Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
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Ven la
tempestad y no se hincan…
¿Y pa qué? Dirán
algunos. Dios nunca nos ha hecho
caso. Nos caen todo tipo de desgracias,
y los que siempre salen perdiendo son los creyentes de a pié; a los que
supuestamente vino a salvar…
De uno u otro bando, del Dios que
se prefiera. El cuento es más o menos el
mismo. Pero le vaya al que le vaya, siempre
alguno sale perdiendo. Siempre hay un
derrotado y un vencedor; aún en la amnistía…
Pues sucede igual que en los
combates de contacto, conocidos como artes marciales, cuando llega a fallarse
un empate, los contrincantes quedan pa los leones; y frecuentemente llegan a
dar al hospital…
Lo curioso del caso es que ambos
contrincantes antes de la batalla se encomendaron a su Dios -en veces el mismo,
lo que es todavía peor, pues habla de favoritismos- para salir
triunfantes. Con todo y todo, algunos
han muerto…
Igual que en las batallas entre naciones,
también algunas encomendadas a sus Dioses, han desaparecido. Fueron devoradas por culturas diferentes que
suplantaron a las suyas y acabaron
muriendo. En América, a los que creían
en un Dios los acabaron y a sangre y fuego e impusieron el suyo…
Pero hoy no voy a hablar de esos
Dioses balines, que en esta batalla contra el coronavirus están recibiendo una
paliza y van a salir perdiendo estrepitosamente. La gente que sobreviva difícilmente podrá
seguir creyendo en milagros…
“Llamé al cielo y no me oyó
Y ya que sus puertas me cierra,
De mis pasos en La Tierra,
Responda el cielo; no yo”. Como dijo Don Juan Tenorio
Así que vayamos al punto de los
que ven la tempestad y no se hincan.
Cómo puede ser, uno se pregunta, que no se den cuenta de que el malo de
la película no es el virus que anda vagando por el mundo buscando su comida;
porque como todo ser vivo tiene que comer…
Los solones dicen que no es un
metal, ni un gas, que es una proteína; pero que no es un ser vivo. Lo que ciertamente es un contrasentido,
porque si se reproduce, como ellos mismos lo han comprobado, es porque está
vivo. Si estuviera muerto no se
reproduciría…
El bicho es el chivo expiatorio
al que se recordará para siempre como el causante del cambio de Era que fue
pronosticado en el Calendario Maya, y que terminó con el neoliberalismo…
Cuando lo cierto, es que la mala de
la película que ha propiciado todo este desastre; y lo que falta -aquí sí que
cabe el feminismo- es la economía…
Aclarando que el bicho no va a
matar ni ha matado a nadie. Lo que mata
es la actividad del bicho, lo que el bicho hace. Ejemplo: Un escorpión no me va a matar; me va
a matar lo que él produce…
Como nosotros con La Madre
Tierra; lo que la lastima, lo que la daña, es lo que producimos; no
nosotros. Si no produjéramos lo que la
daña, de seguro que la historia sería diferente…
La cantidad de muertos que
probablemente habrá en México, como en EE.UU. será histórica. Ambos son países que, debido a la
alimentación a la que llaman comida rápida, puras porquerías, la mayoría de la
población está enferma. Y esos son los
que van a morir
Por cierto, ya que hablamos de
México, hay un spot que anda circulando por la Internet en el que los
opositores le “avisan” al Presidente López
Obrador, que en el 2022 lo van a remover con la Ley de revocación de
mandato que él mismo firmó…
Y lo exhiben como caso
psiquiátrico, porque dijo que la salvación contra la corrupción era el Sagrado
corazón de Jesús; y que el virus cayó como anillo al dedo para afianzar la
transformación…
Cuando lo que denota no son
problemas psiquiátricos; sino el agotamiento lógico para el ritmo de vida que
lleva…
Quienes nos dedicamos a una
actividad cotidiana, como lo es el periodismo, sabemos que un día te salen las
cosas bien; y otro te salen mal…
Siempre se ha dicho que “Quien mucho habla, mucho yerra”; y
sostener un programa diario, como “la mañanera”, requiere dedicarle mucho
tiempo. Y no es lo único que hace el
Presidente…
Siempre se dijo que tarde que
temprano acabaría regándola; que a la larga sería contraproducente; y más en
estos difíciles tiempos que estamos viviendo -y los que nos esperan- como para
que todavía los políticos anden arrebatándose las rebanadas de un pastel que,
además, ya no existe; se lo acabaron…
El que tampoco anda muy de suerte
es el abominable de Donald Trump;
quien ya montaba en el caballo de su reelección, pero todo indica que el virus y
sus consecuencias lo derrotarán…
En solo dos semanas se han
perdido poco más de 10 millones de trabajos; que su gobierno tendrá que cubrir
con el seguro de desempleo. Y eso es
mucho dinero, hasta para Washington. Y
lo peor es que no todos los empleos se recuperarán…
Arriba se citó. México y EE.UU. son naciones de enfermos, que
tendrán que pagar sus respectivas cuotas por no haber promovido una
alimentación sana y permitir que sus pueblos se envenenaran con comida
chatarra…
La reciente cifra de fallecidos en
EE.UU. a causa del bicho, es poco mayor de 1,400 en las últimas 24 horas. Y el asunto todavía va para largo, a pesar de
que la contabilidad de muertos por el bicho, es inferior a la cantidad de
muertos que hay por otras enfermedades…
Especialmente el cáncer, los
problemas cario-vasculares y la diabetes; solo que de esas pandemias no se
habla, no son contagiosas, como el coronavirus y el pánico.
Por eso ya para que les comento
que la temporada de huracanes viene con la espada desenvainada. No bien se habrá medio salido de una y nos
vana caer otras. Y lo peor, sin dinero.
Y nos vemos mañana, si el Sol me
presta vida.
Sin ser profeta y la mayoría del mundo estarán de acuerdo, que el panorama futuro aparte de incierto se contempla desolador para la economía. En lo personal no creo en profecías porque nadie puede ver el futuro.
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