Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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De tocho, morocho…
Si por arte de chinos -iba a poner de magia, pero luego pensé que sería más
claro hablar de los habitantes de China, capaces de convertirse en lo que hoy
son; cuando a finales del XIX y principios del Siglo XX, con Don Porfirio Díaz Mori (1830 - 1915)
México pesaba internacionalmente más que el coloso de Oriente…
Al oaxaqueño nadie le ordenaba lo que tenía que hacer; ni otros gobiernos,
ni los ricos. Y cuando se embarcó rumbo
a Francia en el buque alemán Ypiranga, el 31 de mayo del 1911, 6
días después de haber renunciado a la Presidencia. México no tenía deudas. Don Porfirio dejó dinero en las arcas…
Y fue más gente a despedirlo, de la que acudió al sepelio de Maradona (1960 - 2020) los hechos y los
datos ahí están.
Pero para abundar sobre el “Dictador” que duró la mitad de tiempo que el
PRI; hay más muertes ahora en las elecciones, que antes. Y durante algunos años de su largo mandato, era
tal la tolerancia a la oposición que, tras las selecciones de 1892, hubo dos
presidentes…
Don Porfirio, y el originario de Zacatecas, don Nicolás Zúñiga y Miranda (1865 - 1925) -más o menos como Guaidó y Maduro en Venezuela- quien, tras
las elecciones de 1892, denunció fraude electoral y se autoproclamó Presidente. Cualquier semejanza es coincidencia…
Para dar una idea de cómo se vivía en esos tiempos. Por un peso mexicano nos daban 1.08 dólares. Pero gracias a que triunfó la revolución que
derrocó a Francisco I. Madero (1873 -
1913) que nos ha llevado hasta donde estamos -Don Porfirio vivía en Francia cuando se inició la revuelta-…
Y eso que el defeño le quitó tres ceros -no nació en Agua Leguas; Raúl, el hermano incómodo, es el que
nació en NL- pero en realidad son más de 22 000 pesos los que se pagan por un
billete verde. De ese tamaño es el
progreso. Por eso ¡Viva la Revolución! Estamos
mejor que antes -en el discurso-…
Pero por lo pronto; y lo más importante, es que tenemos gente en otros
países trabajando el campo que nos provee de los alimentos, o sea, que les
pagamos para que nos alimenten; y así no desgastamos la tierra y mejor
sembramos, con visión futurista, amapolas…
Dicen, pero no se ha confirmado, que convencieron a Biden que aquí tenemos de la buena, además de que somos viejos
proveedores, estamos más cerca y no necesita invadirnos; por lo que ordenó la
salida de las tropas de Afganistán. Mismas que al parecer tendrán que regresar
tras los atentados en Kabul. El caso es
que, si ya de por sí las cosas estaban mal, todo indica que se van a poner
peor…
Y que finalmente no es como para escandalizarse. En el mundo de los negocios alguien tiene que
surtir las 6,500 toneladas de goma de opio que el mundo consume entre
medicamentos heroicos y personas que evaden su triste realidad con una
inyección; toda vez que los talibanes han prometido retirarse del negocio
-¿será; o ya aprendieron de occidente la demagogia?-…
Pero estábamos en el arte de los chinos y ahora sí que nos dimos una
desviada larga. Pero regresemos…
Cambiando de tema…
No fue sorpresa que doña Olga
Sánchez Cordero “decidiera” regresar al Senado, como lo dijo Ricardo Monreal, el otro caído de la
gracia palaciega, al recibirla de nuevo en la Cámara Alta…
Todos esos rumores de que sería removida y que ella negaba, resultaron
ciertos. Muñoz Ledo, otro ya en la banca, la defendió y declaró que renunció
porque no estaba de acuerdo con la política de AMLO…
Lo cierto es que el huracán Grace será la fecha que se recordará cuando doña Olga salió del Palacio de Cobián,
para que cambiara la decoración al gusto de la señora Gutiérrez; que dicen las malas lenguas que fue la intrigosa…
Por cierto que ya llegaron refugiados afganos a nuestro suelo. Y menudo descontrol se van a llevar cuando se
enteren de que aquí las que mandan son ellas…
Además, ora sí ya de salida…
Cosas del fanatismo, en Chidiza, Zambia, un pastor cristiano con una fe que
habría podido mover montañas, falleció sepultado por sus feligreses, a quienes
advirtió que a los tres días regresaría como Jesús…
Pero como su fe no pudo mover la montaña; y ni siquiera mover la tierra que
le echaron encima ¡vaya! a los tres días sus feligreses fueron a sacarlo para
ver si había resucitado y lo encontraron bien muerto…
Hoy la policía busca a quienes lo sepultaron en vida para acusarlos de
algún tipo de homicidio que puedan equiparar a la eutanasia, porque el difunto pastor
fue quien pidió que lo enterraran...
Pero no puedo terminar el presente, sin citar a Andrea Escamilla, una estudiante “trigénero” que rompió en llanto
durante una clase por la Internet, cuando otro estudiante, por demás igualado,
le llamó compañera, no “compeñere”…
Según el idioma que llaman incluyente.
Ya saben “jirafo” “caballa” “hipopótama” “presidenta”, “astronauto”,
“gorilo”, “espose” -ni esposo ni esposa- “bombera”, “electricisto”, “policío”,
etc.
El caso es que apenado por lo desgarrador del llanto de “le compañere”,
quiso corregir el asunto disculpándose por la imperdonable falta, pero fue
advertido -entre sollozo y sollozo, pues lloraba desconsolade- que lo
demandaría ante la Justicia por faltarle al respeto…
Así estamos ya de degenerados -en el idioma, por supuesto, no me vayan a
demandar a mí también-…
Lo mejor de todo, es que cuando le preguntaron a la otrora Andrea -que como no puede ser André,
entonces supongo que será Andró- ¡qué es un trigénero? Respondió que según las circunstancias le
gustan los hombres, las mujeres o los “neutros” ¿? o sea, de tocho, morocho.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
En realidad es aberrante la demagogia actual, vamos en retroceso en todos los aspectos. Se vuelve axioma la frase todo tiempo pasado fué mejor. Y bueno se sigue pensando que la puntada que se les ocurrió a unas chicas sobre un lenguaje inclusivo es bandera para justificar a todos los que tienen preferencias sexuales diferentes o sienten que son de otro genero.muy buen artículo.
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