Aunque el tema
internacional del momento es en torno a Ucrania y la “guerra fría” que les está
sirviendo de pretexto a los fabricantes de armas para deshacerse del arsenal
obsoleto para que otros lo utilicen y se maten entre sí, para después entrar
ellos al “rescate y la reconstrucción” y sacar beneficio.
Y si el armamento
se califica de obsoleto, es porque la tecnología de la muerte y la carrera
armamentista han hecho que desarrollen otras muy superiores con las que pueden
fácilmente destruir las que les venden a los incautos que llegan a sentirse
“potencias”.
Y como prueba de
ello son los cinco mil blindados que poseía Saddam Hussein y que con los
helicópteros artillados, para los que no tenían defensa alguna, dieron cuenta
de ellos en un abrir y cerrar de ojos.
O la “temible”
flota aérea de 90 Mirage que Francia le vendió a Mohamed Kaddafi, y que fue
destruida en tierra antes de que pudiera despegar y combatir a los aviones de
la OTAN que impunemente bombardearon Libia.
Pero todo indica
que la guerra fría no pasará más allá de escaramuzas económicas; en las que al
parecer el Kremlin saldrá de nueva cuenta vencedor -a no ser que al
desequilibrado mental de Benjamín Netanyahu se le ocurra hacer una de las suyas
y entonces todos vayamos a salir perdiendo-.
Porque si los pro
sionistas en Siria no se atrevieron a llevar a cabo el bombardeo “quirúrgico”
con el que pensaban desarticular las fuentes de aprovisionamiento del Ejército
de Bashar El-Assad, fue porque los EEUU y sus corifeos de la OTAN evaluaron la
correlación de fuerzas en el plano militar y se dieron cuenta de que estaban en
desventaja.
Y aunque todo
esto ya se sabía, pues para nadie era un secreto que la guerra en Siria estaba patrocinada
por el sionismo, a través de los EEUU, Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Francia,
la Gran Bretaña y demás corifeos, todo se ha venido a corroborar con el
reportaje del conocido periodista estadounidense Seymour Hersh, quien acaba de
dar a conocer el acuerdo que tienen para continuar enviando armas desde Libia a
los rebeldes de al-Qaeda que operan en Siria.
Dejando claro que
los susodichos pro sionistas juegan a blancas y a negras como mejor les
conviene, pues se supone que Al- Qaeda es una organización terroristas a la que
ellos combaten fieramente.
Y dentro de lo
que Hersh menciona en su artículo, está que el ataque químico que atribuye
al primer ministro turco, el impresentable miembro de la Hermandad Musulmana,
Recep Tayyip Erdogan, perpetrado en las inmediaciones de Damasco a finales
de agosto de 2013; y que al ser descubierto hizo que Obama abortara el
bombardeo “quirúrgico”; aunque la realidad es que, como arriba se cita, fue la desventajosa
correlación de fuerzas la que lo hizo desistir.
Y aunque también ya se sabía que la
diferencia de intereses había hecho que Washington se distanciara de Riad, la
destitución del “Príncipe” Bandar ben Sultán ben Abdelazis Al Saud de sus
funciones como director de los servicios secretos de Arabia Saudita y consejero
de seguridad nacional, no debe de extrañar a nadie; aunque según la agencia de
prensa nacional del reino, la decisión fue tomada a solicitud del citado “Príncipe”.
Quien es hijo del príncipe Sultán con una esclava
(¡!) -de quien en su biografía no se informa el nombre- y fue el hombre de
confianza de su tío, el rey Fahd, quien a su llegada al trono lo nombró
embajador en Estados Unidos (1983 – 2005)
Había sido dado por muerto después de un atentado al
que sobrevivió pero lo dejó incapacitado, por lo que nunca volvió a hacer
declaraciones públicamente. Todo indicó
que el atentado del que fue víctima el 26 de Julio del 2012 fue en respuesta al
que él organizó 8 días antes en Damasco.
