Opiniones
y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
·
De la “consciencia” del virus…
Todo podría esperarse en esta vida, menos que un virus fuese
consciente. Excepto, desde luego, para quienes
tienen consciencia de lo que es el ser que se dice humano, pero que es todo lo
contrario…
Consciencia de que somos parásitos de La Tierra, y de que
no tenemos consciencia de ello. En fin,
parece trabalenguas, pero no lo es…
El caso es que el virus Omicrón ha hecho su triunfal aparición en América. Así lo anunció el reputado Dr. Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas; y a quien solo le falta anunciar el pronóstico del tiempo
en algún frívolo canal de TV para llegar al excelso grado de celebridad que
tiene nuestro querido Hugo López-Gatell. Distinguido integrante del gabinete de la
T de 4a…
Pero lo más grave del asunto, no es que haya llegado y no
tarde mucho en despacharse a mejor vida a algún pariente o conocido; sino que las
víctimas del nuevo bicho, que bien podría ser el pariente sicario del Covid-19
-en todas las familias siempre hay una oveja negra; y en otras todas son
negras- ¡tenían completo su esquema de vacunas!…
Lo que se traduce, en que nos van a traer, entre vacunas
y restricciones, a mal traer. Y que los
gobiernos habrán de pagarles miles de millones de dólares a las empresas
farmacéuticas, para adquirirlas y aplicarlas a sus ciudadanos, quienes
finalmente acaban pagándolas a través de sus impuestos. Es decir, del bolsillo a los laboratorios…
En el entendido, de que las empresas farmacéuticas son en
su mayoría privadas -si no es que en su casi totalidad- las que se han puesto
de acuerdo para llevar a cabo el negocio del Siglo, al que ya bien podríamos
llamar: “El Siglo de Oro de las Vacunas”…
Porque cualquiera diría, viendo las colas que hacen para
vacunarse, que ya les tomaron la medida, por no decir que los agarraron de sus
tarugos. Los ha condicionado de tal
manera, que ahora ya hasta se asustan con el petate del muerto…
¡Omicrón! Palabra a 8 columnas en los diarios -propiedad de los
mismos propietarios de los laboratorios; y se caen las Bolsas de Valores,
también manejadas a su libre albedrío por los mafiosos de siempre…
Pero el caso es que este nuevo sicario revestido de
virus, es tan consciente de las fechas y de todo lo sufrido con sus parientes,
que les permitirá a los ciudadanos guadalupanos, que pasen una feliz Navidad,
un excelente Año Nuevo y un día de Reyes con muchos regalos…
Pero después, regresará como Douglas McArthur (1880 - 1964) y hará sentir su poder, el que
después de arduas batallas y no pocas víctimas será vencido. Sí, será vencido ¡con una nueva vacuna! que
ya fue vaticinada por Michel de
Nötre-Dame, más conocido como Nostradamus
(1503 – 1566); por Malaquías; o
por los Simpson, me da igual…
Y así será, per
sécula, seculorum -o sea, por los siglos de los siglos- hasta que se lleve
a cabo la Revolución por la Paz; y la gente salga a las calles cantando: “que
se mueran los feos, que se mueran los feos, que se mueran
toditos-toditos-toditos los feos”…
Lo que nada tiene que ver con la realidad; como tampoco
nada tuvo que ver con la realidad el discurso-cuento-baño de pueblo, que se
dieron los López-Obrador y Gutiérrez,
en el Zócalo de la CDMX. pero cuando menos se divierten. Al Pueblo: pan y circo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. Día 36
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