Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 6 de diciembre de 2021

 

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

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·         Así, o más claro… 

“No necesito que nadie muera para poder subsistir”.  Pitágoras (569 - 475)

Se aprobó la iniciativa para prohibir las corridas de toros; y antes de que pase al Pleno de la Cámara, el Coso estalló.  La prohibición afecta muchos intereses, que van desde la cría del ganado, hasta lo que se consume durante el espectáculo…

Lo que de hecho refleja dos ideologías opuestas.  La del hombre superior a todos los demás seres de la Creación que cupieron en el transatlántico de Noé, entendiendo que muchos otros murieron ahogados al no encontrar cupo…

No así los pingüinos de la Antártida, que tuvieron que regresarse pues solamente aceptaban a una pareja; pero como afortunadamente saben nadar, no se vieron afectados por los santos berrinches…

Y luego les cuento otras todavía más jaladozkys.  La de que Moisés abrió el Mar Rojo, me encanta.  Pero eso será en otra ocasión; por ahora, regresemos…  

Así como la misoginia y consecuentemente los feminicidios, obedecen a las filosofías machistas de las religiones; que empezaron cuando a algún trasnochado se le ocurrió decir que dios era hombre…

Y a cómo van las cosas, al rato van a decir que dios es hermafrodita o transgénero; ya que los que se cobijan bajo la banderita multicolor, recurren a todo lo inimaginable con tal de justificar su antinatural condición…

Pues así la violencia y la inaudita brutalidad que la reviste, se debe a la alimentación.  Y lo explico: Los seres que se dicen humanos, pero que no lo son, tenemos una enorme similitud con los primates mayores. Nuestro genoma es casi idéntico al de ellos…

Pero las formas de vida de los gorilas, de los orangutanes y de los chimpancés, y sus hábitos alimenticios, son lo que nos diferencian; a pesar de que somos a los que más nos parecemos…

Los gorilas viven en una sociedad patriarcal, es decir, donde hay un macho dominante que se encarga de guiar a su clan, compuesto por varias hembras y sus crías.  Y todos viven en paz -¡Maestro!-…

Pero a pesar de ser extraordinariamente fuertes, pues llegan a pesar más de 230 kilos y medir poco más de dos metros.  Dato digno de mencionar, es que tienen huellas digitales, evidentemente distintas.  Que su gestación dura 8 meses y medio.  Que procrean una sola cría cada cuatro años; y que son absolutamente pacíficos…

En tamaño les siguen los orangutanes, a los que llaman los hombres rojos de los bosques; que llegan a medir hasta un metro y medio y los machos a pesar poco más de 100 kilos.  Solo se unen a las hembras -la mitad de su tamaño, al igual que las hembras de los gorilas- para aparearse…

Su gestación es de nueve meses y la estancia de la cría con la madre, siete años, es la más prolongada de todos los animales.  Al igual que los gorilas, son pacíficos…

Los más pequeños, pero también extraordinariamente fuertes, son los chimpancés, que viven en grupos que en veces exceden los 120 individuos.  Los machos llegan a pesar hasta 80 kilos y a medir poco más de 1.70 mts.  Con ellos compartimos el 98% del ADN…

Su gestación es de ocho meses y su promedio de vida en cautiverio es de 50 años.  Hay una sub especie que son los bonobos, cuya condición social es diferente; pero también comparten características de violencia que solo se observan en los humanos…

Pues los chimpancés no solamente secuestran, violan y matan a otras especies de simios, sino que se organizan y hacen la guerra a otros grupos para quitarles sus territorios; los descuartizan y se los comen.  El canibalismo es frecuente…

¡Total! Que esos adorables primates que en las películas nos han pintado como simpáticas mascotas, son en realidad sumamente peligrosos cuando son adultos…

Y la diferencia entre esos tres grupos de primates; todos en vías de extinción, es que los dos primeros, es decir, los gorilas y los orangutanes, son frugívoros; y los chimpancés y sus primos los bonobos, comen carne…

Ahora bien, si estos hechos los trasladamos a los seres humanos.  Los budistas, al igual que otras religiones que respetan toda forma de vida y por consiguiente no comen carne, nunca han entrado en una guerra; y puede decirse que son pacíficos…

Sin soslayar que no conocen de la pandemia, ni saben de la diabetes, ni de otras muchas enfermedades.

Así, o más claro.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

  

   

 

 

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