Diario Libertad

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Don Sata

lunes, 17 de marzo de 2014

Editorial

Conscientes de lo que habría pasado en Crimea si sus habitantes hubieran escuchado “El Canto de las Sirenas” y votado por anexarse al proyecto sionista de la más que quebrada Unión Europea. 

Y como claro ejemplo de lo que les hubiera pasado, está la protesta de los militares portugueses, que vestidos de civiles salieron a las calles de Lisboa para protestar por las asfixiantes medidas económicas tomadas por imposición de los organismos financieros internacionales (FMI y BM)

Manifestación posterior a la que, por la misma causa, llevaron a cabo una semana antes los policías.  El caso es que varios miles de militares protestaron contra los nuevos recortes salariales previstos en el presupuesto de este año; denunciando "la humillación" ante las tentativas de "desmantelamiento de las fuerzas armadas".

Según declararon, miles de militares no logran mantener a sus familias.  “Cada vez somos más los que no podemos pagar el alquiler, financiar la educación de nuestros hijos o pagar los préstamos", comentó el coronel Manuel Pereira Cracel, Presidente de Asociación de oficiales de las fuerzas armadas (AOFA) quien tras 40 años de servicio, su salario de mil 800 euros netos, ha sufrido un recorte de 700 euros desde 2010, debido al programa de austeridad de Portugal.

El caso es que, como se daba por hecho, el 93 % de los participantes en el referéndum del día de ayer, votó a favor de la adhesión de Crimea a Rusia.  Y Vladimir Putin no podrá darles la espalda.

A pesar de las sanciones económicas y políticas que Occidente dijo que aplicaría si el Kremlin reconocía la independencia de Crimea y aceptaba su anexión a la Federación Rusa.

Pero como todo se resume en el dinero; y ni los EEUU ni sus aliados sionistas europeos lo tienen.  Como se hace evidente con las declaraciones del impresentable demagogo François Hollande, quien había declarado que “Si no hay "desescalada" en Crimea habrá sanciones de UE contra Rusia”. 

Pero cuando la prensa le preguntó al disque socialista sobre la posible suspensión de la venta de buques militares franceses de tipo Mistral a Rusia, éste respondió que “esas sanciones vinculadas a la cooperación militar pertenecen al tercer nivel de sanciones; y estamos en el primer nivel".

Y lo mismo tendrá que tragarse sus “amenazas” la canciller alemana Ángela Merkel; y hasta el Primer Ministro británico David Cameron; pues en mucho todos ellos dependen del gas ruso.

Y no es que no pudieran abastecerse por otro lado, lo que pasa es que si el Kremlin decide tomar represalias y les cancela el suministro -o les sube de precio- los metería en muy serios problemas.

Pero el asunto no va a quedar solo en Crimea, pues ya hay otros Estados como Donetsk, en Ucrania Oriental, que piden su independencia y su anexión a Rusia.

Cabe citar que las enormes reservas de gas de Ucrania se encuentran en las zonas ruso-parlantes; al igual que las mejores tierras, que la han hecho la tercera potencia mundial en producción de granos.

Y si a eso sumamos la estratégica posición del puerto de Sebastopol en Crimea, donde se encuentra fondeada la poderosa flota rusa y por donde salen los granos que van a dar a Europa y hasta los EEUU; más las dos bases aéreas que el Kremlin tiene, solo los ilusos y los villamelones de la política internacional podían pensar que Rusia se retiraría, como hace décadas lo hizo de Cuba.

¿Habrá guerra?  No se contempla más que como una remota posibilidad.  A pesar de que atrás de todo esto se encuentra el sionismo y el desequilibrado mental de Netanyahu, capaz de cualquier barbaridad. 

Pero “Poderoso caballero es don Dinero”; y aunque este lo tienen las transnacionales, que siempre son las que salen beneficiadas con las guerras, no lo tienen los Estados; y echarle dinero bueno al malo, no es una decisión sabia. 

Para terminar.  Mientras la prensa china se ha volcado en favor del presidente Putin, lo que entre líneas quiere decir mucho, el gobierno de Pekín ha optado por la prudencia.

Sin embargo, Shi Mingde, el embajador chino en Alemania, advirtió a Occidente “no castigar a Rusia”, ya que “tales medidas podrían desembocar en una reacción en cadena peligrosa que dificultaría su control”.

Y agregó: “las sanciones pueden llevar a represalias, y esto desencadenaría una espiral con consecuencias imprevisibles; no queremos eso”.

Falta lo que diga la India; pero formando parte de las BRICS, se sobreentiende que estará del lado de Rusia.  ¿Choque de trenes; o más bien choque de un tren contra un tranvía?

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