No deja de ser curioso, que
quienes se levantaron en contra del gobierno legítimo de Ucrania, al igual que
los que hicieron lo propio en Siria, fueron considerados por los Halcones
pro-sionistas como “opositores”; y los opositores al gobierno golpista que
derrocó a Viktor Yanukóvich y que no quieren afiliarse a la quebrada Unión
Europea, por lo que quieren independizarse y anexarse a la Federación Rusa, son
llamados “terroristas”.
Cuando ha sido ya probado hasta
el cansancio que fueron los propios pro-sionistas los que armaron toda la
desestabilización, hasta enviando mercenarios, estos sí terroristas; es decir,
viles y vulgares asesinos a sueldo capaces de, cobardemente ocultos, disparar y
ultimar a gente desarmada que exigía ser escuchada e intentaba ejercer sus
derechos.
Y sucedió lo mismo en la
milenaria Siria, donde a pesar del innecesario derramamiento de sangre, no
pudieron derrocar al legítimo Presidente.
Aunque hay que reconocer que entre Yanukóvich y Bashar El-Assad hay un
abismo de diferencia.
El caso es que, según informó el
Ministerio del Interior ucraniano, elementos militares que respaldaron a las
fuerzas policiales, mataron a varios separatistas prorrusos en el Este del
País.
Lo que hizo que en una reunión
con medios regionales transmitida desde San Petersburgo por la televisión, el
Presidente Vladimir Putin declara que si las autoridades en Kiev habían usado
el Ejército, sería un grave crimen en contra de su propio pueblo.
"Sería una operación
punitiva y por supuesto provocaría consecuencias para las personas que tomaran esas
decisiones, incluyendo secuelas sobre nuestras relaciones interestatales”.
Cabe citar, que entre las
amenazas de Obama y las advertencias de Putin hay una gran diferencia. Baste recordar cuando según el Secretario de
Estado de Obama, el tal John Kerry, ya estaban listos para llevar a cabo el
bombardeo “quirúrgico” sobre Siria; y Sergei Lavrov le respondió que ellos no
podían evitarlo; pero que si lo llevaban a cabo se atuvieran a las
consecuencias. Lo que fue suficiente
como para que ya no lo realizaran.
Lo cierto es que el otrora poderoso
imperio está tan endeudado que vive del bluf, pues su tan cantada riqueza con
el Shale gas que los haría autosuficientes y hasta exportadores, resultó ser un
fiasco, como queda claro cuando las grandes petroleras
Shell y BP anunciaron el abandono del polémico fracking por no
ser redituable.
Y por si fuera poco la quiebra
económico-financiera que viven, su sociedad está tan enferma, que quieren
controlar a otros pueblos, pero no pueden controlar a sus propios ciudadanos. Como se hizo evidente el pasado fin
de semana -durante la celebración de la pascua- cuando solo en Chicago murieron
por lo menos 9 personas y otras 36 resultaron heridas en diferentes tiroteos.
Según el superintendente de la Ciudad,
Garry McCarthy, la gran mayoría de las balaceras están relacionadas con
pandillas; y que los detectives están trabajando para determinar "cuál de
los conflictos calientes" es el culpable de la reciente ola de violencia.
Pero regresando a Ucrania y lo
que sucedió en la ciudad de Slavianks.
Toda vez que los separatistas habían tomado tres puestos de control y se
negaban a devolverlos, cinco de sus elementos resultaron muertos, y según el
parte oficial, solo una persona de las fuerzas gubernamentales había resultado
herida.
Y mientras todo esto sucedía en
Ucrania, el impresentable y vergonzante premio Nobel de la Paz, continuaba
amenazando a Rusia con más sanciones si invadía Ucrania; y en el colmo de lo
ridículo, Obama declaró que es un buen nadador (¿?) y que si Vladimir Putin se
estuviera ahogando, él lo salvaría.
Cuando el que literalmente se
está ahogando es él y su corrupto gobierno de asesinos y “socios” en los que ya
nadie puede creer o confiar.
El que el Kremlin tenga
apostadas tropas en la frontera con Ucrania, es, según su propio dicho, porque
tiene derecho a proteger a los ruso-parlantes si estos se encuentran
amenazados.
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