Editorial

Habiéndose demostrado, pues los forenses dictaminaron que fueron balas disparadas por los mismos fusiles los que causaron los muertos y heridos; y hecho público que los responsables fueron los opositores quienes acribillaron indistintamente a manifestantes y policías durante los disturbios en la Plaza Maidan -Plaza de la Libertad- con el objeto de criminalizar al gobierno de Viktor Yanukovich.

El actual gobierno derivado del golpe de Estado, reviró acusando a su vez al derrocado Presidente de haber contratado a los francotiradores para contener a los manifestantes que protestaban exigiendo su renuncia.

“La llamada operación ‘antiterrorista’, que se puso en funcionamiento el 18 de febrero en Kiev, fue un asesinato en masa que se llevó a cabo con la participación directa (¿?) y la guía del ex presidente de Ucrania, Victor Yanukovich”, afirmó en una conferencia de prensa en Kiev Valentyn Nalyvaychenko, líder del Consejo de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) acusándolo de “pagar a asesinos, secuestradores y pandilleros” para contener a los manifestantes.

Además, aseguró que “hay evidencias” de que el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) envió “¡toneladas de explosivos y armas a Ucrania!” -válido aclarar que no se disparó un solo tiro ni hubo explosiones de ninguna especie- y asesoró a sus colegas ucranianos para suprimir las violentas protestas del 20 de febrero pasado en Kiev contra el gobierno que fue destituido por el Parlamento, por los que exigió una respuesta al respecto del las autoridades rusas.

A todo esto, después de que el 16 de Marzo, cuando uno 97 % votó en un referéndum a favor de la anexión de su región a Rusia, las ciudades orientales de Ucrania han sido escenario de manifestaciones que también buscan independizarse.

Por lo que, viéndose incapaces de evitarlo, las autoridades interinas de Ucrania, para reprimir las manifestaciones civiles, han contratado mercenarios de la empresa militar privada estadounidense Greystone Limited -una filial de la antigua Blackwater- cuyo personal en repetidas ocasiones ha sido acusado de violaciones brutales y sistemáticas de los derechos humanos en diversos puntos del mundo.

Decisión que ha sido condenada por Moscú, subrayando que esta medida muestra la ausencia del apoyo de la población ucraniana al gobierno interino del país; además de que la Ley de Ucrania prohíbe a los extranjeros participar en labores de seguridad. 

Por lo que los manifestantes en las regiones orientales de Ucrania que quieran independizarse, ahora serán reprimidos por extranjeros.  ¡Bonito negocio y bonita democracia!

Pero si a sanciones van; ya se había anotado en este mismo espacio que, al igual que Alemania y prácticamente toda la eurozona, dependen del gas ruso; y que la poderosa petrolera Gazprom pidió a Ucrania pagar su deuda de más de dos mil doscientos millones de dólares, y anunció un aumento del 70 % en las tarifas de futuros suministros.  Por lo que el impresentable secretario de Estado, John Kerry, prometió ayudar a Kiev a reducir sus necesidades de gas ruso; pero se ignora cómo es que pueda hacerlo.

Además conminando al gobierno interino a que tome “medidas urgentes para liquidar el adeudo que ha acumulado”.  Sin soslayar que Rusia ya no pagará a Ucrania por el derecho de mantener su flota en Crimea.

Y por si lo anterior fuera poco, el líder de Partido Liberal-Demócrata de Rusia, Vladímir Zhirinovski, siguiendo el ejemplo de Crimea, planteó el cerrar todos los McDonald´s en el país; “y luego nos ocuparemos de la Coca-Cola”. 

Visionaria decisión; pues si se toma en cuenta que un litro del nefasto “refresco” cuesta más que un litro de petróleo, el daño que se le puede hacer a la transnacional es mucho mayor al que les puedan infligir a ellos.

Como parte del cambio de Era que ya vivimos, en que se están desmoronando el imperio sionista representado por los EEUU con sus espiados “socios”, y el nefasto Estado Vaticano.

Abriéndose al mundo que “descubrirá” que el gobierno de Korea del Norte no es el monstruo que la pren$a occidental ha hecho creer; y que sus ciudadanos no son ni con mucho unos esclavizados muertos de hambre. 

Según informa la agencia Associated Press, por primera vez desde hace 27 años, el País aceptará que deportistas aficionados de todo el mundo participen en el maratón anual de Pionyang -la capital- que se celebrará este año el próximo día 13, con el nombre de “Maratón Internacional Mangyongdae.

Competencia en la que hasta este año solo podían participar atletas de élite que requerían de una invitación oficial. Por lo que los deportistas aficionados podrán inscribirse a tres carreras: maratón, media maratón y 10 kilómetros.