Y todo esto se cita, porque el año pasado trató de
obligar a Rusia a respaldar la guerra secreta de Arabia Saudita contra Siria,
llegando incluso a amenazar al presidente ruso Vladimir Putin con la
realización de atentados contra los Juegos Olímpicos de Invierno programados en
Sochi.
Además fue el que reaccionó furibundamente ante la
decisión estadounidense de suspender los bombardeos “quirúrgicos” después de la
crisis de las armas químicas, provocando así la grave crisis en las relaciones
entre Washington y Riad.
Pero convenientemente ya lo quitaron de en medio
para restablecer las tirantes relaciones, ante el riesgo de que Rusia decida no
ceder en el precio del gas a la eurozona y tengan que abastecerse con
ellos. Todos son negocios.
Pues también ya se ha dado a conocer que los
misiles antitanque de fabricación yanqui, con los que el Ejército sirio ha sido
atacado durante las últimas dos semanas, fueron proporcionados por Turquía al
grupo Harakat
Hazm, creado por la OTAN en Enero de este año; y que al parecer fue Arabia
Saudita quien los proporcionó a través de Qatar.
Y que en Homs, ya liberada de
terroristas mercenarios, fueron encontrados misiles de fabricación
franco-alemana; y que incluso peleaban bajo las órdenes de oficiales franceses.
Pero la arrogancia capitalista está
llegando a grados de estulticia; toda vez que como respuesta a la carta que
Vladimir Putin el envió a los líderes de las 18 naciones que integran la
Eurozona, en la que conminó a Ucrania a pagar la deuda por concepto de gas, dando
un mes de plazo para liquidar los 16 mil 600 millones de euros que le deben.
Lo que se ve imposible que puedan solventar,
ni con la ayuda de 1 400 millones de dólares que prometió Washington, y los 15
mil millones de dólares que prometió el FMI, pues independientemente de que no
los han físicamente entregado, los prometieron otorgar en tres años; y siempre
y cuando cumplan con las draconianas disposiciones que han implantado en toda
la eurozona.
Y por si fuera poco, durante un programa televisado en vivo desde Bruselas, el presidente ruso, que aceptó todas las preguntas del auditorio -lo que pocos mandatarios se atreven a hacer ni en sus propios países- conminó a los "socios occidentales" de Ucrania a ayudar a rescatar su economía, y consideró que no basta con garantías bancarias. Además acusó a Ucrania de prohibir el acceso a su territorio a los hombres rusos de 16 a 60 años de edad.
A todo esto, la respuesta de la UE por conducto del presidente de la comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió a Rusia en una carta dirigida a Putin, “que evite medidas que pudieran afectar al suministro de gas”.
"Le pedimos firmemente,
dijo Barroso, que se abstenga de tomar medidas que pudieran crear dudas sobre
su intención de ser visto como un suministrador fiable de gas a Europa, está en
juego la fiabilidad contractual de Rusia como suministrador de gas".
Señalando que la UE está
dispuesta a mantener conversaciones con Rusia y Ucrania sobre cuestiones
energéticas, "Las consultas propuestas deberían ayudar a evitar un escenario
extremo y salvaguardar la seguridad del suministro y el tránsito",
y consideró las conversaciones como "urgentes".
Ucrania depende del suministro del gas ruso en más de la
mitad de sus importaciones, y ya ha pedido ayuda al a Unión Europa, buscando un
acuerdo que permitiría a Hungría, Polonia y Eslovenia cubrir sus faltantes. A su vez, la UE ha prometido aumentar sus
esfuerzos para diversificar su suministro energético en un intento de reducir
la dependencia de Rusia.
Pero eso no será ni fácil, ni rápido. Y no será fácil,
porque difícilmente le van a suministrar los faltantes si no los paga; y
tampoco rápido, porque en caso de que quieran apoyar, tendrían que construir
gasoductos, y eso lleva mucho tiempo; y dinero.
Por el momento el mango de la sartén lo tiene el
Kremlin.
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