Dice un conocido refrán que, “El
que por su gusto en buey, hasta la coyunta lame”; y ese lamentablemente
es el caso del presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela,
Nicolás Maduro.
Si hace unos días en este mismo
espacio se advirtió que aceptar la mediación del Vaticano en el conflicto que
se vive con los capitalistas, era tanto como ponerse solo la soga al cuello.
Lo que se confirmó días después
con las tendenciosas declaraciones del presidente de la conferencia episcopal
venezolana (CEV) Diego Padrón, quien arremetió duramente en contra del Gobierno
del Palacio de Miraflores, y lo llamó “totalitario”, “por la brutal represión de la
disidencia política y las restricciones al derecho a la información”.
Invitando de paso a los ciudadanos "a no permanecer indiferentes”.
Imperdonable error, sobre todo
cuando se tiene como apoyo a la mayoría del Pueblo y cuando se sabe que cuando
estos individuos se meten, como ahora lo están también haciendo en México,
donde las declaraciones de los nefastos clérigos en contra de las autoridades
conminan a la desestabilización.
Sin embargo la advertencia,
basada en la Historia, no fue suficiente, pues el propio Maduro ha aceptado la
mediación del probado enemigo de Hugo Chávez, el cardenal Pietro Parolin, ex
nuncio en Venezuela y hoy número dos del Vaticano como secretario de estado del
megalómano “Francisco”, para que sea testigo del diálogo con la oposición.
Lo que con toda seguridad
redundará en más problemas, pues estos individuos son comprobadamente
especialistas en actuar soterradamente a favor del capitalismo; no en balde
representan al más grande globalizador que ha tenido la humanidad.
Y si la situación de Venezuela
se contempla desde afuera, no luce tan grave; pues independientemente de que
cualquier deceso es lamentable, sin importar quién sea, cual fuere la bandera
que abraza; el que haya habido 30 muertos, cuando en México esa cantidad es
mucho mayor en un solo día, hace ver claramente la manipulación de la pren$a
capitalista en contra de Maduro.
Pero ya que se tocó el tema del
hipócrita Estado Vaticano y su demagogo líder, el tal “Francisco”; que habiendo
prometido castigar el delito de pederastia, no solo ha seguido encubriendo a
quienes los cometen, como el ex nuncio en la República Dominicana, el arzobispo polaco Josef Wesoloski, a quien ciertamente retiró del
cargo y lo regresó a Roma para que hiciera penitencia; pero no lo entregó a las
autoridades civiles para que lo juzguen.
El caso es que
no solo los encubre, sino que ha autorizado -nada se hace sin su
consentimiento, ya que su mandato es
prácticamente una dictadura- que se construya en el estado de Coahuila, México, un segundo “refugio” para sacerdotes
pederastas, o que se encuentran en crisis.
El primero se encuentra en
Monterrey, en el estado de Nuevo León, y hasta el momento 43 sacerdotes y
obispos han sido “reciclados en su fe”, de acuerdo con las propias palabras del
portal de la Diócesis de Saltillo.
El citado “refugio” cuenta con doce
estatuas que representan a los apóstoles, y fue solemnemente “bendecido” -lo
que francamente es el colmo- por Juan Sandoval Íñiguez, ex arzobispo de
Guadalajara, quien fue acompañado por el obispo Raúl Vera, que debiera de
internarse, pues es abiertamente homosexual; y otros tantos de la misma calaña.
Ahí se tratarán, informó el
parte informativo, situaciones y “problemáticas específicas” como la
pederastia, que en los años recientes sumió a la Iglesia católica en una de sus
crisis más grandes que le ha costado perder infinidad de seguidores.
Y los “refugiados” contarán con
psiquiatras y todo tipo de apoyos; pero eso de entregarlos a la justicia, ni
pensarlo.
En otro orden de ideas.
Con el antecedente de Crimea y
lo que actualmente sucede en otras ciudades de Ucrania que insisten en
independizarse, el caso de Cataluña cobra fuerza y no se ve cómo vaya a hacer
la decadente corona española para evitarlo; y máxime cuando el impresentable
demagogo de Mariano Rajoy es cada vez más mal visto por los ciudadanos.
Un día después del rotundo No
del Congreso de los Diputados a la consulta independentista que Cataluña
pretende celebrar -y celebrará- el 9 de noviembre próximo, Artur Mas, jefe del gobierno, solicitó al citado Mariano
Rajoy, fijar “día y hora” para negociar el referéndum que prácticamente sellará
la independencia de la corona española.
El tajante rechazo por parte del
Parlamento al plan independentista, no frenó las intenciones del jefe del
Ejecutivo catalán, quien confirmó que de cualquier manera llevará a cabo la
consulta. El resultado ya se puede
predecir cuál será.
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