Hace unos días, el pasado 30 de Marzo para ser exacto, se comentó en este
mismo espacio que el Presidente Nicolás Maduro, olvidando
que Hugo Chávez, que conocía muy bien la clase de basura que son los entes
vaticanos -por lo que tuvo fuertes enfrentamientos con ellos, especialmente con
el cardenal Pietro Parolin, que hasta el año pasado fue el nuncio en Caracas y
que ahora quiere servir de “mediador”- cometía un grave error, que empezó
cuando fue a ver al exhibicioncita ese
que se hace llamar “Francisco”, al aceptar la idea de un tercero de buena fe
(¿?) y
permitir que la $anta $ede interviniera en la crisis de su País.
Grave error que ya ha quedado
demostrado con el comunicado del presidente de la Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV) un tal Diego Padrón, quien fijó la
postura vaticana al afirmar que “En Venezuela se vive una crisis
sumamente grave por las pretensiones del
gobierno “totalitario”, e hizo un llamó para “acabar
con la represión contra los opositores”.
Y dijo más: “Rechazamos la criminalización de la protesta ciudadana. Denunciamos la
abusiva y desmedida represión, las torturas -de seguro olvidando lo que ellos hicieron
durante la $anta Inquisición- y la
persecución judicial a los alcaldes y diputados contrarios al oficialismo”.
Persecución que es un verdadero
juego de niños si la comparamos a la persecución que ellos hicieron de los no
creyentes. Pero hablar es muy fácil,
sobre todo cuando se piensa que los demás no tienen memoria.
Y todavía añadió: “Hasta
el momento van 39 muertos y cientos de heridos en las
protestas que han realizado estudiantes y opositores contra el gobierno, sin
poder llegar todavía a un acuerdo”.
Desde luego que esta flagrante e
inaceptable intromisión del Estado Vaticano deberá redundar en que el pueblo
venezolano, a pesar de profesar mayoritariamente el catolicismo, se retire cada
vez más de esas nefatas creencias y todavía peores acciones de estos
charlatanes que se dicen representantes de un dios.
Dios que, finalmente, a pesar de
su decantada omnipotencia, solo les ha servido a ellos -seis millones de niños
mueren cada año de hambre y las guerras no ha podido detenerlas, sino más bien
todo lo contrario, es decir, fomentarlas- para enriquecerse de manera
desmedida, para amedrentar a sus seguidores con sus patrañas de demonios e
infiernos, y finalmente para embrutecerlos a fin de que sigan creyendo en
ellos.
Ante los hechos, lo mejor que
puede hacer el Presidente Maduro, y lo más digno, aunque traiga consecuencias,
sería mandar al carajo a todos los entes vaticanos -el carajo es la canastilla
que se colocaba en lo alto del palo mayor de los veleros desde donde se
divisaba el horizonte; pero lógicamente se movía mucho y nadie quería subir
ahí- de otra manera, el tolerarlos, es prácticamente seguir conviviendo con el
enemigo. El enemigo más grande que ha
tenido la humanidad entera.
Y sin salir de Venezuela. Independientemente
de que se haya alimentado o no de la tierra que lo vio nacer, o sea, si carece
de arraigo o no, quien por cualesquiera razón reniega de su patria y adopta
otra nacionalidad, no solo hace evidente que no se conoce a sí mismo, sino que
se puede considerar de alguna manera como un traidor; pues…
“El amor a la patria es más
patente que la razón misma” Publio Ovidio Nasón (43
– 17 de esta Era) Autor del exquisito libre “El arte
de amar”.
Que es lo que le sucede al
impresentable Mario Vargas Llosa, quien habiendo sido derrotado en su
candidatura hacia la Presidencia de su País, al renegar de su Patria dejó clara
su bajeza de espíritu y al optar por otra nacionalidad la reforzó.
Toda vez que al declarar que
viajará a Venezuela el próximo 15 de Abril para apoyar a los opositores al
gobierno de Nicolás Maduro, al que calificó de dictador -olvidando que ha ido
muchas veces al México priísta al que bautizó como “La dictadura perfecta”- deja
ver que, aunque si diga liberal, lo que verdaderamente le importa es que se
siga hablando de él; y por supuesto, el dinero.
Sería más que justo que el
gobierno de Nicolás Maduro no lo dejara
entrar a territorio venezolano -no se le puede abrir la puerta al enemigo-
aunque después el apátrida ande chillando que en Venezuela no hay libertad -lo
que de por sí ya dice-. Pero es tonto
que, sabiendo a lo que va, todavía se le permita, siendo extranjero, hablar mal
del Gobierno.
Con relación a Crimea. Después de que desde 1997 la cadena estadounidense de comida, ya no
chatarra, McDonald's, operaba en Kiev; tal vez como parte de las “sanciones”
que los EEUU y la UE han comenzado a aplicarle a Crimea, la Empresa decidió
temporalmente suspender la actividad de sus restaurantes.
Lo que ciertamente es una
excelente noticia; y sería mejor si como represalia a las sanciones del
espectro sionista, los crimeos dejaran de tomar Coca-Cola.
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