Editorial

Aunque comparado con lo que ha sucedido en otras naciones, como en Siria, donde el sangriento conflicto lleva más de un año, aunque afortunadamente ya está terminando, podría pensarse que dado el corto tiempo que duraron las protestas en Ucrania -solo tres meses- los daños tanto en vidas -lo que siempre es muy lamentable- como materiales, no resultaron tan terribles.

Lo que parece ser cierto, es que en una jugada no prevista por los golpistas, la situación se ha volcado a la inversa; pues si antes era el gobierno democráticamente electo el que tenía que lidiar con los opositores, apoyados por mercenarios expulsados de Siria y hasta por soldados israelíes, como ya ha sido documentado; a tal grado que 17 heridos de parte de los citados sicarios fueron transportados a Israel para ser atendidos de las heridas que sufrieron en la revuelta. 

Ahora son los golpistas los que tienen que contender contra los pro-Rusia que se oponen al golpe de Estado y a que su Nación se una a la quebrada Unión Europea.

El colmo fue cuando el Almirante Denis Berezovski, a quien el presidente interino Olexandre Turchinov -recién nombrado por el Gobierno Golpista de Ucrania- apenas el pasado viernes lo había designado como jefe de la marina ucraniana, declaró que se adhería a la causa pro-rusa en Crimea.

Las amenazas que el impresentable Obama y sus homólogos de Alemania, Francia y Polonia le hicieron al Presidente Putin, como se anticipó que sucedería, no surtieron efecto; y la presencia de los soldados rusos, sin disparar un solo tiro ni amedrentar a nadie, parece que ha sido más que suficiente para pacificar a la Nación; pues hasta el momento no se han reportado más muertos.

Los espantajos de sanciones económicas y bloqueos comerciales proferidos por los Halcones, nada indica que se llevarán a cabo.  Pues aunque ciertamente algunas naciones se declararon a favor de los golpistas; desde el punto de vista diplomático el problema parece que se resolvió, y nuevamente a favor del Kremlin.

Y no vaya siendo que después de lo ocurrido, las sanciones económicas se las vayan a  aplicar al Gobierno de Washington.  Y China, tenedora hasta hace poco de los mayores bonos del tesoro estadounidenses, se acabe deshaciendo de los que le quedan y meta en un muy serio problema a Washington si no los renegocia.

Lo mejor del caso, es que los Halcones reconocieron a bote-pronto al gobierno golpista; y no parece ser que éstos se vayan a poder sostener durante mucho tiempo. Vienen las elecciones anticipadas que ellos mismos pidieron; y con una mayoría a favor de Rusia, lo mismo y regresa Viktor Yanukovich.