Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
·
Lo
verdaderamente grave…
Que el cubre bocas no sirve para
nada; que sin el cubre bocas estás perdido.
En unos Países al virus lo toman a la ligera y su vida normal continúa,
como en Suecia; en otros como en Filipinas, el Presidente, Rodrigo Duterte, se pasa de la raya y ordena matar a quien viole el
toque de queda…
Se oye de todo y para todos los
gustos. Todos hablan, todos dicen saber
la verdad de cómo se desarrolló todo esto; quienes son los responsables y con
qué fines lo hacen; que es lo que se debe hacer y hasta cómo se cura…
Los que están muy calladitos son
los representantes de las religiones$; de todas. Sus tan productivo$ Dioses hoy no pueden
hacer nada para contener a la pandemia del pánico. Los rezos y las oraciones no han servido para
nada. Un simple y triste virus ha puesto
de cabeza al mundo y a sus Dioses…
Claro que no faltan los que se
quieren montar en la cresta de la ola mediático-trágica y dicen que todo esto es
obra de Dios, porque la humanidad se ha desviado de su camino. Lo han abandonado y quiere que volvamos al
redil…
Aunque desde su punto de vista
puede estar bien; lo que no gusta es el modito.
Pues pudiéndolo hacer de otra manera, la deidad se muestra cruel para
imponerse. Lo que deja a su Dios como un
ente inseguro de sí mismo…
Un acomplejado que requiere de la
admiración y el reconocimiento a su obra y ¡por parte de su propia obra! lo que
ciertamente tiene un fuerte tufo patético…
Otros, un poco menos desfasados,
dicen que La Tierra ya está cansada, harta de nosotros y que se está sacudiendo
para librarse de la humanidad. Peligrosa
especie animal a la que muchos científicos han llegado a coincidir en que somos
unos viles parásitos del Planeta. El
caso es que todos dicen y opinan como expertos…
Cuando lo único cierto es que el
conocimiento se adquiere con el esfuerzo y la experiencia. La erudición consiste en que se puede saber
mucho a través del estudio, con maestrías y doctorados, al grado de convertirse
en una “autoridad” en la materia; pero no hay mejor enseñanza que la
experiencia, la práctica aplicada al conocimiento…
Y es de dudarse que los más
connotados científicos, “expertos” en el tema de los virus, se hayan metido en
medio de los centros de contagio y vivido la epidemia. Cuando menos no se sabe -ni ellos lo dicen-
que se hayan apersonado en el sitio…
Por lo tanto, la opinión más
valiosa debe de ser la de quien sí estuvo presente entre los enfermos; palpó y
valoró personalmente la situación. Que
se sepa, el único que lo ha hecho; y que además nos dejó plasmadas sus
experiencias en libros, fue precisamente “El Padre de la Medicina”: Hipócrates de
Cos (460 - 370)…
Y aunque parezca reiterativo, insistiré,
con la idea de que alguien comprenda -le caiga el 20- de lo que se debe de
hacer en las epidemias; y a continuación expondré las enseñanzas del muy
ilustre Maestro, a quien en la actualidad ninguno de quienes se dicen sus seguidores,
le hace caso…
Y no por arrogancia; sino por
ignorancia. Toda vez que deben de ser
muy pocos los médicos que han leído sus libros y abrevado de sus enseñanzas; debido
a que hay intereses económicos de -ya sabrá el amable lector a quienes me
refiero- que prefieren seguir vendiendo medicinas al por mayor, que curar a los
enfermos…
Empezaré por reiterar que el
Maestro establece que los que son contagiados y mueren, es porque su organismo
ya estaba afectado por alguna otra razón.
Y su sistema inmunológico, su sistema de defensa, estaba debilitado…
Los medicamentos alivian; pero el
que cura es el propio organismo; la propia naturaleza. Por eso, cuando el sistema inmunológico no
funciona, como en el caso del SIDA, la gente muere hasta de una gripe, ningún
medicamento o terapia funciona. Que quede eso claro…
Pues bien, de acuerdo con el
Maestro, conforme a sus experiencias -pues no solo veía qué podía hacer por los
enfermos, sino que estudiaba a los sanos para saber porqué no se habían
enfermado- determinó como premisa:
ALIMETAR A UN ENFERMO, ES
ALIMENTAR LA ENFERMEDAD. Pues estando ya
contagiados -y así lo relata en sus escritos- solo se curaron quienes que se
negaron a comer…
Que es exactamente lo mismo que
hacen los animales “inferiores” y poco inteligentes; porque cuando se enferman
o se hieren, no comen y solo toman agua.
