Entendiendo que lo prometido es
deuda; y si no se cumple es demagogia.
En valiente problema se ha metido el negro presidente Obama -aclarando
que lo de negro nada tiene que ver con el color de su piel ni de su raza, sino
con su hipócrita proceder- al prometer
ayudar a Ucrania con el aumento en el precio del gas que le surte Rusia.
El que busque que el Congreso le
apruebe el apoyo para llevar a cabo su estrategia de aislar a Moscú, es punto
menos que perder el tiempo. La mayoría
está en su contra; además que sería altamente censurable que se destinara
dinero para ayudar al ilegal gobierno de Ucrania, cuando en los EEUU hay cada vez
más desempleo.
Y el que haya decidido
otorgarles el préstamo por un mil millones de dólares, lo que finalmente no es
nada si se compara con lo que cada hora se gastan en armamento.
Oportuno citar, que lo que las
naciones gastan en armamento diariamente, bastaría para abatir el hambre en
todo el mundo durante un año. Pero
todavía hay quien dice que los seres humanos somos inteligentes; algunos hasta
creen que están hechos a imagen y semejanza de su dios, y otros todavía están
peor, pues piensan que son su pueblo escogido.
En fin.
El caso es que se ve en extremo
difícil que el vergonzante premio Nobel de la paz vaya a cumplir su promesa con el apoyo de la
Cámara Baja y de los senadores; y aunque envíe el dinero, pues es prerrogativa
del Ejecutivo hacerlo sin aprobación de nadie, tampoco les servirá de mucho a
los ucranianos que ya le deben a Rusia más de lo doble por el mismo concepto.
El pensar que pueden sustituir
el gas ruso con otro proveedor, por el momento es punto menos que
ilusorio. Les salió mal la jugada; pues
lejos de perjudicar al Kremlin, lo están fortaleciendo económicamente.
Y es mejor que no le sigan
buscando “tres pies al gato” porque la UE energéticamente depende de la nación
de los zares; y con el simple hecho de no surtirles gas y petróleo, los
reventaría.
Que fue lo que le sucedió a
Alemania en la Segunda Gran Guerra. Y
más le vale a Ángela Merkel tenerlo muy presente, porque si los rusos paralizan
su industria, sus días como canciller estarían contados.
Como también lo sabe el demagogo
disque socialista de François Hollande, quien ya ha dejado de abrir la boca
para vociferar que aplicarán sanciones contra el Kremlin, toda vez que la
compañía espacial francesa Arianespace firmó un contrato con Roscosmos, la
agencia espacial rusa, para adquirir siete cohetes Soyuz para ser lanzados
desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
Los portavoces de Arianespace
explican que la decisión fue tomada tras el exitoso lanzamiento que se llevó a
cabo el pasado jueves transportando el satélite europeo Sentinel; y que con los
siete cohetes que les entregarán -ya les habían entregado previamente otros
nueve- no requerirán más hasta el 2019.
Pero haciendo ver lo desesperadas
que están las marionetas sionistas por la clara desventaja en que se encuentran;
luego de que el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, anunciara el cambio en
el precio del gas, elevándolo de 100 a 485 dólares por cada mil metros cúbicos,
Washington le advirtió a Rusia que no use los precios de la energía como instrumento
coercitivo.
O sea que, según esto, ellos sí
pueden imponer sanciones, pero Rusia no.
¡Pues sí que están mal!
Según
informa el diario 'El País',
la presidente del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, arrolló la moto de un agente
de Movilidad del Ayuntamiento y después se dio a la fuga para evitar ser
multada.
Según cuentan varios testigos, Aguirre trató de escapar del agente que querría
ponerle una multa por estacionar su coche en una zona en la que eso está
prohibido.
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