Opiniones
y Comentarios
Julio
Ricardo Blanchet Cruz
*
Las vacaciones y el virus…
Pareciera ocioso el preguntar por qué la gente se va de
vacaciones; ya que la respuesta sería, en la mayoría de los casos, porque
quieren descansar de lo que hacen; de su trabajo. Luego entonces, podría deducirse que el
trabajo que desempeñan les cansa…
El caso es, que la labor que realizan les cuesta trabajo
llevarla a cabo; pero lo hacen porque les pagan por ello. De tal suerte que no lo harían si no les
pagaran. Por eso hay horarios y días de trabajo y días de descanso…
Pero resulta, que los que no trabajan, es decir, los que
hacen lo que les gusta, ganan más que los que hacen lo que no les agrada. Y todo porque haciendo lo que les hace
felices, lo hacen todo el tiempo; y como la práctica hace al maestro, acaban
haciéndolo muy bien…
Y cuando la gente su actividad la realiza muy bien, le
pagan por ello. Y mientras mejor lo
hagan, más van a ganar. Y como ejemplo
están las sinfónicas y las filarmónicas.
Entiendo que son iguales en el número de instrumentos; pero en lo que no
son iguales, es en que a unos les pagan para que toquen y los otros tocan para
que les paguen. Aclarando…
La sinfónica está integrada por músicos, la filarmónica
está integrada por quienes aman la música (del griego phileo=amar) Y como que
es de más caché una filarmónica que una sinfónica. Digo yo; que si acaso, lo único que alcanzo a
tocar es una puerta…
Pero también tenemos a los verdaderos médicos- los
médicos como apostolado, no como profesión o como negocio- los que aman la
medicina y quieren servir al prójimo. No
los que cobran por mandar hacer análisis; o los que se quieren contratar en
alguna institución para finalmente jubilarse…
Médico de verdad es el que pone un letrero en la puerta
de su casa que dice “Médico las 24
horas” -y de esos ya casi no hay- no el que atiende citas hasta el lunes
porque es fin de semana, o porque tiene llena la agenda. Pero hay más…
Los deportistas, por regla general, no necesitan
vacaciones, ellos siguen yendo a entrenar todos los días. Al igual que los que ordeñan a las
vacas. Aman a sus animales y por ningún
motivo van a dejar de atenderlos sin que importe que día sea, o a que santo se
festeje…
Los que hoy se dicen filósofos traen en boca aquello de
que “Ama lo que haces”; cuando es al
revés: “Haz lo que amas”. También salen con que lo importante es el
presente. Que el pasado ya no existe y
el futuro aún no llega…
Cuando quien olvida su pasado y no proyecta sus pasos hacia
el futuro, es un zombi; un autómata que solo vive el momento. El futuro se construye hoy; pero “El hombre
tiene que saber a dónde va; aunque vaya en brazos de los dioses”. -Lamentablemente
no recuerdo quien dijo la frase-…
Se imaginan un mundo, en el que cada cual hace
exactamente lo que le gusta. Nada
cambiaría mucho; hay gente para todo. El
chiste es ubicarla en el lugar adecuado para que haga lo que le da
satisfacción…
Pero para ello, la gente tiene que encontrar a lo que
quiere dedicar toda su vida, o sea, conocerse a sí misma -vaya problema- saber
cuál es el papel que vino a desempeñar en esta vida; y tener el valor de llevarlo
a cabo, de perseguir sus sueños…
Un mundo así sería el Paraíso. Todos estarían conformes con su vida,
haciendo lo que les gusta. Nadie puede
ser feliz haciendo lo que no les gusta. No
habría envidias. Pero desgraciadamente es utópico; cuando menos en este
contexto de vida…
Sin embargo, con que algunos lo logren, estará puesta la
piedra sobre la que se puede construir un futuro diferente. Pero para lograr eso, depende de una sola
cosa: de la salud. Sin duda la mayor de
las riquezas.
Cambiando
de tema…
Referente a la nueva amenaza a la que llaman Omicrón; no
hay por qué preocuparse. Llegará a
México hasta que pasen las vacaciones; pero eso sí, va a pegar con toda su
fuerza ¡aguas!...
Y la culpa del feroz ataque, es porque durante las
posadas, que ya empezaron, y hasta el Día de Reyes, no se respetará la sana
distancia, no dejarán de usar el cubrebocas, ni se embadurnan gel anti-bacterial. Que finalmente tampoco sirve de nada-…
Pero por el momento, a darle recio a las piñatas; y más a
las que les ponen cara de políticos y políticas; que lo que importa es el
hoy. Mañana, ya veremos que dice el
virus; porque visto está que Dios, ni se mete.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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