Diario Libertad

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Don Sata

viernes, 31 de diciembre de 2021

 

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

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                  *    ¿Y qué habrá para el año entrante?…

Siempre se ha dicho que cada cabeza es un mundo; y aunque la casi mayoría conoce el adagio, a ciencia cierta son muy pocos los que entienden el por qué es así.  Y si se les dice que el mundo es sobre diseño, menos van a entender nada…

Pero para aclarar un poco las cosas, podemos agregar que nada existe; que todo es como cada cual lo ve.  Aunque tampoco eso es muy claro; a pesar de que suena como aquello de que la vida es según el color del cristal por el que se mira…

Sin embargo, con cristal de colores, o sin cristal, la vida sigue siendo horrible.  Ya sé que podrán decir que la vida es maravillosa, que es un regalo del cielo, que es el paraíso; y por regla general nadie quiere morirse…

Y si no quieren morirse, no es porque esta vida sea maravillosa -solo hay que ver todo lo que está pasando para no verlo así- es porque no han cumplido lo que vinieron a hacer a este mundo -porque todos venimos a algo-…

La cantidad de gente que muere de hambre, de enfermedad, o a balazos.  La destrucción de los bosques y selvas, la contaminación de las aguas y del aire por sustancias tóxicas que están matando cientos de especies, a las que también desaparecemos por mano propia…

Y más.  La perversa crianza y cruel e inhumana matanza de animales para consumo, justifica plenamente el pensar que los sápiens no lo somos tanto como creemos serlo y que esta vida no tiene nada de paraíso…

Somos unos viles virus de este juego que se llama Planeta Tierra, al que voluntariamente quisimos entrar…

No obstante, como nada materialmente existe, pues el Creador será muy Creador, pero ni Él puede sacar algo donde no hay nada; se puede deducir que todo está en su mente…

Al Creador, que nada tiene que ver con los Dioses, Pitágoras (569 – 475) lo definió como el UNO.  Pero como nadie da lo que no tiene, todo cuanto existe es solo la repetición de Él mismo…

Por eso dicen los paganos que su Dios está siempre en todo momento, tiempo y lugar.  Cuando de hecho, lo único que los virus humanos conocemos que sea infinito y eterno y está en todo tiempo y lugar.  Y más…

Que ya se puede acabar el Sistema Solar con todo lo demás y seguiría existiendo; es la numeración.  Pues sí, así es.  El Universo es matemático.  Y así ya medio se entiende…

La Creación es mental.  Este mundo convulso e inhumano que vivimos, no existe, así lo vemos.  Es un juego virtual al que quisimos entrar, para hacer algo.  Lo interesante y mágico es que no es igual para todos; fue “programado” para cada uno de nosotros.  Como arriba se dice, es sobre diseño…

En consecuencia, cada quién es el actor principal de su propia película.  Por eso todos vemos la vida de diferente manera; aunque sea la misma.  Lo que sucede es que solo se ve una parte; la de cada quien…

Es como un libro, cada quien ve una parte del todo, que otros no ven.  Y si el libro se lee dos veces, se encuentran cosas que ahí estaban, pero que nos las vimos antes.   No era el momento…

Ahora bien.  Que ya estando dentro del juego no se sepa de lo que se trata y se haga lo que se puede -que es lo que generalmente todo mundo hace, como de relleno ¡vaya!- es porque se desconoce el papel que vinieron a desempeñar…

Y aunque todos ciertamente que son importantes para la escenografía, están en otra película que no es la suya y solo son parte de la de los otros…

Pero saber a qué se vino, es un problema personal que cada cual tiene que resolver; y el más difícil de todos, según cuentan.  De ahí el “Conócete a ti mismo”, sentencia que desde hace miles de años se grabó allá por un lado del Monte Parnaso en la entrada del Oráculo de Delfos, dedicado al dios Apolo…

Vale aclarar que, si este mundo es mental, como parecer serlo -pues no se entiende de dónde lo sacaron y qué fue lo que quedó ahí en su lugar- no se piensa lo mismo estando sano, que estando enfermo; de lo que sea…

En el entendido de que solo una humanidad enferma es capaz de destruir a sus “enemigos”; sino que es capaz de destruir su propio hábitat.  Lo que sí ya está como para reírse, es cuando algunos se dicen hechos a imagen y semejanza de su Dios…

Pero así piensan los enfermos y se convierten en hedonistas, concupiscentes y sensualistas en grado superlativo, es decir, en una sola palabra, se vuelven baquetones e inconscientes…

Pero todo eso será distinto para una persona sana; aunque mágicamente todo siga siendo lo mismo.  La clave está en ver las cosas con un cristal de color más amable…

Pero para verlo así, o cuando menos de otra manera, hay que pensar de otra manera.  Y para ello, tenemos que estar sanos; y desde luego vivir de otra manera…

Ahora bien.  Como todos somos el resultado de lo que hemos comido -luego entonces pensamos lo que comemos- para ver la vida de otra manera -no tan horrible- pues hay que alimentarse de otra manera.  Y así el año que mañana empieza, se iniciaría de manera diferente…

De lo contrario, si seguimos comiendo lo mismo, seguiremos pensando lo mismo.  Aunque nosotros no matemos a los animales, nada más nos los comamos…

Conclusión: ¿Cómo pensar que nos va a ir diferente a partir de mañana y la vida nos va a sonreír, si seguimos comiendo lo mismo?  Eso no puede ser así.  Los que tenemos que cambiar somos nosotros; y si lo hacemos, el mundo cambiará; cuando menos para el que lo haga.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

 

 

 

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