Ya que por alguna extraña razón saben que el agua es la vida…
Y lo mismo hacen los niños
pequeños: cuando se enferman no quieren comer.
Innecesario acotar que el cuerpo médico dice todo lo contrario. Pero regresemos con la pandemia…
Los informes de los expertos
dicen que la reclusión se puede extender mucho más tiempo del previsto. Y lo mismo hablan de meses que de un año y
medio; hasta ahorita…
Pero por más que le hagan al
cuento, detallando puntualmente -casi de manera morbosa- el número de contagios
y defunciones en cada nación. La gente
muere y morirá más por el pánico y las consecuencias del aislamiento total que
llevará al colapso económico, que por el propio virus.
Cambiando de tema…
Mientras todos opinaban que el
pleito petrolero era entre Rusia y Arabia Saudita -en este mismo espacio expuse
que desde mi muy personal punto de vista, Rusia y Arabia Saudita se había
aliado para reventar a EE.UU. y su fractura hidráulica-…
Hoy es noticia de última hora que
Arabia Saudí ha convocado a los miembros y no miembros de la OPEP -léase Rusia-
a una reunión extraordinaria para estabilizar el precio del petróleo. Y se supone que de esa reunión saldrán dos
cosas…
Una, que el precio no lo fijarán
arriba de los 50 dólares, con lo que evitarán que el fracking siga operando y
EE.UU. se beneficie, ya que sus costos de extracción son muy altos y debajo de
50 dólares ya no es negocio…
Y segundo, que siguiendo el
ejemplo de Rusia que le vende petróleo y gas a la UE en euros; y que junto con
Irán, lo venden a China en yuanes, se
hará extensivo y claro que las operaciones de la compra venta del llamado oro
negro ya no se fijarán exclusivamente en el billete verde…
Lo que acabará con la moneda norteamericana
como referente mundial; y el oro que EE.UU. ya no tiene, volverá a ser el
respaldo válido de las monedas que lo sustituirán.
Pero lo verdaderamente grave…
Es la carta abierta que los
militares le enviaron al Presidente López
Obrador, en la que le manifiestan su inconformidad por la conducción de la
Patria y la soberbia de los Secretarios de la Defensa y de La Marina…
Cabe decir que éstos nunca fueron
bien aceptados por la tropa y menos por los altos mandos. Y eso es algo que debe de preocuparle más al
tabasqueño que el propio virus y la
economía…
Él, que tanto pregona la
democracia, no tomó en cuenta que designar a los importantes Secretarios de
Estado, pasando por alto los estatutos no escritos que los rigen, fue un grave
error que ha provocado “el hundimiento de las Instituciones”,
según quedó plasmado en el escrito…
Calificar como “prepotente
y deshonesto” a su Jefe Supremo, ciertamente que no es poca cosa. Y la carta termina diciendo: Ya
nos cansamos Presidente, estamos hartos de los Secretarios, México no merece
esto, las Fuerzas Armadas no lo merecemos.
Así que decimos ¡YA BASTA!
La inconformidad de la tropa fue
más que evidente cuando en octubre pasado, el General de División Carlos Gaytán Ochoa, ex subsecretario
de la Defensa, lo manifestó
abiertamente frente al General Secretario y 500 Generales más. Sus palabras fueron lacónicas: “Nos
sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados”…
¿Y si todavía piensan que esto va
a acabar bien?
Nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
Es comprensible hasta cierto punto que la humanidad creyente en la religión católica justifique a su Dios a quien atribuyen el castigo y la salvación mientras sigamos creyendo en lo divino, nunca acabaremos con los dogmas que atrofia n el cerebro o pensamiento intelectual. Seguiremos siendo un rebaño que se deja conducir mansamente.
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