Diario Libertad

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Don Sata

jueves, 17 de abril de 2014

Editorial



Aunque Serhiy Sobolev, el presidente de una fracción parlamentaria que es parte de la coalición de gobierno golpista de Ucrania, aseguró que el convoy de blindados que entró a Lovyansk ondeando la bandera rusa eran de hecho soldados ucranianos infiltrados  realizando una operación encubierta.

Las declaraciones de los propios soldados lo desmintieron; pues indicaron pertenecer a la 25ta brigada de la fuerza aérea al ejército ucraniano y que desertaron para unirse al bando prorruso.

Lo que prácticamente termina con las esperanzas de los golpistas de retomar el control del mayoritariamente rusoparlante Oriente de Ucrania, bastión del derrocado presidente Viktor Yanukóvich.

Ante tal situación, la injerencista canciller alemana Ángela Merkel, llamó al Presidente ruso para hablar sobre la situación en Ucrania y los preparativos para las pláticas diplomáticas que deberán llevarse a cabo hoy en la ya poco neutral Suiza; señalando a los medios que ella y Vladimir Putin tenían “valoraciones diferentes” respecto a lo que sucede en Ucrania.

En otras latitudes.  Sin poder negar que los niños tienen plenos derechos; el que sean ellos mismos los que puedan presentar una denuncia por violencia, explotación, abuso, pornografía, y trata, entre otros, como ya lo establece el Protocolo de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU que recientemente entró en vigor, es un tanto cuánto desconcertante y puede llegar a ser un arma de dos filos.

No solo porque se puede caer en lo que han llegado los niños y adolecentes de países como los EEUU, donde los hijos tranquilamente amenazan a sus padres -y maestros, que tampoco se escapan- con denunciarlos a la policía por maltrato; cuando en veces es necesario aplicar un correctivo, que no necesariamente tiene que implicar violencia física.

Pero el asunto va más allá; pues en la mayor parte de los casos los menores dependen de los adultos para su manutención, salud, educación y desarrollo; y el que los padres sean de alguna manera denunciados y sancionados por las autoridades, puede desembocar en que las cosas cambien con respecto al amor y la atención que se les brinda; que sin caer en la esfera del delito, si que puede afectarlos grandemente.

Sobre todo en una sociedad deshumanizada como la que vivimos, en donde la inmensa mayoría de los hijos no son deseados, en el mejor de los casos aceptados; que ciertamente no es lo mismo.  Pues no se desarrolla igual un hijo deseado que uno que simplemente es aceptado.

Y se cita a México, porque las autoridades de ese país -que se ha significado por la explotación laboral de los menores-  A pesar de que desde hace dos años recibió la recomendación del Consejo de los Derechos Humanos para que lo suscribiera; aduciendo que “aún se encuentran analizándolo para saber si existen las condiciones o no para ratificarlo”, no han firmado el respectivo protocolo.

Vergonzante hecho que fue dado a conocer por Javier Hernández Valencia, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)

Pero lamentablemente no ha sido el único País que no lo ha firmado, como lo declaró Sara Oviedo Fierro, vicepresidenta del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, quien manifestó que muchos países no lo han ratificado, sobre todo de América Latina, “porque tienen temor de que se les exija que cumplan y acaten los derechos de los niños y adolescentes”.

En otro orden de ideas.

Independientemente de que el Estado de Derecho implica el que las Leyes y la Justicia sean igual para todos; como una muestra de la basura de mundo que estamos viviendo a manos de supuestos mandatarios, que finalmente son intocables mandantes a los que no se les puede contravenir ni mucho menos tocar ni con el pétalo de una rosa.

Se cita el caso de Allison Michelle Ernst, residente de Las Vegas que fue detenida por la policía a principios de semana, después de que fiscales federales de su lugar de residencia presentaran cargos en su contra por haber tenido el atrevimiento de lanzarle un zapato a la impresentable Hilary Clinton, y que sin haberle atinado, puede enfrentar hasta dos años de cárcel.  ¿Qué le hubiera pasado si acierta? tal vez la condenarían a cadena perpetua.

El hecho sucedió cuando la demócrata que aspira a ser candidata de su Partido a la Presidencia, se preparaba para dar una conferencia en el Instituto de Industrias del Desecho Sólido y Reciclado en el hotel Mandalay Bay.

La esposa del ex presidente Bill Clinton esquivó el proyectil y bromeó: “¿Me aventaron algo? ¿Esto es parte del Circo del Sol?  Dios, no sabía que los desechos sólidos fueran algo tan controversial.  Menos mal que ella no juega softbol como yo”.

Y aunque actualmente Allison Michelle se encuentra en libertad, el próximo 24 de junio comenzará el juicio en una corte de Las Vegas y todo indica que no le va a ir nada bien.

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