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Jugaron con dados cargados…
Hay quienes opinan que en los días “santos” hay tantos accidentes en las
carreteras y centros turísticos, por la imprudencia de la gente, y desde luego
porque no guardan los días que deben ser de recogimiento y en vez de ello se
dedican a hacer todo lo contrario; por lo que en esas circunstancias el respectivo dios
no tiene porque cuidarlos o ver por ellos…
Tal vez lo anterior pueda ser cierto; pero hay otros días, también santos,
en los que a tiro por viaje, igualmente ocurren accidentes; como en las
procesiones o en las visitas a los santuarios, donde sin importar la deidad,
invariablemente hay víctimas…
Y lo mismo sucede en La Meca, que en México, que en la India, países en
donde el fanatismo religioso es proverbial.
Invariablemente mueren los peregrinos, o atropellados o aplastados en
los tumultos que se ocasionan…
Todo por ver (¿?) o recibir favores de dioses inexistentes que fueron
inventados por auténticos gandayas, que estando conscientes del fraude,
fomentan la idolatría y sacan fabulosas ganancias de ello…
Dioses que vienen a enseñar cómo es que se debe vivir, pero juegan con
dados cargados. De hecho, no tiene
ninguna validez el reverenciar o seguir a determinadas deidades por sus
“milagros”…
“Milagros” que solo pueden realizar ellos, pero el común denominador de los
mortales no pueden. Es tanto como adorar
a Súperman por sus súper poderes, no por su legado de justicia y honestidad…
En caso de que hubieran existido, tendría más validez adorar a los cristos -Krishna,
Orfeo, Jesús; todos con vidas idénticas- por su prédica de amor y de humildad,
que por haber nacido de una virgen, caminar sobre las aguas, resucitar
-Súperman no resucitó, él no puede morir y eso lo haría “superior” a los otros-
multiplicar panes y peces, o convertir el agua en vino -que hubiera sido mejor
ejemplo que convirtiera el vino en agua; pero en fin- que adorarlos por los
milagros que hizo y que obviamente nadie puede repetir…
Por lo que enseñar a jugar con dados marcados, es un pésimo ejemplo; pero
sin duda un gran negocio…
Tal vez, como dijo Georg Christoph
Lichtemberg (1742 - 1799) -primer
profesor de física experimental en Alemania- “Día llegará en que nuestras
ideas religiosas actuales nos parezcan tan raras como nos parece ahora el
espíritu de la época caballeresca”…
Pero parece ser que ese día aún está muy lejano, pues como bien dijo Federico II de Prusia (1712 - 1786) llamado “El Grande”:
“La religión es el ídolo de la muchedumbre, ella
adora todo aquello que no comprende”…
Y
fue llamado “El Grande” no
nada más por sus portentosas victorias militares en la “Guerra de los siete años”
(1756
a 1763) Talento que el propio Napoleón (1769 – 1821) admiraba, sino
porque representa, quizá mejor que cualquier
otro monarca, el modelo de rey ilustrado…
Pues
fue un músico excelso, lo que ya significa mucho, poeta notable, filósofo,
erudito amante de las letras. El muy ilustre François Marie Arouet, más conocido como Voltaire (1694 - 1778) lo
llamó el “Salomón del Norte”, y le dedicó versos entusiastas,
contraponiéndolo al monarca de Francia y Navarra, el frívolo Luis XV (1710 - 1774)…
Digno de mencionar que Voltaire
decía que “No hay quien comprenda mejor las verdades de la religión que los que
han perdido la facultad de razonar”…
Y que la “La Guerra de los siete años
o “Guerra Carlina” entre
Inglaterra y Francia, se extendió desde los EEUU al continente europeo, por lo
que de facto se le considera la Primer guerra Mundial…
Pero regresando con el tema de los días “santos”, a pesar del enorme daño
que los escándalos de pederastia que un día sí y otro también salen a flote
desde que se hizo público el caso de los abusos sexuales a menores del fundador
de Los Legionarios de Cristo…
Quienes por cierto han tenido que cerrar escuelas, vendido propiedades,
perdido donaciones y adeptos en las 20 naciones donde tenían presencia,
enfrentando un marcado declive económico y humano, lo que ha ocasionado que el
Vaticano se encuentre en plena decadencia…
Sobre todo por la negra historia de asesinatos, guerras y fraudes que se les
achacan a los vaticanos y que ahora son más que sabidas gracias a la difusión de
los hechos que el mundo entero ha obtenido a través de la Internet…
La idolatría y el fanatismo no se han podido desarraigar de la especie
humana; y eso no sucederá mientras el hombre no confíe en sí mismo y deje de
poner su vida y su destino en manos de otros, como quieran que los nombren…
Pues como bien decía Pitágoras (572?
– 497?) “Quien sigue el camino de otro, nunca encuentra el suyo”.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
jrbc@diariolibertad.org.mx
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