichos que se retiren…
Porque si pudo subir a todos los animales del
mundo en una barca con Noé y toda la cosa, cuando los pingüinos de la Antártida
tardaron más en llegar al embarcadero, que los 40 días que duró el aguacero,
perdón, El Diluvio ¿que no vaya a poder reunir a todos los bichos? -ja- Pero no
quiere hacerlo. ¡Los Dioses nos han
abandonado!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario