Diario Libertad

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Don Sata

viernes, 7 de marzo de 2014

Editorial

Dejando claro que la democracia cada cual la entiende a su manera, por no decir que a la mayoría de los gobiernos la voluntad del pueblo les importa un comino. 

Tras la decisión que tomó el Parlamento regional de Crimea de ingresar a la Federación Rusa, o sea, separarse de Ucrania, por 78 votos a favor de los 81 diputados presentes.  Que buscará confirmar en un referéndum que se adelantó, del 30 al 16 de Marzo.

Resolución que fue celebrada por miles de personas congregadas ante el  Parlamento que gritaban "Rusia, Rusia". Lo que era de esperarse pues en la Península la gran mayoría de sus habitantes, o son rusos, o de ascendencia rusa.

El viceprimer ministro regional, Rustam Temirgaliyev, declaró que la población decidirá la próxima semana si sigue perteneciendo a Ucrania, o se une a la Federación Rusa.  Aunque es de esperarse que la inmensa mayoría opte por adherirse a la Federación.

Pero Arseni Yatseniuk, primer ministro interino de Ucrania, afirmó que "el gobierno y el Ejército ucranianos actuarán de acuerdo con la Constitución y la legislación". Y desde Bruselas, donde se reunió con los 28 Países que conforman la UE para tratar lo referente a la crisis, declaró: “Es una decisión ilegítima, ese referéndum no tiene base legal alguna”; al tiempo que le pidió a Rusia que no apoye a los que buscan el separatismo.

Y ya en plan melodramático, dijo estar “comprometido con la integridad política y territorial de Ucrania; pero que responderá militarmente a una eventual invasión de su territorio”. Y agregó: “Sé que hay un real desequilibrio militar entre Ucrania y Rusia.   Nosotros no tenemos armas nucleares, pero tenemos el espíritu.  Es el espíritu de la revolución ucraniana”.

De todo esto Vladimir Putin ya fue informado.  Y aunque antes había declarado que Rusia no preveía una anexión de Crimea, dijo que le parecía bien que la población de la península decidiera libremente.

Ante estos hechos, el Gobierno golpista, reconocido por la UE y los EEUU, reaccionó ordenando la detención del jefe de gobierno prorruso, el primer ministro de Crimea, Sergei Aksenov, así como del Presidente del Parlamento autónomo, a quienes acusa de violar la Constitución.

Cabe citar que Crimea no es la única que ya está pidiendo separarse, en la ciudad ucraniana de Donetsk ya también han izado banderas rusas y están pidiendo la independencia de Kiev.
Sin embargo hay cosas que no pueden pasarse por alto para analizar la posición de los EEUU y la UE frente a Rusia; a la que pretenden imponer sanciones y romper lazos comerciales.
Pues Europa importa el 31,8% de gas de Rusia, el 34,5% del petróleo, y el 27% del carbón.  ¿Puede entonces considerar sanciones comerciales relevantes sin atentar en contra de su propio sistema energético?
Además de que los británicos no deben estar muy interesados en aplicar sanciones comerciales o relacionadas con la energía; y mucho menos en poner en peligro el intento de Londres de convertirse en el destino de las inversiones personales inmobiliarias de los millonarios rusos -no en balde desde hace años a la Capital se le conoce como “Londongrado”-.
Y Alemania está peorLas empresas alemanas tienen 22.000 millones de dólares invertidos en Rusia, y participación accionarial en más de 6.000 empresas.  Cuentan además con el ex canciller Gerhard Schröder en el Consejo de Administración de la poderosa petrolera Gazprom; y su actual ministro de Exteriores, Steinmeier, es un ahijado político de Schröder y también coincide en la idea de que la relación con Rusia es estratégica para Alemania.

Putin cubre a Merkel con un abrigo en un acto
de la cumbre del G20 en San Petersburgo de 2013.

Y un ejemplo del poderío ruso, es que el pasado lunes las bolsas y los mercados de divisas castigaron a Moscú; y en sólo 24 horas ese impacto se revirtió.  Ya sea porque finalizaron las maniobras militares en territorio ruso, o por la conferencia de prensa de Putin del martes.

Pero el caso es que la tormenta se invirtió.  El rublo recuperó casi todo lo que perdió un día antes, la bolsa ha ganado un 5,3%, Gazprom un 7,9% y otras empresas porcentajes similares.

Lo más curioso del caso, por llamarlo de alguna manera, es que el impresentable Obama se preocupa porque Crimea se separe de Ucrania, pero no dice nada de lo que sucede en la Unión Americana que supuestamente preside.
Cuando a una semana de haber sido reelecto, ya son 20 Estados los que han enviado iniciativas para independizarse; lo que no habla de un triunfo claro.  Texas ya ha capturado más de 100 mil firmas, cuatro veces más de las que son necesarias para que la petición sea examinada por la Administración Obama, y se vea obligada a dar una respuesta oficial a la demanda.
La mayoría de los Estados pertenecen al Sur. Alabama, Colorado, Arkansas, Florida, Mississippi, Missouri y Lusiana no están contentos con la reelección.
Los autores de las peticiones se apoyan en la Declaración de Independencia, que reza que “cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios”.
Entre las razones que esgrimen, como argumentos, figuran las violaciones de los derechos humanos, incluidos los registros de pasajeros en los aeropuertos.  
Pero Obama parece ser el clásico hombre que ve la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio.

También como nota importante a nivel internacional.

Durante la ceremonia de conmemoración del primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rompió "relaciones políticas y diplomáticas" y "congeló" los nexos comerciales con el gobierno de Panamá.

"Frente a la conspiración abierta del Embajador del gobierno panameño en la OEA, he decidido romper relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno actual de Panamá, y congelar todas las relaciones comerciales".

El presidente panameño, Ricardo Martinelli, se declaró “sorprendido” por el anuncio de su homólogo, y calificó como “inaceptables” los señalamientos del Presidente Nicolás Maduro, quien acusó a su gobierno de “intervencionista” por haber propuesto una reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) para debatir sobre la crisis y las protestas de las últimas semanas en Venezuela.

Y señaló que “Panamá sólo busca acercar a los diferentes actores en ese país hermano para fortalecer la democracia y los derechos humanos; no entendemos los temores del gobierno venezolano”  Pero no se puede dejar de señalar que el Gobierno panameño es proclive a Washington.

A todo esto, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aclaró que “la Organización no puede intervenir sin la autorización o aceptación del país afectado”; sin embargo señaló: “desde el punto de vista de los hechos objetivos, se puede afirmar que Venezuela es una sociedad fuertemente dividida”.

Como respuesta a ese señalamiento, el Presidente Maduro declaró que no aceptaría la “intervención” de la Organización en su País.  Y sin muchos miramientos, cual es su costumbre, espetó: ¡Fuera la OEA de aquí, por ahora y para siempre!”.


Y luego todavía hay quien dice que no viene el cambio de Era.

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