Haciendo
recordar aquello de que “El león cree que todos son de su
condición”, el Presidente interino de Ucrania, Oleksander
Turchinov, pensando que todavía no se ha dado a conocer que los autores del
Golpe de Estado fueron apoyados por la UE, hasta con francotiradores.
En
un discurso televisado a toda la nación, declaró que el Kremlin está librando
“una guerra” contra Ucrania y hace responsable a Rusia de los disturbios que
actualmente se viven en varias ciudades; que al igual que Crimea, quiere
independizarse.
Por
lo que planea lanzar, con la participación del Ejército -todo indica que las
policías están a favor de la independencia y la anexión a la Federación Rusa- una
“operación ¡antiterrorista! a gran escala” en contra de los separatistas pro
rusos.
Pero
ofreció no procesar a ningún miliciano que abandone las armas (¿cuáles armas,
si no se ha disparado un solo tiro?) a partir de la mañana de ayer lunes. Pero como según él nadie las entregó, firmó
la orden que autoriza una intervención especial, sin que se diera explicación
de los detalles de ésta.
El
caso es que a pesar de las reformas a la Ley penal que prevé “aumentar
las penas por delitos contra la integridad territorial, la seguridad nacional,
la ocupación de edificios y estaciones de transporte, la traición a la patria
(¿?) la ayuda a un estado extranjero en acciones contra Ucrania (¿?) el
espionaje, los actos de terrorismo y la interrupción de la actividad legal o
las acciones de las fuerzas de seguridad”, todo indica que la suerte ya está echada y que,
a menos que lleven a cabo un fraude electoral el próximo 25 de Mayo cuando
deberán elegir el nuevo gobierno, los días de los golpistas ya están contados.
Como también lo están los del
impresentable demagogo François Hollande, quien aunque no sea depuesto, su
imagen y consecuentemente su futuro político está acabado tras la estrepitosa
derrota que sufriera la izquierda en las elecciones municipales.
Unas 25 mil personas -según la
policía, y 100 mil, según los organizadores- salieron a las calles de Paris para
protestar en contra la política de austeridad del gobierno “socialista” del
susodicho individuo. "¡Basta Hollande!", le gritaban, manifestándose
a favor de la austeridad gubernamental, la igualdad y el reparto de la riqueza.
Derrota electoral que lo obligó
a nombrar como Primer Ministro al socialista Manuel Valls, considerado como un
social-liberal.
Parece mentira que con la
derecha de Nicolás Sarkozy, los franceses estaban mejor que con este hipócrita
demagogo.
En otro orden de ideas. A la que no le ha ido muy bien es a la
Presidente de Chile, doña Michelle Bachelet, pues no bien a bien acaban de medio
recuperarse del terremoto que sufrieron el 1° de Abril, que lamentablemente dejó
seis muertos, pero los daños materiales han sido cuantiosos, pues 9,500 casas
han sido afectadas y más de 400 habrán de ser demolidas.
Y ahora el pasado sábado un
incendio forestal que afectó a la parte alta del Puerto de Valparaíso, 140
kilómetros al noroeste de la Capital, ha arrasado con pastizales y llegando
hasta la zona habitada ha destruido cientos de casas obligando a la evacuación
de decenas de miles de personas, sin que hasta el momento se hayan reportado
decesos o heridos.
Internacionalmente por parte de
los gobiernos solo ha habido condolencias; pero ningún apoyo. Afortunadamente el nuevo Gobierno tiene a la
inmensa mayoría de sus habitantes de su lado y seguramente podrán superar la
crisis y todo volverá a la normalidad.
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